Esta estimulación del apetito está conducida por las mismas neuronas que normalmente se encargan de producir saciedad

 Los usuarios de cannabis conocen la fuerte sensación de hambre que acompaña a su consumo, y que les empuja a comer aunque ya estén saciados. Un nuevo estudio en ratones ha sorprendido a los investigadores al descubrir que esta estimulación del apetito está conducida por las mismas neuronas que normalmente se encargan de producir saciedad, conocidas como proopiomelanocortinas (POMC).

Hasta ahora, los científicos asumían que el fenómeno estaba relacionado con la activación del receptor cannabinoide 1, un conjunto de proteínas que, en presencia de las sustancias cannabinoides, aumenta el apetito.

Según el nuevo estudio, publicado en Nature y llevado a cabo por científicos de Australia, Alemania y Estados Unidos, hay algo más: «Observamos que, en respuesta a la activación del receptor cannabinoide, las neuronas POMC se activaban, y se liberaban tanto anorexígenos -supresores del apetito- como orexigénicos -estimuladores-», según ha explicado a la agencia de noticias científicas Sinc Tamas L. Horvath, investigador de la Universidad de Yale y jefe de proyecto.

«No lo esperábamos»

«No nos lo esperábamos. Estábamos haciendo experimentos de control cuando descubrimos este resultado sorprendente», afirma. Siempre se había creído que las neuronas POMC eran las responsables de calmar la sensación de hambre. Por eso, se creía que el impulso de comer se producía cuando bajaba el nivel de actividad de este grupo de células nerviosas. Ahora se comprobó el efecto contrario.

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