Empezaron comprando a gitanos, trajeron campesinos y electricistas de China y hoy son los capos del tráfico de marihuana en España
La última célula desmantelada exportaba media tonelada por semana. Los jefes de todo son ciudadanos chinos asentados en el Reino Unido
Controlan el 31% del negocio y su primer hombre aquí fue David, el chino. En 2018 se les han intervenido 130.000 plantas y 2.600 kg de droga lista

El descubrimiento de cómo los chinos se han apoderado ya del mercado comenzó cuando la Policía detectó que el chino David, socio de una empresa de vinos en Ciudad Real -cincuentón, pelo corto, moreno, gafas oscuras, chaquetas y vaqueros de marca- , tenía nexos con clanes gitanos de la zona. Haciéndole un seguimiento, detectaron a la par la llegada de gran cantidad de chinos provenientes del Reino Unido. Como David exportaba vino a su país de origen, tenía la perfecta tapadera para poseer cuentas internacionales, continuo flujo de caja y contacto con redes extranjeras. Pero siguieron tras su pista. En un operativo, descubrieron a cinco chinos en un vehículo, sin papeles. Se iban a una plantación de marihuana. Era el año 2016. Y nada hacía suponer lo que descubrirían con el paso del tiempo.

El año anterior sólo habían detenido a un chino relacionado con el tráfico de este tipo de droga. Doce meses después ya eran 18 los arrestados. El año pasado, 77. En lo que va de este año, la cifra se ha multiplicado en un 1.000% desde que se detectó al chino David. ¿Cuál es el balance real? Lo explica en exclusiva a Crónica un agente de la Unidad Central de Inteligencia Criminal (Udyco) de la Brigada Central contra el Crimen Organizado de la Policía: «Los chinos son hoy los mayores productores y exportadores de marihuana en España». Así de rotundo.

Es una plantación. Su consumo de electricidad llega a ser tanto como el de un pueblo

Un informe de la Unidad de Inteligencia Criminal con fecha de 25 de mayo de 2018 confirma que no es sólo la opinión de un agente: «En 2017, un 16% del total de las plantas de cannabis incautadas fue a ciudadanos chinos. En lo que va de año este porcentaje aumenta al 31%».

El ascenso de la red

El mercado que manejan va subiendo mes a mes. Las cifras del informe se refieren al 31 de marzo de 2018. Desde que se descubrió a David, la acción de la Policía ha sido imparable. Y el crecimiento de la producción también. En 2015, los decomisos de marihuana a ciudadanos chinos apenas existieron. Ninguna planta aprehendida y escasos 9,4 gramos [ese año en España se capturaron, en total, 131.027 plantas de cannabis y 2.500 kilos listos para el consumo].

Habían enviado ya a campesinos desde China a entrenarse con los españoles. Un año más tarde, la Policía consiguió capturar 5,7 kilos de marihuana y 17.100 plantas a chinos. Era residual. En total, en 2016, las incautaciones ascendieron a 4.030 kilos y 198.969 plantas. Pero ya habían mejorado los métodos, utilizado buenos fertilizantes y descubierto que lo más apropiado era cultivar dentro de casas y polígonos. Comenzaron a comprar naves industriales abandonadas…

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Para 2017, ya con David descubierto y con un nuevo nombre rondando, Juan, el ascenso fue tremebundo. Las capturas a chinos subieron a 916,4 kilos y 46.577 plantas. [Total nacional: 4.930 kilos y 298.921 plantas]. Los orientales habían desplazado a los rumanos, italianos y búlgaros. Se asociaron a los clanes gitanos, a quienes comenzaron a comprar su producción. Y, sutilmente, les colaron a sus propios aprendices. Para cerrar el círculo, en algo que no sabían hacer, trajeron electricistas chinos para que se formaran en cómo se montaban las granjas indoor (dentro de locales). O cómo instalar la iluminación artificial y los sistemas de humidificación. La Policía ha descubierto que su sofisticación está al nivel de una fábrica real. «Incluso instalaban elementos de ventilación con filtros especiales que permitían extraer el aire del interior y así ocultar el fuerte olor que desprende la sustancia estupefaciente».

