UN MUY BUEN, BARATO Y FÁCIL SISTEMA PARA CULTIVAR SIN SUSTRATO
Capítulo 1 (de 2)

 Los sistemas NFT (Nutrient Film Technique), o de irrigación por película nutriente, están cada vez más de moda para cultivar nuestra amada mandanga en el extranjero (sobre todo en Inglaterra, Holanda y EE UU) por sus muchas ventajas, y en varios países (sobe todo, de América del Sur) en instalaciones agrarias de todo tipo. En España son todavía poco conocidos, sobre todo por su relativa novedad.

Por JIM CONTAINERHUNTER

ANTECEDENTES

Si nos pusiéramos un poco tontitos, podríamos empezar citando que el NFT igual se usaba hace más de cuatro milenios, pues todo indica que los famosos jardines colgantes de Babilonia funcionaban a base de plataformas por las que corría agua (cómo me he pasaooo…). Pero, poniéndonos más contemporáneos, citaremos que el sistema de recirculación de solución nutritiva NFT fue desarrollado en el Glasshouse Crop Research Institute de Inglaterra allá por la década de los sesenta por el Dr. Allan Cooper, que montó originalmente un sistema consistente en un complejo circuito de canales de cemento por el cual el flujo de la solución nutritiva se mantenía gracias al funcionamiento de dos bombas. Kenneth Edwards, cabeza de Ariel Industries, aseguró un desarrollo práctico del sistema, que debía cumplir las premisas de ser simple de instalar, usar y mantener, no salir muy caro y resultar una inversión rentable en pocas cosechas.

  Al principio NFT significaba Nutrient Flow Technique (Técnica de Flujo Nutriente) pero como “flujo” no parecía la palabra adecuada para la cantidad de agua en movimiento, se cambió por Nutrient Film Technique (Técnica de Película Nutriente). El propósito de este cambio de nombre fue reflejar la fina capa de agua que corre a través del sistema. El cual fue simplificado al pasar a una sola bomba impulsora, aunque se persistiera bastante tiempo en seguir utilizando canales de cemento, que hoy ya no usa casi nadie. El método demostró grandes ventajas gracias a su facilidad para combatir enfermedades de las que transmite el suelo y por su carácter no invasivo de los acuíferos.
 Países del norte de Europa, donde las frutas y verduras son carísimas porque hay que importarlas casi todas (y qué querrán los tíos con ese clima…), utilizan el NFT en invernaderos para cultivar hortalizas de consumo de alta calidad en fresco. La FAO está promoviéndolo en zonas áridas de América Latina. Así, en Chile y Colombia se utiliza cada vez más en el cultivo de flores, tomates y lechugas de diversos tipos (morada, española…) con un alto número de rotaciones anuales y un período extendido de producción que permite muy altos rendimientos. En California se emplea en exterior para cultivar albahaca, que alcanza allí precios astronómicos y tiene gran demanda por la abundancia de restaurantes italianos y por su auge en las tendencias locales de coctelería y alta gastronomía de lo más pijo.

 El NFT es un método hidropónico muy especial, pues su total carencia de sustrato lo haría ser considerado como “aeropónico sin bombas de spray”. La teoría clásica dice que lo suyo cuando te inicias en el cultivo de marijuana es empezar a hacerlo en tierra, porque es lo más fácil; luego se evoluciona a los hidropónicos (empezando por la fibra de coco, por la misma razón) y por último, cuando ya eres un virguero porque controlas mogollón por llevar años perfeccionando la jugada, pasas al cultivo sin sustrato, es decir, al aeropónico. Al cual incluso el personal de los growshops considera rizar el rizo, porque requiere bombas que “escupan” la solución nutriente a las raíces además de la/s necesaria/s para la recirculación de la solución nutritiva. Y porque los “kits” para reconvertir un sistema hidropónico a aeropónico son caros de narices en todas las marcas.

 Así, por ejemplo, en la que quizá sea la marca de equipos indoor más vendida en nuestro país, GH (General Hidroponics), el legendario Dutch Pot para 1 m2/12 macetas cuesta unos 330-350 euros en versión hidropónica, y 500-525 euros en versión aeropónica. Y el kit de conversión de hidro a aero sale por unos 200-250 euros, según el growshop en que lo compremos (1).

