Valor socio-cultural e histórico del Cannabis sativa “canapa – cáñamo” en algunos pueblos de la Campania, Italia

por ARAN

Según la investigación etnobotánica llevada a cabo por el naturalista Fabio Valletta -alias “Mao”-,  en colaboración con la Universidad de Nápoles, en algunos pueblos de la provincia de Caserta -sur de Italia- entre los años 2005/6, destaca el uso del cáñamo como recurso natural de gran valor, garantía de desarrollo, sostenibilidad, recuperación y valorización del patrimonio socio-cultural y natural.

El cultivo del Cannabis sativa en el área de investigación se remonta a la época pre-romana, donde se documenta la elaboración y trasformación de las fibras para cordajes y textiles, así como la extracción de las semillas para aceite.

Caracterizado por un cultivo fuertemente localizado, con genéticas seleccionadas durante siglos, se han llegado a desarrollar oficios y labores artesanales tan peculiares como especializados. Además de los cordajes y velas para navegación y construcción, las redes de caza y pesca, etc., con la fibra del cáñamo se elaboraban los textiles más suaves, ligeros y resistentes.

Cada familia rural producía su propio cáñamo, trigo y lino, así como otros alimentos básicos de la huerta que garantizaban la autosuficiencia de las familias e incentivaban la economía doméstica. Por entonces, destaca el etnobotánico, todo el mundoparticipaba activamente en las diferentes y complejas fases del cultivo y procesado del cáñamo, que aunque fatigosas, eran realizadas con placer dado los múltiples usos y beneficios que se obtenían de sus derivados. La fibra local, dada su altísima calidad, era además, exportada dentro y fuera de Europa durante los últimos siglos .

La posibilidad de cultivar y disponer de cáñamo simbolizaba el estatus social de las familias campesinas, sobre todo en la zona de las llanuras, hecho que marcaba diferencias entre quienen no podían autoproducirlas: “Quien no tenía cáñamo, no tenía tierra y a quién le faltaba la tierra le faltaba el pan”, resalta Mao. “Todas las familias cultivaban esta planta en sus terrenos y quienes no disponían de campos tenían que comprarla. Los cultivos extensivos exigían una gran cantidad de energía y dedicación, pero el valor económico del cultivo del cáñamo era notable tanto a nivel regional como nacional”.

Marco territorial y paisajístico

Los “Regi Lagni”, son enormes obras hídricas formadas por una vasta red de canales, acequias y balsas que fueron mandadas a construir por los reyes Borbones para bonificar la zona, y poner así a macerar el cáñamo. Los caseríos y cortijos rurales, caracterizados por sus altos portones e imponentes entradas, fueron diseñados así para permitir el paso de los carros llenos de cáñamo hacia los anchos patios internos, donde se colocaban todas las herramientas e instrumentos requeridos para el trabajo de extracción y trasformación de las fibras. ”Las mismas piedras del anfiteatro de la antigua Capua y la Regia di Caserta fueron levantadas gracias a robustas cuerdas de cáñamo”, resalta el biólogo.

Usos tradicionales del cáñamo y sus derivados

El sector textil se alimentaba del recurso local más abundante, el cáñamo, el cual era de gran calidad, ligereza y robustez, además, otras planta textiles como el lino y el esparto. También se cultivaban algunas plantas colorantes como la hierba pastel o “guado” -Isatis tinctoria-.

Las raíces cortadas y almacenadas en sacos da 5-7 Kg venían usadas como combustible junto a cáscaras de habas y tallos de “mortella” -Mirtus communis-, para alimentar los hornos de ladrillos como aparece en los pueblos de Santa Maria C.V. y Calvi Risorta. También el “canapuli” o “cannaucciul” -como se denomina en la jerga local-, llamada cañamiza en castellano, que sería la parte leñosa obtenida de la trasformación de las varillas o tallos, venía ampliamente usada tanto a nivel doméstico como industrial. Se quemaba en braceros, hornos domésticos, chimeneas y en calderas donde se producían ladrillos y cal, fabricándose además paneles aglomerados de chopo -Populus spp.- y cañamiza. Durante siglos, además, el aceite extraído del cáñamo fue el aceite más usado para la iluminación, lámparas de aceite, antorchas, etc. La semillas se usaron desde siglos para alimentar y engordar animales y aves como pájaros y peces, tanto solas como en un mix con hojas de Urtiga spp. y cereales. El aceite de cáñamo se ha utilizado para la fabricación de casi todos las barnices y pinturas de buena calidad.

El mejor cáñamo local se cultivaba en la zona de Parula, entre los pueblos de Santa Maria C.V. y San Tammaro, un área húmeda de llanura con abundante agua a sólo 1m de profundidad.

