El Aceite de Cáñamo y sus Aplicaciones Médicas

Prensando en frío las semillas del cannabis se obtiene un excelente aceite. De sabor agradable, su equilibrada composición en ácidos grasos lo convierte en un suplemento dietético que pude prevenir y mejorar diversas enfermedades.

 

aceitefondo

 

El principal objetivo de un cultivador de marihuana es evitar que sus plantas produzcan cañamones. Para conseguir tal fin se eliminan las plantas macho evitando que polinicen a las plantas hembra, de este modo las plantas no invierten su energía en la producción de semillas y se obtienen unos cogollos de mayor tamaño y con mayor concentración de resina. Si no se evita la polinización la planta produce una gran cantidad de semillas o cañamones, estos no contienen cannabinoides por lo que no tienen las aplicaciones narcóticas o medicinales habituales del cannabis. Pese a no ser útiles para colocarse, los cañamones han sido tradicionalmente una fuente de alimentación tanto para humanos como para el resto de animales, y también tiene múltiples aplicaciones médicas, tanto en la actualidad como en referencias históricas.

 

010Spannabis08

 

Las múltiples referencias históricas acerca del uso terapéutico de los cañamones eran hasta hace poco un especie de misterio. La identificación de los cannabinoides naturales de la planta, y sobre todo el descubrimiento del sistema cannabinoide endógeno en los mamíferos, dieron la clave para comprender los usos tradicionales de la marihuana como planta medicinal, sin embargo esta clave no era útil para explicar las aplicaciones médicas de los cañamones pues estos no contienen cannabinoides salvo en pequeñísimas cantidades sin relevancia clínica. La hipótesis sugerida era que los antiguos al hablar de cañamones o semillas de cannabis hacían referencia al cogollo de la planta hembra, maduro y polinizado, por lo que contendría una gran cantidad de cañamones. También en muchos casos la traducción pudo haber generado confusiones, en muchos textos antiguos se cita “el fruto de la planta”, sin duda refiriéndose a los cogollos  y tal vez identificado erróneamente, aunque correcto botánicamente, con las semillas. La clave final de este enigma nos la ha dado el análisis de los componentes de los cañamones y su aceite y recientes descubrimientos acerca de la importancia de ciertos ácidos grasos.

 

Componentes de los cañamones y su aceite

 

Los cañamones están compuestos por ácidos grasos, proteínas, carbohidratos en forma de fibra digerible, azúcares, vitamina E, calcio, hierro y sodio. El aceite esta compuesto por diversos ácidos grasos y vitamina E.

 

El aceite de cañamones presenta no sólo una composición muy equilibrada de ácidos grasos esenciales sino que contiene dos ácidos grasos complejos, poco frecuentes y esenciales para una correcta alimentación como el ácido alfalinoleico (AAL) y el ácido gammalinoleico (AGL). Durante las últimas décadas la medicina ha ido descubriendo la importancia de las grasas en la dieta en la génesis y desarrollo de diversas enfermedades principalmente las de tipo cardiovascular. Hoy en día no sólo sabemos la importancia del colesterol, sino que términos como colesterol bueno o malo, grasas saturadas o insaturadas, forman parte del conocimiento popular. La última novedad en este campo, oportunamente aprovechada por la publicidad, son los ácidos grasos omega-6 y omega-3.

 

Nuestro cuerpo necesita ingerir unas determinadas grasas llamadas ácidos grasos, esenciales para elaborar una serie de sustancias imprescindibles para su correcto funcionamiento. Un déficit o desequilibrio en la ingesta de estos ácidos grasos esenciales o un defecto congénito en las vías metabólicas de su transformación es causa de diversas enfermedades y trastornos funcionales como trastornos dermatológicos, artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, etc.

 

El ácido linoleico (AL) y el alfalinoleico (AAL) son considerados los padres de las familias omega 6 y omega 3 respectivamente, e imprescindibles en la dieta. Los aceites más comunes, oliva, soja, girasol y maíz ofrecen suficiente cantidad de AL, presente en todos los aceites vegetales. Las únicas fuentes de AAL son el aceite de soja, lino, cáñamo, grosella negra y nuez. La carne y el grano no aportan ni AAL ni ácidos grasos omega 3 complejos. La dieta moderna suele ser deficitaria en este tipo de grasas beneficiosas y cada vez hay más evidencia de que su ausencia determina diversas enfermedades agudas y crónicas. La proporción habitual  de AL con respecto AAL en el aceite de cáñamo va de 4:1 a 6:1 intervalo considerado óptimo por los técnicos en nutrición.

