Una entrega más de esta serie de artículos en que describimos, con todo detalle y sin cortapisas, las drogas utilizadas en el deporte, las sustancias dopantes. Leer todas las entregas

Continúa la guerra contra el doping: Jaime Lissavetzky, secretario de estado para el deporte, ha anunciado la firma de un convenio con el Ministerio de Justicia que posibilitará “la actuación y articulación de acciones contra el dopaje”. Traducido a términos comprensibles, esto significa que el hecho de poseer y tomar drogas deportivas va a criminalizarse aún más. Como ya anuncié hace unos meses, las sustancias ergogénicas van a alcanzar dentro de poco tiempo el mismo estatus de perseguidas que las drogas psicoactivas. Según Lissavetzky, el gobierno desarrolla acciones como la Acción Estratégica de Deporte y Actividad Física en el Plan Nacional I+D+I (2004-2007) para que la “acción sea integral y se siga una política criminal contra el dopaje” (1). Dejando a un lado consideraciones éticas y legales -que ya hemos tratado en entregas anteriores- y hablando sólo en términos prácticos, para acabar con el dopaje tendríamos que despedirnos del fenómeno del deporte tal como lo conocemos, un espectáculo donde unos superdotados entretienen y deleitan al público con sus proezas físicas. En consecuencia, la solución sería conformarse con un deporte a nivel aficionado, menos espectacular. La otra alternativa -la que tendremos con toda probabilidad- es continuar con el nivel actual, con los deportistas dopándose para llegar a lo más alto, triunfar y ganar más dinero, y el Consejo Superior de Deportes acosando y castigando a los que no conocen los trucos para evitar dar positivo en un control. Las sanciones ya no serán sólo en el ámbito deportivo, sino también en el penal, para aquellos entrenadores, asistentes y médicos que ayuden o inciten a doparse; y también para el propio deportista si se le acusa de tenencia de drogas, gracias a esos acuerdos entre las entidades deportivas y el Ministerio de Justicia. Por si esto fuera poco, en noviembre de este año se celebra en Madrid la III Conferencia Mundial contra el Dopaje, que ya veremos qué sorpresas nos trae.

En otro orden de cosas, pero con el mismo tema de fondo, recibimos la noticia de que una farmacéutica de Badajoz ha sido sancionada por vender anabolizantes sin receta. La Consejería de Sanidad le impuso una multa de 4.000 euros por considerar que cometió una falta grave, tras lo cual la farmacéutica recurrió al Juzgado Contencioso Administrativo, que rechazó el recurso y confirmó que se había cometido una falta, ya que ese tipo de productos sólo se pueden dispensar con receta médica. La sentencia incluía la afirmación: “No puede aceptarse la inexistencia de riesgo de riesgo para la salud, porque objetivamente lo hay” (2).

En la entrega anterior comenzamos a tratar los productos que contienen esteroides altos en andrógenos. En ella comentamos los efectos de las testosteronas (punto 1), de la methandrostenolona y de la boldenona (puntos 2.1 y 2.2). Seguimos ahora citando los esteroides androgénicos más populares.

2.3. Oxymetolona

Es el anabolizante oral más fuerte de todos los conocidos. Es muy androgénico y muy anabólico, y sus posibles efectos secundarios son importantes. Origina un gran aumento en fuerza y tamaño muscular en pocos días, lo que, junto a su administración oral, lo ha convertido en uno de los favoritos. De ese peso conseguido gran parte es retención de líquidos, es decir, hay un crecimiento muscular, pero con una apariencia inflada y blanda. Aumenta también el volumen sanguíneo y el número de glóbulos rojos, con lo que hay una mejor nutrición muscular. Todas estas propiedades hacen que el deportista se recupere mejor de los entrenamientos y pueda llevar el esfuerzo por encima de sus límites normales. Los beneficios casi inmediatos se pierden también rápidamente al dejar de utilizar el producto, por lo que se suele usar otro andrógeno para mantenerlos -como por ejemplo una testosterona- y después un esteroide más suave para que el descenso en el nivel hormonal sea progresivo.

Se convierte fácilmente en estrógenos en el organismo, con posibles síntomas feminizantes (ginecomastia: desarrollo de senos femeninos en el varón), lo cual se combate con antiestrógenos, de los que hablaremos en otro artículo. La excesiva retención de agua se evita con diuréticos, con los que hay que tener cuidado por su peligrosidad. A pesar de su toxicidad, en España se vendió oxymetolona libremente en farmacias a comienzos de los años noventa, si bien a mediados de aquella década dejó de comercializarse.

2.4. Fluoximesterona

Es un andrógeno muy potente que se toma por vía oral. Produce grandes aumentos en la densidad muscular y escasos en volumen, y por eso los culturistas no lo utilizan para ganar masa muscular, sino para dar impresión de dureza. Además, no se convierte en estrógenos y ayuda a evitar la apariencia de hinchado. Los powerlifters, halterófilos y lanzadores lo usan para conseguir fuerza y agresividad. Tiene un potencial hepatotóxico alto, además de otros efectos secundarios como dolores de cabeza, irritabilidad y daño al estómago. El culturista austriaco Andreas Münzer -fallecido en 1996, y de quien ya hemos hablado en una entrega anterior- era bastante aficionado a este producto, y su grave enfermedad estomacal pudo deberse a haberlo consumido de forma prolongada.

2.5. Metiltestosterona

Es otro esteroide androgénico oral que permite obtener dureza muscular, fuerza y agresividad, pero no tamaño. Es muy tóxico y puede causar daño al hígado, acné, ginecomastia y retención de líquidos. Hace algunos años podía conseguirse en farmacias españolas.

2.6. Noretandrolona

Es otro esteroide oral poco útil para conseguir tamaño muscular y más para ganar fuerza y dureza, si bien Bill Roberts (3), experto norteamericano en química deportiva, afirma que tiene cierta actividad progestágena, por lo que podría convertirse en estrógenos. Tiene potencial hepatotóxico.

2.7. Mesterolona

De nuevo, otro esteroide androgénico útil para ganar agresividad, fuerza y dureza, pero no para tamaño muscular. Se utiliza como medicamento para combatir la deficiencia de andrógenos en el varón. Impide que los esteroides aromaticen, y por esta razón los culturistas lo toman para evitar la ginecomastia y la elevada retención de líquidos. Consumir demasiado podría originar priapismo (erección continua y dolorosa). Es poco hepatotóxico. Las mujeres deportistas corren el riesgo de sufrir síntomas de virilización con este producto. Existe en farmacias españolas.

Referencias:

(1) http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/lissavetzky_justicia_anuncia_firma_convenio_1727089.htm

(2) Fuente de la noticia: http://actualidad.terra.es/articulo/html/av21739450.htm

(3) Información: http://www.mesomorphosis.com/steroid-profiles/index.htm

Advertencia: describimos productos comercializados por laboratorios legales, no drogas prohibidas. El propósito de este artículo es informar sobre las sustancias dopantes que utilizan los deportistas, no recomendar ninguna de ellas. Tan sólo citamos principios activos, no marcas concretas, a fin de evitar hacer publicidad de medicamentos con receta. No fomentamos el uso de drogas deportivas y estamos en contra del consumo no responsable.

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