La política “cero-tolerancia” del ex presidente estadounidense Ronald Reagan, que resultó en leyes estrictas y condenas severas a la posesión de mariguana, se quiebra poco a poco.

¿Qué diría ahora Reagan si supiera que el consumo de la marihuana será legal a partir de 2014 en Colorado, y que aparte se pagará un impuesto de hasta 15% por ella? 

Seguro no reaccionaría igual que muchos amantes del jazz o hippies que en las décadas de 1950 y 1960 tomaron esa droga como símbolo de libertad y al mismo tiempo de desobediencia.

La marihuana se abre paso cada vez más a nivel mundial, y la legalización de su consumo es utilizada como una estrategia de combate al narcotráfico y, en Colorado, como una forma de recaudar fondos para la construcción de escuelas.

El 5 de noviembre pasado los electores en Colorado aprobaron mediante voto popular el nivel de impuesto al uso recreativo de la marihuana, ya avalado en referendo el año pasado.

Conocida como la Propuesta AA, la medida obtuvo 65% de votos a favor contra menos de 35% en contra. Acordaron la creación de un gravamen de 15% sobre la venta al por mayor de esa droga y otra adicional de 10% sobre el precio al por menor.

La venta de marihuana ya está sometida a una tasa estatal de 2,9%, y a un impuesto local de 3,5% en Denver, Colorado.

“Hay drogas legales como el alcohol y el tabaco que están incluidas en materia de impuestos, un paquete de cigarros, por ejemplo, tiene un componente de 70 u 80% de impuesto. 

Las drogas legales son de rendimiento en materia de impuesto”, consideró José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en entrevista con Excélsior.

El uso de la cannabis con fines medicinales y por prescripción médica queda libre de impuesto en Colorado, los que sí deberán hacer ese pago serán quienes la usen con fines recreativos.

Estados Unidos ya avanzó en esa materia y Colorado y Washington se convirtieron este año en los primeros estados en el país vecino en legalizar el consumo de mariguana con fines recreativos.

Aunque otros países de América también han sometido a debate la despenalización de esa droga, los estadounidenses han sentado las bases en materia de leyes. 

“En este país (EE.UU.) los mecanismos de discusión son siempre más abiertos, es una realidad, uno no se puede quejar de su disposición a discutir todos los temas de la manera más abierta posible”, destacó Insulza.

De hecho, ya hace 20 años que economistas, sociólogos y otros partidarios de la despenalización de la marihuana defienden los beneficios que tendría ese proceso, indicó a este diario el secretario general de la OEA, durante una entrevista telefónica. 

Insulza recordó al ya fallecido Premio Nobel de Economía 1976 Milton Friedman, quien siempre destacó las ventajas y desventajas de esta iniciativa.

Friedman, a quien se consideró como el líder de la escuela económica monetarista de Chicago, comentó en una entrevista con el periodista Randy Paige que “América tendría la mitad de prisiones, la mitad de reclusos, diez mil homicidios menos al año, ciudadanos que podrían ser respetables que son ahora adictos no convirtiéndose en criminales para obtener su droga, pudiendo obtenerlas con garantías de calidad”.

Bajo la prohibición de las drogas han aumentado las muertes por sobredosis o por sustancias adulteradas, subrayó Friedman a Paige, de acuerdo con el portal Liberalismo.com.

Pese a los avances en ese ámbito, el presidente estadunidense, Barack Obama, ha reiterado que “la legalización no es la respuesta” al combate a las drogas.

Uruguay no se queda atrás

El gobierno y el Parlamento uruguayo ratificaron a principios de este mes su voluntad de legalizar la compraventa y el cultivo de mariguana en el país, pese a la oposición de Brasil, su socio en el Mercado Común del Sur (Mercosur), manifestada por una delegación oficial.

En Uruguay el consumo de mariguana no está penado por ley, pero sí su venta y cultivo.

El pasado miércoles, la Comisión de Salud del Senado ratificó el proyecto de regulación de la compraventa y cultivo de la mariguana que había sido aprobado anteriormente en la Cámara de Diputados, quedando a un paso de su total aprobación.

El proyecto impulsado por el presidente José Mujica, legaliza la compraventa y el cultivo de la droga, y establece la creación de un ente estatal regulador que emitirá licencias y controlará su producción y distribución.

Los consumidores previamente registrados podrán comprar cannabis en farmacias especialmente habilitadas a partir del segundo semestre de 2014, hasta un máximo de 40 gramos por mes, o cultivar en casa hasta seis plantas que produzcan no más de 480 gramos por cosecha.

“Los uruguayos no hablan de legalización, hablan de una medida de control y de una especie de comercio depurado”, manifestó Insulza.

El funcionario recalcó que “no hay evidencia concluyente de que despenalización de drogas haya producido un aumento en el consumo”.

Agregó que en cada país los mecanismos para regular el tema de la droga son diferentes, pero que no se han evidenciado cifras de aumento o disminución del consumo de las mismas.

El tema de la marihuana tiene muchos puntos a tratar, incluso que se consuma en el mismo país en donde se produce, “algo que ocurre más que con la cocaína”, señaló Insulza.

Buscan otro enfoque

De acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2012 de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, “la marihuana es la sustancia ilícita más consumida mundialmente: existen entre 119 y 224 millones de consumidores de cannabis en todo el mundo y su demanda se mantiene estable”.

La ley internacional de control de drogas, regida por la Convención Internacional Antinarcóticos de 1961, limita el uso de drogas narcóticas —incluyendo la marihuana— exclusivamente para uso médico.

Aunque la marihuana se entiende como una droga en la mayoría de los países, no todos la consideran ilícita ni prohíben su consumo.

Para el informe reciente que realizó la OEA sobre el uso de las drogas “la gente que habló de la legalización fue muy poca. 

En realidad hablaron de la legalización del consumo de la marihuana; es gente a favor, pero que no necesariamente es la mayoría”, aseveró el titular de ese organismo.

La OEA apunta a la “necesidad de darle un enfoque de salud pública, que no signifique criminalizar a los usuarios, sino tratarlos”, dijo.

Insulza consideró que es negativo mandar a los enfermos a la cárcel, pues la drogadicción es una enfermedad, y van a trabajar ese tema con miras a la Asamblea General sobre las drogas de 2016, pues muchos Estados abordan la problemática como un aspecto de criminalidad y no de salud, abundó.

México es otro de los países que abrió el debate sobre esa droga. Colombia habla de ventajas y desventajas.

De acuerdo con el Informe Mundial 2012 de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, el volumen de consumo mundial de drogas ilícitas se mantuvo estable durante cinco años hasta finales de 2010 entre 3,4% y 6,6% de la población adulta. 

Sin embargo, entre 10% y 13% de los usuarios siguen siendo consumidores problemáticos con drogodependencia y/o trastornos relacionados con el consumo de drogas.

A nivel mundial, las dos drogas ilícitas de mayor consumo siguen siendo la cannabis (prevalencia anual mundial entre 2,6% y 5%) y los estimulantes de tipo anfetamínico, excluido el éxtasis (0,3% a 1.2%).

Hasta ahora, la cannabis sigue siendo la droga ilícita de menor costo, pero con la legalización de su consumo ese estatus podría cambiar.

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