En el 1914 la provincia de Caserta producía 157.000 quintales de cáñamo, la provincia de Bologna 145.000 y el área napolitana 89.000. En la provincia de Caserta, además, existía una pequeña fábrica que producía papel para cigarros, utilizando la celulosa obtenida del chopo y la cañamiza. Además, era utilizada también entre los “melai”, cultivos de manzanos donde, dado su gran poder absorbente, se extendía la cañamiza para colocar y poner a madurar encima las manzanas cosechadas verdes.

Comienzo de la crisis del sector….

Con el desarrollo de la industrialización y la aparición de otras fibras “competidoras” producidas en otros países, como la de yute -Corchorus spp.-y de abacà -Musa textilis-, también llamado Cáñamo de Manila, se dio paso a otros cultivos locales alternativos que resultaban más beneficiosos: el maíz -Zea mais-, la remolacha azucarera -Beta vulgaris- y el tabaco -Nicotiana spp.-; contribuyendo al comienzo de la crisis del sector. A la disminución de su cultivo se sumó, además, una confusa política prohibicionista contra el cannabis psicoactivo, que afectó directamente al cáñamo en los años 30 y que se vió además afectado con el desarrollo de la industria petroquímica.

Con la política de autarquía el rumbo del sector cambió de signo. Durante el régimen fascista se crearon en 1933 “Consorcios Obligatorios” para la defensa de la producción del cáñamo, que a partir de 1953 se concentrarían en el “Consorcio Nacional de Productores de Cáñamo”.

Con el final de la Segunda Guerra Mundial y la caída de Mussolini, sumada a la política mediática prohibicionista impulsada por EEUU, la tendencia negativa provocó que en un par de décadas, la crisis se volviera irreversible. En este sentido, de nada sirvieron las imponentes manifestaciones de los productores de cáñamo -destacando la del 12 diciembre 1946 en Caserta-, o elanimado debate sobre la crisis de la producción del cáñamo celebrado el 12 agosto del 1951 en Frattamaggiore (NA).           

Más adelante, la crisis del cáñamo se vio profundamente afectada con la desaparición en 1958 de la producción en Val Padana, tocando fondo en 1964, cuando también la Campania -última región que todavía intentaba contrarrestar los efectos de la recesión-, tuvo que abandonar este sector generador de “economía feliz”, asegura Mao. Los grandes productores agrarios pasaron rápidamente a otros cultivos alternativos y las empresas industriales del sector no tardaron en adaptar sus instalaciones para la trasformación de fibras alternativas, como algodón, sisal y sintéticos.          

Para los trabajadores del sector fue un auténtico drama social, en especial para los ancianos y artesano/as rurales. “Las tejedoras “filatrici” y los cordeleros “funari”, artesanos especializados del sector, vieron poco a poco como desaparecía aquellafuente de trabajo, que aunque agotadora, garantizaba a muchas familias la posibilitad de ganarse la vida dignamente”, resalta el biólogo.

Evolución en la última mitad de siglo          

 

En los últimos cincuenta años, el interés hacia el cannabis ha ido incrementándose gracias, sobre todo, al movimiento ecologista y al concepto de “desarrollo sostenible”, que muestra como el cultivo del cáñamo produce materiales ecológicos y eco-compatibles. Además, en todo el mundo siguen creándose muchas organizaciones que lo investigan y se interesan por los diferentes usos y beneficios de esta planta. “En la actualidad y a nivel mundial se estudian y evalúan los variados usos del Cannabis sativa en el ámbito agrario, alimenticio, industrial, medicinal y recreativo, mientras que, a nivel local, siguen ausentes los cultivos de cáñamo – encontrándose, en cambio, cultivos de marihuana controlados por la “camorra – mafia italiana” resalta Mao.           

(Para comprender mejor el significado que tenía el cáñamo, para el mundo campesino local y para las comunidades del área investigada, hay que describir paso a paso todas las fases de su procesado, desde la producción de las semillas hasta el uso y aprovechamiento de sus derivados. La producción, en su mayoría manual, estaba repartida en una fase agrícola -desde la preparación del campo para la siembra hasta la cosecha-, y una fase domestica de elaboración y extracción, desde la fibra bruta a su trasformación en hilos y artesanado para producir cuerdas y tejidos, donde las mujeres tenían un rol muy importante.)

