Una eventual regulación del cannabis ayudaría a luchar contra la delincuencia, opinó el presidente del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT), Wolfgang Götz, quien ve el modelo de Uruguay en este ámbito como “un enfoque muy serio”.

En una entrevista con EFE, el alemán Götz expresó su opinión, a título personal, acerca de los desafíos de Europa en el combate a las drogas y analizó algunas de las políticas más innovadoras al respecto.

Aludió, por ejemplo, al camino que propugna Uruguay, donde está regulada la producción y la comercialización de marihuana bajo el control del Estado como una estrategia para luchar contra el narcotráfico, iniciativa pionera en el mundo impulsada por el presidente José Mujica (2010-2015).

“Pienso, personalmente, que es un enfoque muy serio y una de las opciones que pueden seguirse. Personalmente, creo que, una vez que descorchas el debate, el asunto está en discusión, y ya no podrás evitar debatirlo. El tema está en debate y la discusión seguirá”, comentó.

Götz pronosticó que la adopción de medidas semejantes a las de Uruguay en Europa tardarán un tiempo, ya que, puntualizó, la actual mayoría del Parlamente Europeo (PE), de signo conservador, no es favorable a modelos pioneros.

“Sin embargo, se ha visto que hay esfuerzos por el cannabis medicinal lo que, para mí, es un primer paso”, matizó el alto funcionario, cuyos diez años de mandato en el OEDT -organismo con sede en Lisboa- acaban el próximo enero, cuando será reemplazado por el belga Alexis Goosdeel.

Aclaró, no obstante, que en ningún caso se “está hablando de una legalización” del cannabis y sí de “otro tipo de regulación”, en la que habría restricciones a su acceso en base a la edad, por ejemplo, y una despenalización del consumo, como ya sucede en países europeos como Portugal.

Pidió que se estudie una regulación de esta extendida droga y calculó que, si se llevase a cabo, se podrían reducir los esfuerzos policiales y judiciales en combatir la delincuencia asociada a su distribución y comercialización.

“En Europa hay mucho crimen organizado alrededor de la producción de cannabis (…) Y hay producción en todos los Estados miembros. Si liberas ahí recursos (humanos y económicos), y lo despenalizas, puedes usar una parte de esos recursos en una mejor prevención, por ejemplo. Es correcto pensar de esta manera, aunque las decisiones al final son políticas”, juzgó.

Götz, que participó en la primera Conferencia Internacional sobre comportamientos adictivos y dependencias que se celebra Lisboa hasta este viernes, se cuestionó si no se pueden estudiar otros enfoques en Europa más eficaces.

Aunque reconoció que el cannabis es una droga “dañina”, como también lo son a otra escala sustancias como el tabaco o el alcohol -ya reguladas-, abogó por una profunda reflexión sobre esta problemática.

“Si vemos que está ampliamente aceptado en muchas sociedades el consumo de cannabis, deberíamos preguntarnos ¿es bueno prohibirlo?”, señaló Götz, quien se preguntó también si no sería posible poner en marcha “una alternativa” reguladora inspirada en la del tabaco o el alcohol.

El responsable del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (EMCDDA, por sus siglas en inglés) también apostó por mayores esfuerzos económicos en el tratamiento y la prevención.

El OEDT, con sede en Lisboa, nació hace 20 años con la meta de estudiar el mutante y complejo fenómeno de la droga en Europa para aportar información a sus Estados miembros, analizando, por ejemplo, las nuevas sustancias que continuamente aparecen en el mercado.

Entre los principales logros de este organismo, destaca la implementación de una serie de indicadores epidemiológicos que aportan datos sobre el calado y la naturaleza de las drogas, así como acerca de las consecuencias de su consumo.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.