Fue un maestro de la literatura universal que perteneció esporádicamente al Club de los “Hashichines“. Tuvo una vida agitada en una Francia convulsa. Se dedicó a la novela en la segunda mitad del siglo XIX. Está considerado uno de los mejores novelistas occidentales y es conocido principalmente por su novela Madame Bovary, y por su escrupulosa devoción a su arte y su estilo, cuyo mejor ejemplo fue su interminable búsqueda de ‘la palabra exacta’.

© Isidro Marín Gutiérrez

Biografía

Gustave Flaubert era el segundo hijo de Achille Cléophas Flaubert y de Anne Justine de familia pequeño burguesa católica de antepasados protestantes. Su padre era cirujano jefe del Hospital de Ruan y su madre estaba emparentada con algunas de las más antiguas familias de Normandía y era hija del médico Pont-Eveque. Nació en 1821 y pasó una infancia triste, dos de sus hermanos murieron a corta edad y estuvo marcado por el ambiente oscuro donde vivía.

En 1832 ingresó en el Colegio Real de Ruan. Siguió sus estudios en el colegio y el instituto de Ruan sin muchas ganas. Era considerado un vago; pero le encantaba leer libros. Conoció a Ernest Chevalier con quien fundó en 1834 un diario manuscrito llamado Arte y Progreso. Fue expulsado por indisciplina y en el verano de 1836 conoció a Elisa Schlesinger que le dejará una profunda impresión hasta el final de sus días.

Licenciado en 1839, en agosto de 1840 superó el examen de Bachillerato. En el sorteo para el servicio militar tuvo suerte y resultó exento. Sus padres lo enviaron a París para que estudiara Derecho y fuera un afamado abogado pero él no quería salir de su pueblo. Flaubert por aquel entonces estaba lleno de vigor, aunque era algo tímido, era gracioso, muy entusiasta e individualista y aparentemente no tenía ninguna ambición. Hizo amigos en las calles de París llevando una vida de bohemia, de noches de hachís y dedicado a la escritura. Conoció al escultor James Pradier o al escritor Maxime Du Camp. Fue gran amigo de Víctor Hugo y a finales de 1840 viajó con él por los Pirineos y Córcega. De vuelta a París seguía perdiendo el tiempo soñando despierto, viviendo de las rentas que le daban sus padres. Flaubert asistía al Club de los Hachichinos con los hermanos Goncourt, Sainte-Beuve, Baudelaire y Théophile Gautier.

En 1844, Flaubert dejó los estudios de Derecho con el pretexto de reponerse de un acceso de epilepsia, mal que siempre se esforzó en ocultar, y abandonó París para regresar a Croisset, cerca de Ruan, donde vivió con sus padres. Se sentía más feliz viviendo en la serenidad del campo que al agobio de la ciudad. Croisset se convirtió en el hogar de Flaubert hasta el final de sus días. Y en París dejó todos los excesos cometidos en la capital, entre ellos el hachís. En 1846 murieron su padre y su hermana, dos meses después de que enfermaran. Flaubert se hizo cargo de su sobrina. Su padre le dejó una herencia valorada en 500.000 francos, toda una fortuna. Así que comenzó a vivir de las rentas y dedicarse por entero a la escritura.

Flaubert y Louise Colet

Comenzó una relación por carta con la poetisa Louise Colet, que duró diez años. Esta relación fue el único episodio sentimental de cierta importancia en la vida de Flaubert, que nunca se casó pero que le gustaban las mujeres. En esta relación postal comunicaban las sutilezas de la lengua francesa o los puntos de vista sobre la relación entre hombres y mujeres. Flaubert era una persona vigorosa y practicaba la natación, la esgrima, la equitación o la caza. En París asistió con su amigo Louis-Hyacinthe Bouilhet a la Revolución de 1848, que observó con una mirada muy crítica. Durante el Segundo Imperio Francés frecuentó los salones parisinos más influyentes y entre otros se relacionó con la escritora George Sand.

Etapa productiva

Entre 1848 y 1849, escribió la primera versión de La tentación de San Antonio. Con Máxime du Camp, recorrió la región de Bretaña en 1846 y realizó un largo viaje en el que visitó Italia, Grecia, Egipto, Jerusalén y Constantinopla. Este viaje causó una gran impresión en la imaginación de Flaubert. En su diario contaba todo lo que le sucedía, desde el deslumbrante río Nilo hasta su asistencia a los burdeles de cada ciudad. Estos escritos posteriormente los utilizará para su novela de Herodías. Ya no volvió a viajar más y desde entonces, y salvo ocasionales visitas a París, no volvió a abandonar Croisset.