 

Interés técnico y socio-ecológico actual del cáñamo

Mientras que hoy en día en Italia y España el sector del cáñamo industrial todavía no prospera -debido a los antiguos sectores petroquímicose intereses económicos y políticos entre otras razones-, el mercado de la industria relacionado al cannabis está en continuo aumento, especialmente en España. En algunos países como, por ejemplo, Francia, Canadá, Suecia y China, existen fábricas especializadas e industrias dedicadas a la producción de productos de calidad derivados del cáñamo, comercializándose a nivel mundial más de 25.000 productos diferentes. Sin embargo, dada la escasez de producción, el monopolio de las semillas autorizadas, el factor político y los intereses de la industria y la economía de mercado, los derivados comercializados extraídos del cáñamo no están todavía al alcance de todo el mundo, debido a su elevado precio y su escasa distribución.           

El Cannabis sativa es una especie con enormes potencialidades, considerada un estupefaciente por los efectos psicoactivos de uno de sus numerosos alcaloides, el THC -delta-9-tetraidrocannabinolo-. Es solo por éste alcaloide que su cultivo está considerado ilegal, hasta que no se pueda demostrar lo contrario, es decir, que su cultivo no sea para tráfico y apología de la sustancia, resalta Mao. Sin embargo, prosigue, está reconocido científicamente por la comunidad internacional que en las semillas, tallos y raíces no está presente el THC, sino el CBD -un cannabidiol que es el principal componente de la planta, representando hasta un 40% de sus extractos- otro alcaloide cuyo principio no es psicoactivo y que destaca por su gran valor medicinal y anticancerígeno. Por ello, resalta el etnobotánico: “producciones dedicadas a extraer el CBD de estas partes de la planta deberían estar permitidas legalmente”.

La mayor producción en peso seco se refiere a la cañamiza o parte leñosa, puesto que representa el 50% del peso del total. Su explotación industrial va desde la producción de celulosa, biocombustible, a la producción de plásticos naturales y lechos para animales domésticos y establos. Es de destacar en este sentido, el alto poder de absorción de esta parte leñosa: 3,7 litros de agua por kilo, mientras que un Kg de paja del lino absorbe 2,6 litros y el serrín de madera hasta 2,4 L/Kg.           

El rendimiento de la fibra viene a representar una media del 33% del peso en seco de la planta, dependiendo de la variedad del cáñamo. Una hectárea de cannabis puede producir hasta 2 toneladas de fibra, es decir, el doble de fibra que una de algodón. Destaca el biólogo, además, que la fibra de cannabis requiere menos productos químicos, sulfitos y tratamientos alternados ácidos y alcalinos durante su procesado: “El cannabis no requiere de los numerosos pesticidas que se utilizan para el algodón y que estropean los suelos”.          

Actualmente escasea la producción de fibra que se utiliza para fabricar hilos para textiles. Por otro lado,dada la longitud y resistencia del cáñamo, aún compite con los materiales más modernos utilizados en los cordajes navales. Además, la fibra de cáñamo se utiliza incluida en los materiales compuestos -cuyo término anglosajón es ‘composites’-, para sustituir a las fibras sintéticas de gran resistencia y a los materiales de gran capacidad aislante, sobre todo en el sector automovilístico y en el de la construcción.

Procesos para la fabricación de los ‘composites’: los termoplásticos y la inyección.

En el primer proceso se fabrica un fieltro o especie de lana, también llamado tejido “no- tejido”, que después de ser comprimida, y tras la acción de colas sintéticas o naturales, fibras de polipropileno, temperaturas concretas y compresión, quedan entrelazadas y perfectamente ligadas, resultando lo que se conoce como la lana de cáñamo.          

Esta lana tiene usos múltiples como, por ejemplo, en el sector automovilístico para fabricar el interior de las puertas; en la confección de los sobres de los portaequipajes; en las alfombrillas; o incluso, cada vez más usada , en la construcción para el relleno de los espacios entre las paredes exteriores e interiores, tejados o suelos flotantes donde al mismo tiempo que se logra una buena insonorización acústica, también se consigue un óptimo factor de aislamiento térmico con el consecuente ahorro en calefacción.                

Otra de las aplicaciones más antiguas de dichas lanas ha sido en el campo de los geotextiles. Dependiendo de la trama con la que ha sido tricotado este fieltro, tendrá uno u otro uso, llegando incluso algunas técnicas a incorporar las semillas de las plantas en la matriz del no-tejido para la estabilización de pendientes, sobre todo en autopistas y carreteras. Facilitando de esta manera que crezcan flores que llevan en la memoria el geotextil fabricado, el cual acabará degradándose dando paso a la belleza que alberga.           