 (Aunque voy a romper una lanza a favor del aeropónico, aunque yo no lo haya usado nunca –aún-: hay auténticos y verdaderos “manitas” que construyen sistemas en aero por cuatro pelas usando bombas de acuario y tubos bien gordotes de los de las obras del gas –en la fugaz y extinta revista “El Mariguano”, que tenía formato LP-de-vinilo, salían unos reportajetes macanudos al respecto, de tíos que montaban un pedazo indoor de un sótano entero gastándose sólo 300 euros- (2). Pero además de tener zorra idea –para eso nos leéis ¿no?- hay que ser bricolador de verdad y además con afición, pero aunque se supone que todos los varones sabemos manejar una caja de herramientas mejor o peor (y las chicas, unas cuantas), la práctica demuestra que hay cada inútil por ahí, con pezuñas en vez de manos…).

 (Y voy a romper otra, leñe: al aeropónico se le acusa de ser muy “quimicorro”, pero si te da por ahí puedes utilizarlo con abonos ecológicos a tope, allá tú (3). Y hay purititos expertos en cultivo aero que consiguen dar a sus cosechas auténtico sabor de mariguana cultivada en tierra con estiércol de caballo. Es muy probable que el mejor en ello en toda España sea Fernando, el que llevaba el Homegrow de Majadahonda hasta que se lo pasó a su cuñado; ahora está montando con Carlos, el de Humo Azul de Alcorcón, un Banco de semillas de precios asequibles, Rebel Seeds, que está a punto de salir al mercado –de momento, ya tienen lista su Cinderella’2009-).

VALE, PERO ESO TAN RARO DE LA “PELÍCULA NUTRIENTE” ¿DE QUÉ VA?

 El principal problema para los no iniciados para comprender el funcionamiento del NFT es que el nombre lo pone todo un poco cuesta arriba, pero explicarlo es muy facilito y para eso me tenéis. La jugada va de cultivar nuestras adoradas plantas (u otras, aunque no coloquen… pero sí alimenten) dentro de tubos o bandejas por las que corra un chorrito de agua con nutrientes disueltos. Como dicho chorrito fluye cubriendo el fondo del interior de los tubos, se le llama “lámina” o “película” en vez de “hilito”, “chorrete” o “flujillo”.
 Ala, ya está ¿Era fácil de entender o no?

 Ahora puntualicemos. A diferencia del aeropónico clásico, aquí la circulación del agua se obtiene por medio de la gravedad terrestre, que además es gratis (aunque chunga si te caes de un edificio), y sólo hace falta una bomba para recircularla. O sea, no necesitas las bombas adicionales del aeropónico, las que escupen el agua con nutrientes a las raíces (y que se están atascando continuamente). Los tubos en cuestión suelen ser de un grosor interno de unos diez-doce centímetros, aunque los mejores son los de sección cuadrada o, mejor todavía, rectangular, para que la lámina de agua sea uniforme. No obstante, se usan más a menudo los de sección redonda (sobre todo en instalaciones agrarias grandotas) por ser más baratos y más fáciles de encontrar o reciclar, si vas a tirar de material usado (mi gran especialidad ¡Me llaman ContainerHunter por algo!).

 A los citados tubos se les hacen unos agujeros encima para insertar en ellos las plantas apenas creciditas, y mejor si sus incipientes raíces van en macetas de rejilla, y mejor aún si éstas llevan fundas Cocotek (aunque también pueden usarse cubos de lana de vidrio, borra de algodón…). Las raíces crecen por dentro de los tubos (y la planta, lógicamente, por fuera) en contacto directo con la solución de nutrientes, que corre por dentro de los tubos, cae en el depósito y una bomba (la única) vuelve a mandarla al principio del tubo, en ciclo cerrado, y vuelta a empezar. Y ahora, a que crezcan y cogollen como locas, a cosechar dentro de unos meses… ¡y a drogarse toca!

HÁBILES TRUQUITOS

 Y ahora atentos, gamberretes, que viene lo mejor. Porque lo bueno del NFT es que es muy ahorrativo en cuestión de nutrientes, ya que el agua enrriquecida que le sobra a las raíces vuelve al tanque para ser reutilizada una y otra vez, y que CUANTO MÁS ECONÓMICAMENTE LO USES, MEJOR FUNCIONA.
 Porque sus usuarios aseguran que la altura/grosor de la película nutritiva de marras da mejores resultados si no pasa de 3 mm, y los definen como “explosivos” si anda por los 1’5 mm. Y añado que la pendiente de los tubos es mínima, por el orden de los 5 grados en el transportador de ángulos que usabais en el colegio, por lo que necesitaréis un nivel de burbuja para daros cuenta de que no están horizontales, como parece a simple vista.

EN RESUMEN…

Para acabar, pormenoricemos las principales ventajas del NFT:

* Es fácil de instalar y usar.