Preguntar por marihuana en la comunidad china es tabú. «María, no, nada que ver», responden cuando les interrogan. Incluso cuando le atrapan dentro de una plantación con miles de ellas… Estos meses, la situación ha explosionado. Oficialmente, sólo en el primer trimestre se han logrado requisar 328 kilos y 24.009 plantas a ciudadanos de origen chino. [Total nacional: 1.220 kilos y 78.323 plantas]. Pero, tras los últimos operativos, entre abril y junio, esas cifras ya reflejan su crecimiento real.

En 2018, en sólo medio año, ya se ha decomisado a ciudadanos de origen chino 130.000 plantas y 2.600 kilos de droga lista para la venta. Es decir, prácticamente las mismas cifras que en 2015 en toda España. Eso demuestra el control real de los chinos en la producción de cannabis. Son los amos de esta droga en nuestro país. Los chinos podrían manejar ya el 51% de la producción nacional.

Hay otro punto en el que aprendieron de la competencia. Los chinos no roban electricidad a los vecinos, sino a los sistemas de iluminación de las calles. Lo hacen a las redes de distribución principales de las empresas eléctricas. En un registro de abril de este año, en distintas naves en Madrid -donde se incautaron 370 kilos de cannabis de primera listos para el consumo- los descubrieron:

«Todos los elementos necesarios para la producción eran conectados a la red eléctrica mediante acometidas ilegales [aprendieron el método de sus profesores gitanos], llegando a defraudar cientos de miles de euros. Algunas de las naves consumían en un día más que todo un municipio». Y cayeron.

140.000.000 a la semana

¿Quiénes son los líderes? ¿De dónde procede el dinero en efectivo para tamaños gastos? El poder económico viene del Reino Unido. De las triadas británicas. La Policía española tiene sus nombres o apodos [fruto de una investigación llamada Brexit-Canito Alfa, realizada conjuntamente entre Policía Nacional y Guardia Civil, donde participaron: Extranjería, conocedora de la idiosincrasia de la población china; las unidades territoriales, cercanas a los puntos de cultivo; y los expertos en crimen organizado, Udyco Central].

Los capos son: Wang Ge, Guangmin, Anan y Wang Mei Ren Sheng. Son estos cuatro chinos británicos los que les compran a chinos españoles como David y Juan… Resulta obvio que las capturas realizadas hasta el momento son sólo la punta del iceberg de la producción real. Como ejemplo, cabe señalar que sólo la última célula descubierta exportaba media tonelada a la semana… Las últimas detenciones no han parado a la trama. «Sus ganancias estimadas son 140 millones de euros a la semana».

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Los altos salarios siguen atrayendo a chinos de dentro y fuera de España. Un conductor de la red «suele ganar unos 6.000 euros al mes». La red se extiende por Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias y Madrid. «Los que trabajan aquí son empleados. Los que mandan están en Reino Unido», reiteran los investigadores… Los chinos no compran cualquier tipo de marihuana. «Ellos sólo compran de primera y segunda clase. Y por encima del mercado. La clase B la compran por 1.700 euros el kilo. Por la de nivel A llegan a pagar 3.000 euros por kilo. Eso, en España. En Reino Unido duplican el valor», refiere un experto de la Udyco. Otros destinos: Bélgica e Italia.

Para enviar la mercancía utilizan naves nodriza donde reciben la mercancía y la preparan. La han detectado en botes de pintura, en cojines, en abrigos… «Muchas veces emplean empresas de paquetería legales como Seur y DHL. Las engañan».

El chino Juan

En la operación Brexit cayó Xiao An, alias Juan. Nacido en octubre de 1976, es uno de los más sigilosos de la red. De mirada intimidatoria, camisetas ajustadas y bandolera al hombro. Comenzó en Usera, el corazón chino de Madrid, y se trasladó a Talavera de la Reina para estar más cerca de sus proveedores. Las escuchas telefónicas fueron un drama para los agentes que lo seguían. Llegaron a pincharle nueve teléfonos. Le descubrieron en un momento de flaqueza.

-Tienes de esa cosa [así denominan a la marihuana]- le pregunta su interlocutor.

-Ya he hecho mucho- responde Juan, evasivo y distante.

-Me decían que tú eras quien siempre tenías.

-No. Ahora quiero montar una heladería en China…

Pero no se retiró. Siguió en lo suyo. Su captura fue fruto de una riña con uno de sus socios, que le denunció. Lo hicieron mutuamente. Actualmente está encarcelado en Herrera de la Mancha, donde se encuentran recluidos buena parte de los 121 chinos capturados en la última redada. Ya tiene sucesor.

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Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.