Antique-hemp-rope

La segunda técnica, la de moldeo por inyección, no tan desarrollada aún, consiste en producir granza de fibra cortada a muy pocos milímetros junto con polipropileno o polietileno. Estos pellets o capsulas de material comprimido, después alimentarán una extrusora pudiéndose moldear la pieza al antojo del fabricante. Las ventajas radican en que se pueden fabricar piezas de mayor complejidad y resistencia tanto al impacto como al desgarro. Entre los productos finales hay un sin fín de múltiples aplicaciones, desde maletines de viaje más livianos, urnas mortuorias para las cenizas, hasta en deportes, como veleros para regatas, cascos, coches o bicicletas de carreras donde el factor peso es crucial para ganar unas décimas de segundo.           

De un 10 a un 12% de la producción en peso seco corresponde a las semillas, las cuales son utilizadas para diferentes aplicaciones en el mercado. Hasta hace poco, la más lucrativa era la que se utilizaba para volver a sembrar el cáñamo, mientras que hoy, gana el valor alimenticio y nutricional, llegando incluso a considerarse como superfood o “super alimento”. Las semillas de cannabis son el alimento vegetal con mayor valor proteico -hasta un 34%- destacando por sus ácidos grasos esenciales, por eso, se considera el alimento más completo que se pueda encontrar en una sola planta.           

Los cañamones se utilizan en bruto, germinados o en aceite, conteniendo todos los aminoácidos esenciales en formato fácilmente digerible -más digeribles que los de la soja-, y una gran cantidad de fibras. Además, los ácidos grasos esenciales Omega3 y Omega9 son muy útiles en la prevención de artritis y reumatismos, entre otras afecciones. Según una investigación efectuada en 1991, el aceite obtenido por presión en frio, contiene un grado mínimo de grasas saturadas, cerca del l’8% del volumen total. Las proteínas están compuestas en un 65% de edestina, proteína robusta, hipernutritiva y estable que puede ser destruidaen el proceso de esterilización. El aceite se usa, además, para la realización de productos cosméticos como cremas hidratantes, aceites de masajes, champú, jabones, bálsamos, etc. De hecho, es poco grasienta y de fácil absorción, hidrata la piel, revitaliza el cuero cabelludo y aumenta la dureza de las uñas.        

Entre el 5% y el 7% de la producción de un hectárea serían los residuos: piedras, raíces, restos de plantas adventicias o comúnmente conocidas como “malas hiervas” y polvo. El polvo, compuesto de pequeñas partículas orgánicas, algunas microfibrillas y minerales, es el componente de menor porcentaje, ocupa grandes volúmenes y es un residuo de las agramadoras -máquinas que sirven para separar del tallo la fibra-; que sobresale de los potentes quebradores que rompen la paja y que permiten la correcta separación de la fibra. Por su composición química e interesante flora bacteriana es usado como enriquecedor de suelos en la horticultura y viticultura. También son usados para los lechos de animales, por el gran poder de absorción que presentan -vendiéndose también a granel, sobre todo para lechos de vaquerías-, o incluso como combustible, dado su gran poder calorífico -PCI: 2.888 cal/g-. En ambos casos, se fabrican unas briquetas -conglomerado en forma de ladrillo- que hacen viable su empaquetado y transporte.           

El articulo/reportaje no está completo por falta de tiempo, medios y organización. Podría seguir desarrollándolo y traduciéndolo al español, describiendo las fases del trabajo agrario y doméstico en el sur de Italia, comparando éstas, además, con las fases agrarias españolas, y enriqueciendo el reportaje gráficamente facilitando fotos exclusivas sobre herramientas e instrumentos típicos que realicé durante mis estudios etnográficos de campo.           

Estaría encantando, además, de compartir en futuros números de la revista los trabajos e investigaciones en los que estoy trabajando sobre los usos medicinales de esta planta, su función para bioremediación y su cultivo ecológico con las plantas compañeras, así como explicar a los lectores cómo se realizan las preparaciones caseras de substratos, purines y productos naturales. Me parecería también interesante hablar sobre la evolución y descripción de los productos derivados, así como de mezclas de hierbas alternativas al tabaco y otros temas que puedan resultar interesantes.           

Sería un placer poder seguir compartiendo mis conocimientos sobre el tema para que se publicaran en otros números de vuestra revista. Sobre la forma y modalidad de pago por artículo/reportaje, trabajos de investigación, etc, seguro que encontramos la manera, estamos abiertos además al trueque. Solo pido claridad y buen rollo, ante la posibilidad de que los pudiera también publicar en otras revistas que ya estoy contactando.

Gracias en nombre de todo el colectivo ARAN por esta oportunidad.

Agradecimientos por las labores de traducción, corrección y redacción a Raquel Domínguez Segura (Periodista, Traductora y Antropóloga de la Asociación A.R.A.N.))

 

 

 

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.