Ya estamos en primavera y en breve comenzará el verano, y a consecuencia se inician las altas temperaturas que favorecen el desarrollo de muchos insectos y ácaros que pueden convertirse en plagas.

Los estudios realizados sobre plagas y cannabis nos alertan que este año las plagas volverán a ser problema en muchos cultivos españoles, tanto de interior como exterior. La mayoría de los cultivadores conocen el problema de los cultivos de verano, incluso algunos prefieren irse de vacaciones a luchar contra estas condiciones adversas.

Es verdad que las condiciones para el desarrollo de las plagas son fundamentales y en ciertos casos (indoors) son modificables, pero en un cultivo en exterior poco se puede hacer, por eso debemos estar muy preparados para luchar contra estos animales que cada año causan enormes pérdidas económicas en los cultivos de todo el mundo.

¿De qué plagas debo protegerme?

Los estudios realzados por [1],[5] y [6] nos indican que este año las previsiones de incidencia de plagas serán elevadas, similares a años precedentes. Se estima que 8 de cada 10 cultivadores sufrirán el ataque de uno o más insectos o ácaros plaga.

En los cultivos de exterior, a mediados y finales de la primavera muchos fitófagos pueden atacar al cannabis. Algunos insectos como cierta especie de pulgones, sólo se aprovechan del cannabis durante el verano para luego volver a plantas perennes.

Recordemos que las plagas más comunes en el cannabis son moscas blancas, arañas rojas, trips, pulgones, minadores de hojas, cochinillas, polillas y mariposas, y las moscas del mantillo.

Cómo prevenir

Visto que la cura no es viable para la mayoría de los casos, especialmente los más críticos, la única manera de estar seguro de que las plagas no afecten a nuestros cultivos es cohabitar con ellas, pero manteniéndolas por debajo de un umbral de pérdidas razonables.

En la agricultura más moderna la aplicación de pesticidas está limitada a sólo pocas plagas, y ninguna de éstas supone un problema para el cannabis, es decir, que el empleo de lucha biológica si es realizado adecuadamente junto a otras prácticas agrícolas, la prevención puede ser satisfactoria.

Técnicas aconsejadas para la prevención de plagas

A continuación expondremos las técnicas de prevención más comunes en agricultura cannábica.

Lucha biológica

El quid de la cuestión es el rápido reconocimiento de las plagas, ya sea por los síntomas causados en la planta o por la identificación de los individuos que parasitan al vegetal.

Cada plaga tiene sus propios enemigos naturales, algunos pueden atacar a más de una especie-plaga.

El momento de la aplicación de los enemigos naturales comerciales es el secreto del buen éxito.

Para más información consultar los artículos sobre lucha biológica en la revista Spannabis Magazine números 49-59.

Los enemigos naturales pueden aparecer de forma espontánea en los cultivos de exterior asociados a plagas, o pueden ser adquiridos en grow shops.

Los enemigos naturales más empleados en prevención de ciertas plagas comunes como las moscas blancas, trips y arañas rojas son los ácaros depredadores Amblyseius swirskii. Está más que demostrada su eficacia.

La primera aplicación se realiza desde la tercera semana de plantación, con repeticiones cada 3 máximo 4 semanas para garantizar que no se formen poblaciones de insectos fitófagos que puedan causar daños a las plantas.

Los cultivos realizados sin esta protección tendrán mayor dificultar para controlar los fitófagos importantes del cannabis como las moscas blancas.

Tratamientos racionales con bioinsecticidas compatibles

La aplicación de insecticidas en el cultivo del cannabis está altamente extendida, múltiples productos son empleados, inclusivo los más dudosos y tóxicos, aunque gracias a los esfuerzos de la Unión Europea se están retirado diariamente pesticidas del mercado.

La aplicación de pesticidas indiscriminadamente crea resistencia en las plagas y la posibilidad que broten nuevas especies, no necesariamente plagas del cannabis.

Actualmente la política sobre fitosanitarios obliga a las casas productoras en elaborar sustancias poco tóxicas y compatibles con la fauna auxiliar, hecho fundamental para no crear nuevas plagas. Insecticidas como la rotenona, y las piretrinas, aun siendo naturales son de amplio espectro y puede matar también a los enemigos de las plagas y no hay que extrañar si son eliminadas del mercado en el futuro como la nicotina.

El aceite de neem suele ser por ahora una solución biocompatible.

Los cultivadores que empleen biopesticidas para control de plagas, deberán emplear varias materias activas y rotarlas para no crear resistencia. Además deberán estar seguros de la compatibilidad por si hay soluciones biológicas espontáneas, las cuales matarían.

El azufre, por ejemplo, se emplea contra las arañas rojas en prevención en los cultivos con historiales de estas. El inconveniente es que el azufre puede afectar a otros ácaros depredadores de las arañas rojas como el espontáneo Amblyseius californicus muy común en la España mediterránea.

Los insecticidas no deben ser aplicados indiscriminadamente, hay que respetar las dosis y los plazos para repetir el tratamiento.

Monitoreo de las plagas

Una de las formas más frecuentes de control de las poblaciones de insectos alados es empleando tarjetas cromáticas adhesivas.

Existen dos colores base, amarillo y azul, aunque dependiendo del fabricante existen variaciones mínimas en la intensidad del color.

El color de las trampas está enfocado para atraer determinadas especies de insectos fitófagos, por ejemplo las trampas adhesivas amarillas atraen a moscas blancas, moscas del mantillo, minadores de hojas y otros. Los trips son atraídos por los colores azules al igual que los pulgones alados.

