La Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo ha reabierto hoy sus puertas después de que los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana detuvieron a mediados de enero a sus cuatro responsables acusados de vender marihuana en el establecimiento.

Según ha explicado a Efe el abogado de la entidad, Martí Cànaves, el establecimiento ha reabierto esta tarde sus puertas porque el juez de Barcelona que instruye el caso -en el que la fiscalía se ha inhibido- no ha adoptado ninguna decisión en su contra ni les ha prohibido que vuelvan a abrir el local La entidad, que está inscrita en el Registro de Asociaciones de la Generalitat, cuenta con unos 1.400 socios, de los cuales una buena parte son enfermos que consumen la marihuana con fines terapéuticos, según el abogado.

Los Mossos y la Guardia Urbana detuvieron a mediados de enero a los cuatro responsables de la asociación, entre ellos a su presidente, Vojislav D., por utilizar el local para vender marihuana, pese a estar prohibido.

No obstante, la asociación defiende que no venden droga en el local y que lo que realmente figura en el atestado policial es que los agentes sorprendieron a una persona ajena a la asociación tras recoger el cannabis con el carné de socio.

Por este motivo, los responsables de la asociación están investigando si algún socio incumplió el contrato con la entidad, para depurar posibles responsabilidades, ya que, al ingresar en este club, los abonados se comprometen a un uso personal y privado de la marihuana.

En el registro, los agentes se incautaron de unas 200 bolsas, con dos kilos de marihuana, que según las fuerzas policiales estaban listas para su venta.

Según el abogado, esta no es la primera vez que el presidente de la entidad es detenido por los Mossos, porque en otra ocasión, ya fue arrestado cuando fue sorprendido llevando paquetes de marihuana de su central en Barcelona a una sucursal que tienen en la comarca barcelonesa del Garraf, un caso que aún está en fase de instrucción.

Esta entidad, que no tiene ánimo de lucro, tiene como único fin según sus estatutos el cultivo de marihuana para el consumo único y exclusivo de sus socios, todos ellos registrados, que pagan una cuota para el cultivo colectivo y satisfacen una aportación en función de su consumo trimestral.

A diferencia de otros clubes parecidos, esta entidad ha tributado desde el principio de sus actividades el IVA del 15% del precio del cannabis repartido entre sus asociados, lo que ha supuesto que la Hacienda Pública haya ingresado más de 20.000 euros en impuestos, según el letrado.

Además, Cànaves ha defendido que el auge de este club ha permitido generar puestos de trabajo -hay cuatro empleados con contrato- y también ha ayudado a combatir el tráfico ilegal de marihuana en los alrededores del establecimiento.

La entidad atribuye el “acoso policial” al que se han visto sometidos al cambio de gobierno en Cataluña -que ha pasado del tripartito de izquierdas a estar liderado por CiU- y al hecho de que sus dirigentes, a diferencia de lo que ocurre con otras entidades parecidas, son extranjeros.

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