Los clubes sociales de cannabis son asociaciones dedicadas a suministrar cantidades limitadas de marihuana a sus miembros, quienes pueden consumirla por diversos motivos, entre ellos los terapéuticos. En nuestro foro se ha abierto un tema sobre una asociación de este tipo, a fin de distribuir cannabis a los socios (ver aquí).

Los CSCs son asociaciones sin ánimo de lucro que organizan el cultivo profesional, colectivo de cantidades muy limitadas de cannabis, apenas bastante para cubrir las necesidades personales de sus miembros. El cultivo, el transporte, la distribución y la consumición tendrían que ser sometidos a los controles de seguridad y de calidad, todos esto sin publicidad, ni carteles, ni escaparates .

Los miembros financian este sistema por subscripción según sus necesidades. No habría ningún negocio posible. No se permitirá vender ninguna hierba y los miembros deben comprometerse en no incitar a nadie a consumir, sobre todo a los menores de edad.

Un proyecto de Europeos

Hoy en día hay CSCs activos en España y Bélgica. La asociación “Trekt Uw Plant” (“Haz tu planta”) que ha sido creada por consumidores de cannabis en Amberes está comenzando su primera plantación colectiva. De acuerdo con la política belga federal la plantación de una planta hembra se tolera, aunque no sea totalmente legal. Instalando una plantación colectiva “Haz tu planta” intenta solucionar el problema de mucha gente que no puede cultivar.Esta acción también va por un mejoramiento de la seguridad legal para el cultivo de cannabis, reducción del mercado negro, consumición de los menores de edad y en la protección sanitaria del consumidor. Desde la decisión positiva en abril de 2006 en Bilbao en favor de una iniciativa similar, la asociación Pannagh, varios grupos de consumidores de cannabis ha comenzado su trabajo bajo supervisión de las autoridades españolas. En los E.E.U.U. y en Canadá existen cultivos colectivos para los usuarios médicos. Estos cultivos, sin embargo, están funcionando de una manera menos transparente que este modelo.

Un modelo flexible

En varios países, se ponen algunas iniciativas con un modelo similar. Todo depende de la legislación y la práctica política, los CSC pueden crearse bajo distintas formas. En los países o las regiones los más progresistas, estos círculos privados de usuarios podrán también ofrecer a sus miembros un espacio abierto al consumo de cannabis, a cambio de una separación de los mercados de los estupefacientes y de un alto nivel de prevención y asistencia para los usuarios problemáticos. Estos lugares favorecerán su detección precoz. El principio asociativo sin ánimo de lucro lo garantiza mas que en los negocios donde el responsable o los empleados no promoverán el consumo. La cantidad limitada por persona contribuye también.

Una alternativa creíble

Las ventajas del Cannabis Social Club son numerosas. En primer lugar, este modelo permite la gestión de la producción para consumo personal y la distribución sin comercio ni importación/exportación de cannabis. No es contrario a los convenios internacionales. Al dar la posibilidad a adultos de auto-abastarse en cannabis, este mercado va a convertirse en más transparente. Se utilizarán mejores métodos para la Salud Pública y el medio ambiente para cultivar el cannabis. El mercado negro va a disminuir con los problemas vinculados: aumento del nivel de THC, productos de adulteración , precios elevados, violencia, venta a los menores, molestias publicas… Las autoridades podrán establecer un marco razonable y controlar los CSC durante el proceso entero, desde el cultivo hasta el consumo. Los CSC pueden producir empleos y compras oficiales de las cantidades considerables de mercancías y servicios que se imponen y se tasan . Este sistema puede proporcionar rápidamente a los consumidores una alternativa al mercado negro.

Para mostrar nuestra determinación, comenzemos ,en todos los sitios donde eso parece posible , experiencias : Energías renovables, cultivo biológico, selección genética razonable, información sobre los productos, cantidad individual realista, cuota mensual, cultivo y distribución discretos y asegurados, sin publicidad, contratación de los miembros por patrocinado para limitar el número de miembros y la infiltración de elementos perturbadores… esas son las bases concretas para comenzar una acción indispensable.

Para acabar con el caso cannabis

La producción y la distribución cooperativa del cannabis proporcionarían directamente cerca de 200.000 empleos , tiempo parcial y empleos estacionales en cada pais. Los sueldos, las tasas y los impuestos del sector ingresarían mil millones de euros en la economía oficial, constituyendo así un innegable factor de crecimiento. Los jóvenes y los menos jóvenes usuarios de cannabis no tendrían ya la impresión de ser enfermos bajo tutela o criminales. Es necesario cambiar el estatuto jurídico del cannabis. ¿Cómo pasar de una prohibición total a una regulación del mercado que protege la salud y la seguridad pública garantizando al mismo tiempo un impacto socio económico muy positivo?

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