Las trampas claramente también atraen a otros insectos, como es el caso de ciertos enemigos naturales. Así que, en condiciones de pequeños indoors las trampas deben ser retiradas (por los menos parcialmente) para evitar que los enemigos queden adheridos.

Se recomienda colocar las trampas adhesivas desde el primer día de plantación, para vigilar el cultivo y poder detectar cuanto antes la posible presencia de fitófagos.

Cultivo multivarietal

En el cultivo profesional se busca la homogeneidad de las plantas y por eso se recurre al monocultivo (una sola especie). Esto garantiza producciones homogéneas para poder así automatizar. El monocultivo conlleva serios inconvenientes con respecto al control de plagas: si la variedad es sensible a una o más plagas y se da un brote, el cultivo terminará en muy malas condiciones si no es controlado con elevada efectividad.

En cambio el cultivo multivarietal (una sola especie, distintas variedades), reduce estos problemas, ya que, no todas las plantas tienen la misma sensibilidad a las plaga aun siendo de las misma especie.

El cultivo multivarietal esta cogiendo cada vez más fama, no sólo por que los cultivadores desean probar variedades diferentes sino por que también es un punto a favor de la gestión de las plagas.

Labores agrícolas

Dentro de las labores realizadas en la prevención de las plagas tenemos: la solarización de suelo para eliminación de huevos, larvas, etc. o el deshojado y eliminación de ramas (normalmente de la parte baja de la planta) que puedan servir como refugio para ciertas plagas o para reducir la población inicial.

Nutrición

Otra manera de prevenir la formación de plagas, es controlar la nutrición de las plantas.

Como sabemos los homópteros (pulgones, moscas blancas, y cochinillas) son insectos que se alimentan de la savia de la plantas. Múltiples estudios indican que ante un brote de algunos de estos fitófagos (que se alimenta de aminoácidos entre otras sustancias) el cambio radical de menú de la planta hacia una nutrición baja en nitrógeno y aminoácidos retarda la formación de poblaciones dañinas de estos fitófagos.

Esta practica debe ir acompañada de otros métodos de control ya sea químico y/o de lucha biológica.

La aplicación de sustancias ricas en sílice en la nutrición también es viable en cannabis.

Condiciones de cultivo

En general los ciclos de plagas dependen en grande medida de las condiciones ambientales, la temperatura y la humedad con factores limitantes para el desarrollo de las plagas.

Poder variar las condiciones climatológicas de cultivo en contra de las plagas, es una práctica muy útil, pero desgraciadamente aplicable sólo a los cultivos protegidos, es decir cultivos de interior e invernaderos.

Con el control de las condiciones climáticas es posible retardar los tiempos de duración de los ciclos biológicos de las plagas. Por ejemplo, el ciclo normal de las arañas rojas a una temperaturas de 28-30ºC es de tan sólo 7 días; en cambio si bajamos la temperatura unos grados, 24ºC por ejemplo, su ciclo se incrementa unos días.

Alargar el tiempo puede ser muy valioso, puede dar un margen mayor para adoptar medidas necesarias para hacer frente a dichos parásitos.

La humedad tiene menor preponderancia en la duración del ciclo, influye en la realización de las puestas de huevos. Humedades elevadas favorecen el desarrollo de dípteros fitófagos como las moscas del mantillo y los minadores de hojas.

Fauna y flora auxiliar

En exterior una de las maneras más eficientes de mantener las plagas en poblaciones bajas es aprovechando la fauna auxiliar.

Para esto hay que conocer tanto las plagas, como sus enemigos (existentes en esa zona) y sus hábitos. Muchas plagas aprovechan ciertas plantas para refugiarse durante el invierno y comenzar así su ataque en primavera. La eliminación mecánica de dichas plantas reducirá la incidencia de plagas.

Correlativamente ciertas plantas (Tartagueros) son usadas por los enemigos naturales, y son verdaderos reservorios de éstos. La eliminación de dicha plantas no es aconsejable.

La aplicación de pesticidas y herbicidas es contraria al fomento de los reservorios de enemigos naturales, principales controladores de las plagas. Aplicar estas sustancias debe estar restringida sólo a casos muy especiales (con asesoramiento técnico de un perito agrícola) y debe ser paralizada hasta averiguar que especie de plantas son las que hay en los alrededores, que función puede tener en el ecosistema y cómo pueden influir en el control de las plagas.

Agradecimientos: Claudia Santarosa (Dr. Grow´s Productions).

Referencias

[1] Salami M. 2008. Plagas más frecuentes en los cultivos españoles durante el año 2007. Spannabis 2008, Dr.Grow´s Productions.
[2] Salami M. 2008. Incidencias de plagas en los cultivos de Cannabis sativa L. en las isla de Tenerife durante el año 2007. Propiedad de SMA Hidrocan S.L.
[3] Salami M. 2008. Cannabis sativa L. Dr.Grow´s Productions.
[4] Salami M. 2008. Incidencias de plagas en los cultivos de Cannabis sativa L. en las isla de Tenerife durante el año 2008. Dr.Grow´s Productions.
[5] Salami M. 2008. Incidencias de plagas en los cultivos de Cannabis sativa L. en las isla de Tenerife durante el año 2008. Dr.Grow´s Productions.
[6] Salami M. 2008. Incidencias de plagas en los en Canarias durante el año 2008. Dr.Grow´s Productions

Acerca del autor

Massimiliano Salami
Massimiliano Salami es escritor, autor del libro Cannabis sativa L., colaborador de Cannabis Magazine e investigador en el cultivo del cannabis. Licenciado en matemáticas, es técnico en gestión de empresas agropecuarias con amplia experiencia como breeder.