En esta segunda parte de extractos personalizados a medida, haremos diferentes combinaciones con mayor o menor cantidad de cannabinoides. Además, a estos extractos le añadiremos perfiles terpénicos, para que el efecto sea el ideal según nuestras necesidades; sin olvidarnos de daros las claves para vaporizar este tipo de extractos de forma correcta.

por Raro Genetics

¿Cómo haremos los extractos?

Como ya os contamos en la primera parte de esta guía, la base para realizar nuestros extractos personalizados será una extracción rica en THC, extraído mediante la técnica del “hachís al agua”, conocido comúnmente como Bubble Hash. De esta forma, nos aseguramos un alto contenido en THC. Además, este tipo de extracción suelen ser muy sabrosa, por lo que está cargada de terpenos, los cuales nos ayudarán a obtener el efecto final deseado. A este extracto, el cual denominaremos “base”, le iremos añadiendo otros cannabinoides (CBG y CBD) en diferentes proporciones según nuestras necesidades, enriqueciendo la extracción al final con un sutil toque de perfiles terpénicos.

Lo primero que debemos tener claro es cuál será la base que utilizaremos, ya que esta base puede condicionar en gran medida el efecto final. Lo ideal es utilizar una extracción elaborada a partir de un híbrido 50/50 (índica/sativa) para que nos sea más fácil conseguir el efecto buscado. En nuestro caso hemos usado un extracto de Critical 47 con entorno al 50 % de THC sin superar el 1 % en otros cannabinoides. Normalmente, los extractos de este tipo suelen rondar desde el 40 hasta un 70 % de THC, según la cepa y técnica usada. De ahí que sea más o menos importante conocer la cantidad aproximada de THC y otros cannabinoides presentes en nuestra base. Para ello, podemos hacer un análisis personal en un laboratorio o hacerlo de forma colectiva como suelen hacer las asociaciones cannábicas.

Para llevar a cabo esta mezcla (en mi caso para elaborar las tres mezclas que uso) necesitaremos:

  • 2 gramos de Bubble Hash rico en THC.
  • 0,5 gramos de CBG Crystals (99.9 % de CBG).
  • 0,5 gramos de CBD Crystals (99 % de CBD).
  • Papel de hornear o silicona de grado alimenticio.
  • Rodillo de amasar (podemos usar algo similar).
  • Báscula de precisión.
  • Perfiles terpénicos.
  • Dabber
  • Tres recipientes para guardar el extracto.

Aunque la cantidad de extracto que pongamos, rico en uno u otro cannabinoide, dependerá del efecto buscado, la técnica básica para elaborarlos sería: colocar un trozo de papel de horno sobre una superficie cómoda, en la que podamos trabajar. Sobre este papel colocaremos la cantidad deseada Bubble Hash (pesado previamente, al igual que haremos con los otros extractos) y taparemos la extracción con papel de horno, a modo de sándwich. Con la ayuda del rodillo, extenderemos la extracción lo máximo posible, formando una fina lámina. Quizás tengamos que estirarlo más de una vez. Una vez estirado, pondremos primero los cristales de CBD, ya que el CBG es un cannabinoide más sensible cuando se trabaja con él. Doblaremos por la mitad la extracción (dejando en el centro los cristales) y la estiraremos hasta conseguir una lámina similar a la obtenida la primera vez. Una vez conseguido esto, repetiremos el mismo proceso para añadir los cristales de CBG. Es importante que la temperatura de la extracción no supere los 30 grados Celsius durante el proceso para no maltratar los terpenos y cannabinoides más sensibles al calor.

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Una vez realizada la mezcla, colocaremos el extracto en un recipiente hermético, donde le agregaremos una gota de perfil térpenico, y la dejaremos reposar. Podemos poner algo más de cantidad, pero sí la extracción ya es sabrosa, no es necesario. Es importante dejar reposar el extracto al menos durante 24 horas, ya que, de no ser así, los terpenos no se amalgamarán de forma correcta con los extractos.

Para cada ocasión, una proporción

Ahora que ya tenemos claro cómo elaboraremos nuestros extractos, debemos saber por qué hay que añadir uno u otro cannabinoide según nuestras necesidades. Lo primero que cabe destacar respecto a la proporcionalidad de uno u otro es que el uso de varios cannabionides (en una cantidad notable) hará que, gracias al efecto séquito, se potencien. Por ello, estos extractos siempre tendrán un efecto superior si lo comparamos con extractos ricos sólo en un cannabinoide.

Otro punto muy a tener en cuenta es que la mayoría de consumidores estamos acostumbrados a grandes porcentajes THC en los extractos, incluso de CBD a estas alturas, pero no de CBG. Por lo que es mejor empezar por dosis bajas, hasta alcanzar el efecto buscado. Sin olvidar que los perfiles terpénicos modularán el efecto (como ya os hemos contado en anteriores artículos), de ahí que sea muy importante conocer su efecto. De no ser así, es mejor no usarlos, ya que una extracción con fines relajantes puede convertirse en un extracto con efecto muy activo.