* Es un sistema barato: sólo hacen falta los tubos (que encuentras en cualquier sitio), una bomba de agua y el tanque de nutrientes (te vale cualquier depósito); no requiere ningún tipo de sustrato que haya que comprar, manipular, enriquecer, reponer, desinfectar…

* La cosecha es mayor que con otros sistemas, porque las raíces están en continuo contacto directo con los nutrientes.

* Es un sistema estable, una vez que tienes el pH y el EC ajustados.

* La cantidad de desperdicios es mínima, ya que no hace falta ni tierra, ni sustrato hidropónico, ni fibra de coco, ni mapito, ni lana de vidrio… Los únicos sobrantes son los cubos de enraizamiento, baratísimos (bueno, vale, y las plantas muertas después de cosechar, como siempre. Pero siempre tienes la opción de compostarlas para otros usos, o parrilladas, la chimenea…).

* Ya que el agua está corriendo constantemente a través del sistema, los hongos y las bacterias proliferan mucho menos que en sistemas sin circulación de agua. Y si usas un filtro/purificador con lámpara de Utravioleta C mejor, pero sin olvidar que degrada los quelatos de hierro de los nutrientes y obliga, por tanto, a reponerlos en el tanque.

* Permite oxigenar y remover la solución nutriente del depósito con algo tan sencillo, rebarato y fácil de encontrar como una bomba de acuario y una piedra de acuario.

  Tiene pocas desventajas, así que no les pongo asteriscos *s. Una la comparte con todos los sistemas que usan tanque de nutrientes, incluido el cultivo en tierra: si el depósito tiene una fuga se mojará (incluso inundará) toda la habitación de cultivo.

  Otra es la dependencia del suministro eléctrico y el estado de la bomba de recirculación, porque si alguno de los dos falla las plantas mueren rápidamente porque no hay un sustrato para las raíces (lo cual también ocurre en el cultivo aeropónico, a fin de cuentas. En otro de los métodos de cultivo sin sustrato, el Bubbler-DWC/Deep Water Culture (Burbujeador-Cultura del Agua Profunda), sobre el cual también voy a escribir dentro de pocos números, la incidencia de dichas circunstancias es mucho menor).

 Eso sí, en un sistema bien llevado, sea del tipo que sea, estas desgracias no debería ocurrir nunca, a fin de cuentas un Indoor hay que tenerlo siempre vigilado ¿no? Y, salvo que seas garrulo/a terminal (conozco demasiados casos), lo suyo es que tengas una bomba de reserva por si la avería tiene lugar en fin de semana y no puedes comprar otra porque todas las tiendas están cerradas (y si vives en una zona apartada, con más razón aún). En el caso de que tengas la desgracia de habitar en algún sitio que sufra apagones eléctricos cada dos por tres, no te va a quedar más remedio que plantearte comprar un generador de emergencia… cultives o no.

 En el próximo número de esta gloriosa, ejemplar y sexy revista citaré las principales marcas de equipos NFT disponibles en la denominada España, junto a algún inventito bricolador y de manejo/mantenimiento. ¡Emoción, intriga, suspense! ¡Continuará!


(1)    No obstante, GH se debió dar cuenta de lo exagerado de la diferencia y sacó hace relativamente poco, medio año o así, su nueva gama “Panda” de pequeñas dimensiones, para ¾ de m2/8 macetas. El Panda de hidropónico sale a unos 300 euros, y el de aeropónico a unos 350. El “salto” de precios en esta gama es, pues, muy escaso. Lo que no tengo claro es si existe en ella un kit de conversión de hidro a aero, como lleva tan poco en el mercado…
(2)    “El Mariguano” se editaba en el País Vasco hace unos 5 ó 6 años, y sólo publicó dos números. Reconozco que controlo poco los ambientes growshoperos de Euskadi y no puedo dar muchos consejos al respecto. De donde sí que sé es de Madrid y allí/aquí la única oportunidad que tendríais sería acudir a la tienda más antigua y señera de paratos fumatorios y parafernalia mandanguera de la Villa y Corte, “A Todo Pulmón”, en pleno Rastro (C/de la Ruda, más concretamente) y preguntar a Fernando (alias “El Ruso”, histórico de la venta de papelillos exóticos desde hace más de 30 años él) si todavía queda alguno en el almacén mientras cruzáis los dedos. Y que tengáis mucha, mucha suerte, colegas.
(3)    En tal caso, yo recomendaría los diversos guanos líquidos de No Mercy Seeds, junto al Ortipur y los dos Alghemp y el Hemplex –para aplicación foliar- de los murcianos Trabe. Y quizá alguno más, como el imprescindible Hesi Vit o las vitaminas Pro-Active de B.A.C. Organics.

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Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.