De regreso de su viaje a Oriente, en 1851 empezó a escribir Madame Bovary alentado por sus amigos Boilhet y Maxime Du Camp. Anteriormente había escrito la novela La tentación de San Antonio, pero no quedó contento con el resultado. Necesitó cuatro años y medio para escribir Madame Bovary, que fue publicada por primera vez en formato de folletín en la Revue de París, en 1857. Las autoridades iniciaron acciones legales contra la editorial y Flaubert, acusados de atentar contra la moralidad, pero fueron declarados inocentes gracias a sus vínculos con la emperatriz y las habilidades de su abogado. Mientras que el poeta Baudelaire, fue condenado por el mismo tribunal por las mismas razones por su obra Las flores del mal. Desde la publicación de Madame Bovary Flaubert continuó una correspondencia con Marie-Sophie Leroyer Chantepie, una mujer de letras que vivía en Angers, y dedicada en cuerpo y alma a los pobres.

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Cuando Madame Bovary apareció en formato de libro recibió una cálida acogida. Flaubert pudo costearse una visita a Cartago, en la actual Túnez, entre los meses de abril y junio de 1858, a fin de documentarse para su próxima novela, Salambó, que no terminó hasta 1862. La novela fue un éxito inmediato. La trama de Salambó es ficticia pero se alimenta de textos clásicos de Polibio, Apiano, Plinio, Jenofonte, Plutarco e Hipócrates. Salambó es una novela histórica que evoca a la antigua Cartago en la rebelión del siglo III a.C.

Hasta entonces la vida de Flaubert había sido relativamente feliz, pero pronto sufrió una serie de desgracias. Durante la Guerra franco-prusiana en 1870-71, soldados prusianos invadieron Francia y ocuparon su casa. Flaubert comenzó entonces a padecer enfermedades nerviosas. Poco a poco la muerte o la incomprensión lo alejaron de sus amistades. Durante la guerra se refugiaron Flaubert, su madre y su sobrina más al sur de Francia. La situación precaria hizo que en 1872 perdiera a su madre, y su hasta entonces, buena situación económica empeoró. Su sobrina, Commonville, cuidaba cariñosamente de él. Vendió su granja y se fue a vivir a un apartamento en París. En ese momento, entabló una relación de íntima amistad con George Sand, con la que mantuvo una correspondencia de inmenso interés artístico, y de vez en cuando se veía con sus conocidos parisinos, Émile Zola, Alphonse Daudet, Turgenev, Edmond Rostand y Jules Goncourt; pero nada indicaba la proximidad de la muerte de Flaubert, sumido en la desolación y la melancolía. Pero no dejaba de trabajar con la misma entrega de antaño. La tentación de San Antonio fue publicada en 1874. En ese año recibió un gran desengaño a causa del fracaso de su obra de teatro El candidato. En 1877 Flaubert publicó en la editorial Charpentier Tres cuentos («Un corazón sencillo», «La leyenda de San Julián el Hospitalario» y «Herodías»). Pasó el resto de sus días trabajando incansablemente hasta su muerte.

Sus últimos años fueron empañados por la muerte de sus amigos y familiares más cercanos, también por las dificultades financieras y por problemas de salud. Flaubert envejeció rápidamente a partir de 1870, y parecía un anciano cuando falleció en 1880, a la edad de 58 años. Murió repentinamente el 8 de mayo de 1880 abatido por una hemorragia cerebral en Croisset. Su entierro fue en el cementerio de Ruan al que asistieron muchos escritores importantes que lo reconocieron como su maestro: Émile Zola, Alphonse Daudet, Edmond de Goncourt, Théodore de Banville o Guy de Maupassant.

Su obra

El carácter de Flaubert era bastante “raro”. Por un lado era muy tímido pero por otro era arrogante. Parece como si existiesen en él varias personalidades. Podía pasar del silencio más absoluto a una ruidosa verborrea sin parar ni para coger aire. Le gustaba estar solo y no rodearse de nadie. A nivel físico tenía un cuerpo atlético pero padeció una molesta epilepsia desde la infancia. A nivel mental tenía una neurosis y estaba obsesionado con la escritura. Un día tenía sus depresiones y al otro estaba entusiasmado con cualquier pequeña cosa, por ejemplo leyendo a los clásicos. Este rudo gigante fue poco a poco picado y carcomido por la soledad y los disgustos de la vida y, sobre todo, la guerra. Su odio antiburgués comenzó en su infancia y se convirtió en una gran manía. Despreciaba tanto la vulgaridad, la mediocridad, el adocenamiento, el materialismo y sobre todo los hábitos burgueses.

Flaubert fue contemporáneo de Baudelaire, y como él, ocupaba una posición clave en la literatura del siglo XIX. En su época fue rechazado, por razones morales, y admirado, por su fuerza literaria, al mismo tiempo, en la actualidad es considerado como uno de los mayores novelistas de su siglo, destacando sus obras Madame Bovary y La educación sentimental (un fracaso literario). Flaubert se sitúa entre la generación romántica, la generación realista de Stendhal y Balzac, y la generación naturalista de Zola y Maupassant. Su vasta correspondencia con Louise Colet o George Sand es de un gran interés humano y literario. Su mirada un tanto irónica y pesimista hacia la humanidad le convertirán en un gran moralista.