 

008Spannabis08

 

Además, el aceite de cáñamo contiene dos AG complejos de ambas familias el estearidónico (AED), sólo presente en la grosella negra y el cáñamo y el gamma-linoleico (AGL) cuyas fuentes vegetales son la borraja, la onagra y otra vez el cáñamo.

 

Aplicaciones médicas del aceite de cañamones

 

Las aplicaciones médicas del aceite de cañamones son todas aquellas afecciones relacionadas con un déficit relativo a los ácidos grasos poliinsaturados omega-6. La explicación científica es que un déficit enzimático dificulta la conversión del ácido linoleico en gammalinoleico, un aporte extra de AGL mejoraría los síntomas de la enfermedad. Dicha hipótesis se ha comprobado experimentalmente con buenos resultados. Se ha demostrado que dosis diarias de AL y AAL equivalentes a 25ml. de aceite de cáñamo reducen los niveles tanto de LDL (colesterol malo) como de colesterol global. A continuación citamos aquellas enfermedades en las que se ha comprobado que un aporte suplementario de ácido gammalinoleico redundan en mejoría de los síntomas. Recordemos que el aceite de cáñamo es una de las pocas fuentes vegetales de esta grasa esencial.

 

Eczema atópico y psoriasis.  Ambas enfermedades se caracterizan por la elevada perdida de agua a través de la piel, debido a una disminución de la actividad de las glándulas sebáceas y sudoríparas, con lo que esta se vuelve seca y quebradiza. Además en el caso de eczema atópico los enfermos sufren de intensos picores principalmente de noche. Un aporte diario de 20ml de aceite de cañamones por vía oral durante un periodo de doce semanas mejora notablemente el estado de la piel. También es beneficiosa en estos casos la aplicación en estos casos de ungüentos o pomadas elaboradas a partir de aceite de cáñamo.

 

Acné. Las cremas para la piel que contienen ácidos grasos poliinsaturados omega-6, como el aceite de cáñamo, por sus propiedades antiinflamatorias son útiles para el tratamiento terapéutico del acné.

 

Enfermedad cardiovascular. 25ml de aceite de cáñamo diarios reducen rápidamente los niveles tanto de LDL (colesterol malo) como de colesterol global. Otro estudio demostró que el consumo de ácidos grasos omega-3 reducía significativamente el riesgo de parada cardiaca entre los supervivientes a un infarto. Es recomendable en enfermos cardiovasculares la sustitución de aceites y grasas animales saturadas por aceite de cañamones.

 

Artritis reumatoide y enfermedades inflamatorias intestinales. Se ha comprobado los beneficios de un aporte suplementario de AGL en artritis reumatoide. También un aporte de ácidos grasos omega-3 tiene un efecto antiinflamtorios en infección crónica de vejiga, colitis ulcerosa y enfermedad de  Crohn.

 

Osteoporosis. Los estudios con animales han demostrado que un déficit en ácidos grasos esenciales puede provocar osteoporosis grave pues aumentan la absorción de calcio en los huesos, diminuyen su eliminación por la orina y aumentan la síntesis de colágeno. El aceite de cáñamo pude resultar útil para la prevención de la osteoporosis.

 

Síndrome premenstrual. Una dosis diaria de 150-200 mg de AGL, equivalente a 5ml de aceite de cáñamo durante un periodo de doce semanas mejoró significativamente los síntomas relacionados.

 

Cómo utilizar el aceite de cáñamo

 

En todos los casos hay que ingerirlo por vía oral y en el caso de las enfermedades dermatológicas es interesente también la aplicación tópica.

 

El aceite de cáñamo es de sabor agradable, recuerda a las nueces. En el caso de tratamiento de enfermedades las dosis siempre oscilan entre los 5ml en el caso del síndrome premenstrual , hasta los 20ml en el casos de eczema y psoriasis , 25ml  en  enfermedades cardiovasculares o exceso de colesterol y hasta 30-35ml en el caso de artritis reumatoide. Siempre hay que consumirlo crudo pues no es un aceite apto para cocinar. 5ml corresponden a una cuchara sopera sin que llegue a rebosar, si la llenamos a tope puede contener hasta 10ml. Puede bastar con sustituir el aceite vegetal que se consume normalmente por aceite de cáñamo, por ejemplo en las ensaladas u otros platos en que se utilice el aceite en frío. Si no es suficiente se toma la cucharada correspondiente junto con las comidas.

 

Para preparar un ungüento de aceite de cáñamo hay que mezclar medio litro de aceite de cáñamo caliente con 20gr de cera de abeja pura, por supuesto fundida. Se mezcla bien y se deja enfriar. Este ungüento de aceite de cáñamo será útil para tratar eczema atópico, psoriasis y acné. También tiene aplicaciones cosméticas pues tiene propiedades hidratantes, emolientes y lubricantes.

 

 

Acerca del autor