En el condado de Mendecino, situado en el norte de California, Estados Unidos, es legal plantar en el jardín hasta 99 plantas de marihuana para consumo personal. Como en todo el estado, el uso medicinal del cannabis está permitido hace 14 años.

El procedimiento es sencillo. Tras pagar un impuesto de cultivo al sheriff por algo más de mil dólares, se recibe una especie de anillos que se colocan en el tallo de la planta, para demostrar que la cosecha cumple con los requerimientos legales.

Recientemente, agentes federales allanaron la casa de una mujer que usaba el cannabis para reducir los dolores de una enfermedad crónica, según le contó a BBC Mundo Steve Fox, del Proyecto para Políticas de Marihuana. Al ver el certificado oficial de la mujer, el agente de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) dijo: “A mí no me importa lo que dice el sheriff”, según relata Fox.

Fox denunció que últimamente, los agentes de la DEA han realizando redadas violentas en hogares y comercios que cumplen con las leyes de su estado. “Los agentes llegan por asalto, armados, destruyen las plantaciones de pacientes y salen dejando todo por el suelo”, agregó.

Según señala, esto ocurre a pesar de claras orientaciones del Departamento de Justicia de ese país, que en octubre de 2009 ordenó suspender las causas relacionadas con el cannabis en los 14 estados donde el uso terapéutico de la droga es legal.

Rusty Payne, vocero de la DEA, le dijo a BBC Mundo que esta acusación “no es más que una táctica que utilizan organizaciones como el Proyecto para políticas de marihuana, para asustar a las personas y que se sientan intimidadas por el trabajo que hace la DEA”.

“Nosotros hacemos cumplir la ley federal, y bajo esta ley la marihuana es ilegal en Estados Unidos. El gobierno de este país no reconoce la utilidad medicinal de la marihuana, sino que la asume como una sustancia peligrosa, y la ley federal prevalece sobre la ley estatal”.

“Nuestro objetivo no es perseguir a personas enfermas que usan la marihuana de forma personal. Nosotros perseguimos a grandes organizaciones que se dedican al cultivo, tráfico, y a redes de delincuentes. Nosotros creemos que éstas personas están violando ambas leyes, la estatal y la federal”.

La ley que predomina

Los estados estadounidenses son soberanos y cuentan con sus propias constituciones, gobiernos y regulaciones, que no pueden contradecir las leyes federales. En California, donde la marihuana está permitida bajo razones médicas, se estaría violando la ley federal.

William Kroeger es un abogado penalista de Los Ángeles que se dedica a defender casos relacionados con las drogas. Él cree que de aprobarse en noviembre la Proposición 19, que legalizaría la marihuana en California para fines recreativos, el impacto sería mínimo.

“Las cosas no van a cambiar mucho si la droga se legaliza porque sería solo para uso personal. La mayor diferencia sería que se creará un proceso para su distribución y cultivo. Además, las cantidades que puedes plantar estarían limitadas”, dijo Kroeger a BBC Mundo.

“Llevamos 14 años modificando la ley para su uso médico, y aún hay detalles que no están claros. Si la Proposición 19 se aprueba, cada uno de los condados deberá adoptar sus propias reglas y procedimientos. Por eso no creo que sea un proceso de un día para otro. No es tan simple”.

Pero a nivel nacional, el letrado sí considera que su impacto se sentirá en todos los estados de la Unión, y en el Congreso de EE.UU.

De las urnas a la corte

“Si California vota a favor de legalizar la marihuana, creo que en un período de entre 2 a 4 años veremos de entre 13 a 15 estados seguir sus pasos”, comenta Kroeger a BBC Mundo.

“Si se aprobara, yo creo que el gobierno federal va a apelar. No creo que se queden de brazos cruzados o que se conformen con legalizarla a nivel federal o de país. El gobierno ha tomado partido en esto y para ellos no debe ser legalizada”, agrega Kroeger.

Kroeger ha defendido a personas que usan la marihuana para controlar la ansiedad, la depresión, para abrir el apetito a quienes no pueden comer. Señala que, de legalizarse esta droga, disminuirían las ventas de fármacos, porque los efectos curativos del cannabis se extenderían.

“Este es uno de los factores por los cuales no creo que se apruebe en el Congreso de Estados Unidos. El papel que juegan las empresas farmacéuticas tanto en la economía como en la política serían un lastre para aprobar una ley que liberalice el uso del cannabis”.

Retos legales

Pero si se legaliza y se aprueba su cultivo al por mayor, distribución y comercialización, los expertos consultados por BBC Mundo, sea cual sea su postura sobre la legalización, concuerdan en los posibles efectos secundarios.

Sue Rusche, presidenta de la asociación Familias en acción, reconoce que el crimen relacionado con el contrabando ilegal desaparecería, pero especula que aumentarían delitos como el abuso de menores o la violencia doméstica, así como la conducción de vehículos bajo los efectos de la droga.

El aumento del turismo relacionado con la droga e incluso la posible migración hacia California de quienes quieran vivir de este negocio es otra de las grandes interrogantes de este proceso legal. Si una libra de marihuana se vende en el condado de Mendecino por US$1.500, y en Georgia por US$4.200, las cifras lo dicen todo.

Otra de las grandes áreas legales que deberá esclarecerse de aprobarse la Ley tiene que ver con las grandes compañías farmacéuticas, agrícolas y tabacaleras.

“Todos parecen estar de acuerdo en que las grandes compañías tabaqueras están esperando a la sombra a que se apruebe la ley, para dar el paso y apoderarse del mercado”, comentó el abogado William Kroeger.

Con todos estos retos sobre la mesa, los californianos deberán votar el próximo 2 de noviembre.

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