Relación con el cannabis

Entre sus obras se encuentra Madame Bovary (Flaubert se había inspirado en una dama que solía frecuentar el Club de los Haschichins). Esta novela la comenzó en 1851 y no la terminó hasta 1856. La obra fue juzgada por insultar la moral pública y religiosa y las buenas costumbres. El argumento trata de Charles Bovary que se casa con una viuda rica. A la muerte de esta última se casa de nuevo con una mujer joven, Emma Rouault, educada en un convento y que vive en la granja con su padre. Emma es seducida por Charles y se casa con él. Ella fascinada por las novelas románticas, sueña con otra vida, despreciando a su marido, dejando su rol materno y reuniéndose con amantes despreciables que derribarán su familia. Encontramos dentro de la obra Madame Bovary ciertos pasajes que nos hacen pensar que Flaubert consumía distintas sustancias. En su obra leemos:

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‑ ¡Qué raro! ‑replicó el farmacéutico‑. Pero es posible que los albaricoques fuesen la causa de este síncope ¡Hay natu­ralezas tan sensibles frente a ciertos olores!, e incluso sería un buen tema de estudio, tanto en el plano patológico como en el fisiológico. Los sacerdotes conocían su importancia, ellos que siempre han mezclado aromas a sus ceremonias. Es para en­torpecer el entendimiento y provocar éxtasis, cosa por otro lado fácil de obtener en las personas del sexo débil, que son más delicadas. Se habla de quienes se desmayan al olor del cue­ro quemado, del pan tierno…

‑ ¡Cuidado, que no se despierte! ‑dijo en voz baja Bovary.

‑Y no sólo ‑continuó el boticario‑ los humanos están expuestos a estas anomalías, sino también los animales. Así, usted no ignora el efecto singularmente afrodisíaco que produce la nepeta cataria, vulgarmente llamada hierba de gato, en los felinos; y por otra parte, para citar un ejemplo cuya autenticidad garantizo, Bridoux posee un perro al que le dan convulsiones cuando le presentan una tabaquera. Incluso hace la experiencia delante de sus amigos, en su pabe­llón del bosque Guillaume ¿Se podría creer que un simple estornutario pudiese ejercer tales efectos en el organismo de un cuadrúpedo? Es sumamente curioso, ¿no es cierto?”

En La tentación de San Antonio en donde la influencia del hachís está clarísima, confesó que el hachís le había despertado un gran anhelo. Según otras investigaciones la fuente de las visiones del Santo es producida por el cornezuelo (Plant, 2001:133). Flaubert padecía una enfermedad nerviosa que le hacía tener alucinaciones abstractas cuando estaba redactando La tentación de San Antonio. Escribió:

“Cada ataque era una especie de hemorragia del sistema nervioso”, “Era como pérdidas esenciales de la facultad pictórica del cerebro, cien mil imágenes de una vez, que estallaban como si fueran fuegos artificiales” (Plant, 2001:248).

Utilizaba un hachís muy potente proporcionado por Gastinel el químico. Gastinel era farmacéutico de El Cairo y preparaba un extracto verde, que llamó Achichina, soluble en alcohol, éter y cloroformo, y activo a las mismas dosis que la Cannabina de Decourtive, siendo de composición muy parecida.

Flaubert era amigo del poeta Baudelaire, ambos pertenecían al Club del Hachís y ambos sufrieron la condena de la Justicia por sus obrar pero le critica por la condena que hizo sobre el opio y el hachís (Dimoff, 1948: 314). Gustav afirmaba:”Yo hubiera preferido que usted no hubiera acusado al hachís y al opio de los excesos. Las drogas no son las malas, sino su mala utilización”. Poco antes de su muerte, Flaubert había empezado a perfilar una novela titulada La Spirale, basada en las descripciones de Baudelaire sobre los efectos del hachís. En sus notas de la novela describe a un héroe atormentado en el que es confinado en un manicomio. Él era un pintor. La causa de su locura es el hachís, un hábito adquirido durante su visita a los territorios musulmanes y una imaginación excepcional y una disposición para la fantasía. Saturado por su consumo de hachís su cerebro comienza a fabricar visiones y lo deja en un estado de sonambulismo permanente que lo hace insensible al dolor. La imagen de la espiral alude a sucesivas pruebas que jalonan su inclinación. La moraleja de todo esto es que el bienestar consiste en estar loco, considerar como presente el pasado y el futuro.

Bibliografía

  • Dimoff, P. (1948) Autour d’un proyect de roman de Flaubert: La Spirale Rev. d´Histoire et de Literature 48
  • Fuentes del Pilar, J.J. (1999) El club del hachís. Miraguano Ediciones. Madrid
  • Plant, S. (2001) Escrito con drogas. Ediciones Destino S.A. Barcelona
  • Flaubert, G. (2012). La leyenda de San Julián el hospitalario. Edición, traducción y prólogo (“El último romántico”) de Ricardo Silva-Santisteban. Lima-Ica: Biblioteca Abraham Valdelomar. Colección La Fuente Escondida; 2.
  • Dumesnil, R. y Zola, E. (1994). A propósito de Gustave Flaubert y su obra. Grupo editorial Norma. Santafé de Bogotá.

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.