La Academia de las Ciencias de la República Checa está estudiando las posibilidades medicinales que ofrece el cannabis, y si su uso sería posible para luchar contra el cáncer.

La aceptación del cannabis en todo el mundo está creciendo al mismo tiempo que cada vez más investigadores corroboran el potencial médico de esta sustancia.

 En la Academia de las Ciencias de la República Checa y el Instituto Internacional para el Cannabis están realizando una investigación conjunta al respecto. Este proyecto quiere estudiar las posibilidades médicas del cannabis para diferentes dolencias, entre las que le están prestando especial atención a los tumores cerebrales.

Sin embargo, como explica Pavel Kubů, director del Instituto Internacional para el Cannabis, hay que ceñirse a las evidencias y por ahora no tienen nada concluyente.

“Por ahora, lo único que sabemos es que no tenemos suficientes pruebas como para hablar de alguna cura basada en el cannabis. En internet hay muchas noticias positivas al respecto, pero las únicas pruebas que tenemos hasta el momento dicen que solo sirve como tratamiento de apoyo”.

La idea es descubrir si los tejidos cancerígenos pueden atrapar ciertas sustancias de origen cannábico, lo que sería fundamental para desarrollar una sustancia que ayude a la curación del cáncer. Para ello utilizarán iBodies, un polímero sintético desarrollado por la Academia de las Ciencias, del que nos cuenta algo más Libor Kostka, del Instituto de Química Macromolecular

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“iBodies está formado por dos palabras del inglés: inhibitor y bodies. Es decir, la molécula activa que desarrollan mis compañeros del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica, más un anticuerpo, que es nuestro polímero sintético“.

Los científicos pueden configurar iBodies para que se una a ciertas proteinas y analizar si los tumores captan el cannabis. Sobre su modo de funcionamiento habló para la Radiodifusión Checa Tomáš Knedlík, del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica.

“Esta proteina está en la superficie de las células en las que estamos interesados, y gracias a nuestro polímero, que lleva una sustancia que lo hace brillar, somos capaces de ver la proteina, y saber en qué células se produce dicha proteina, y si hay mucho o poco”.

Por ahora, en la República Checa es legal el uso de cannabis en algunos medicamentos concretos. En general, se usa como analgésico y para reducir inflamaciones.

Si este estudio consigue resultados definitivos, probablemente veremos en los próximos años nuevos productos de cannabis medicinal listos para ser usados en otras enfermedades.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.