Dado que las combinaciones pueden ser infinitas, os daremos las claves de las mezclas que más uso, así os servirán de referencia para elaborar vuestras propias combinaciones.

Extracto con efecto activo

Para comenzar el día con un toque de energía, así como para combatir las inflamaciones musculares que sufro, mi combinación perfecta es 40 % de THC, 10 % de CBG y 10 % de CBD; lo cual se traduciría en 0,8 gramos de extracción rica en THC, 0,1 de cristales de CBD y 0,1 de CBG Crystals, a la cual le suelo añadir una gota de perfiles terpénicos de Gypsy Haze.

Esta combinación, al tener un toque enérgico, es ideal para comenzar el día. Además, en el caso de sufrir alguna pequeña dolencia o inflación, la mitigaremos gracias al contenido de CBD y CBG. Este extracto también en muy beneficioso para las personas con dolencias óseas, ya que la combinación entre THC y CBG facilita la regeneración de los huesos.

En cambio, para las personas que se levanten con un estado ansioso, es recomendable cambiar el perfil terpénico por otro con efecto más relajado, como puede ser el de Banana Kush.

Extracción con efecto relajante

Para momentos de relax, sin querer llegar a un estado somnoliento, la combinación elegida es 35 % de THC, 20 % de CBG y 10 % de CBD; que sería en torno a 0,7 gramos de hachís rico en THC, 0,2 de CBG y 0,1 de CBD. Con esta mezcla obtendremos un efecto relajado, muy propicio para ver una película o leer, ya que la combinación de estos cannabinoides mejora la concentración. También es muy adecuado para consumirlo tras salir de trabajar, pues aliviará la tensión que solemos acumular.

A nivel medicinal también es muy adecuado para combatir la inflamación, gracias al poder antiinflamatorio de estos cannabinoides. En mi caso, dado que el extracto de Critical 47 me gusta tanto de sabor como de efecto, no le suelo añadir perfiles terpénicos. Aunque en el caso de querer un efecto más animado, podemos agregarles perfiles terpénicos de la cepa AC/DC.

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Extracto ideal para la noche

Para antes de dormir, mi elección predilecta es 0,5 gramos de extracción rica en THC, 0,2 gramos de cristales de CBG y 0,3 de CBD; que da lugar a una extracción con el 25 % de THC, el 20 % de CBG y el 30 % de CBD. Principalmente me decanto por esta mezcla ya que sufro trastornos del sueño y es capaz de mitigarlos. Además, prolonga el sueño en gran medida, por lo que no es aconsejable consumirlo por personas muy sensibles a este efecto, ya que pueden tener sueño antes de lo deseado. También desaconsejaría su uso durante el día por motivos similares.

En cambio, puede ser usado para controlar estados ansiosos, siempre que no sean aderezados con perfiles terpénicos de cepas sativas; porque, pese a ser un extracto con predominantemente relajante, con el aporte de estos terpenos alteraremos el efecto. Por el contrario, podemos acentuar el efecto usando perfiles terpénicos provenientes de cepas con predominancia índica.

Vaporizando los extractos

La vaporización de estos extractos se verá condicionada por el tipo de extracción a vaporizar, ya que, al ser una extracción muy compacta, necesita alcanzar mayor temperatura para poder volatilizar de forma óptima todos los principios activos presentes en ella. La temperatura ideal en este caso es en torno a los 225 grados Celsius. Es importante no superar en exceso esta temperatura ya que, si nuestra extracción base tiene algún tipo de resto vegetal, podría entran en combustión, ensuciando el efecto y sabor del extracto.

Otro punto muy a tener en cuenta es que estos extractos es mejor vaporizarlos en pequeñas cantidades. Esto se debe principalmente a dos motivos:

  • Estos extractos son muy potentes y podemos sobrepasar nuestra dosis con facilidad, siendo lo óptimo espaciar las inhalaciones unos minutos, para así conocer el efecto que nos está haciendo.
  • Dado que tanto el CBG, como los perfiles terpénicos, se volatiliza rápidamente, es mejor consumirlo en pequeñas dosis, consiguiendo así mantener tanto el sabor como el efecto en cada inhalación.

Por ello, este tipo de extractos son ideales tanto para vaporizarlos con clavos eléctricos (con temperatura regulable) como con vaporizadores con pequeñas cazoletas diseñadas para este fin.

Estos extractos también podrían diluirse para ser vapeados mediante los famosos atomizadores. Yo, personalmente, desaconsejo su vaporización así, ya que difícilmente obtendremos el mismo sabor y efecto desde la primera a la última inhalación. Por ello, en caso de hacerlo, recomiendo que se utilicen pequeños depósitos, para que la diferencia entre la primera inhalación y la última se parezcan lo máximo posible.

No podíamos terminar este artículo sin animaros a que hagáis vuestras propias elaboraciones, hasta encontrar vuestro extracto perfecto. ¡Yo vaporizo!

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.