Vicente tiene 13 años y hace unos meses aprendió a caminar. El año pasado, estaba en silla de ruedas, con su cuerpo tenso y “como una plantita”, según su mamá, Andrea Leiva. Pero un descubrimiento les cambió la vida a ambos. Un tratamiento en base a cannabis logró hacer que Vicente, que sufre de epilepsia refractaria, pasara de tener doce a tres crisis convulsivas al día. Incluso, en algunos períodos, no experimentó ninguna.

Hasta hace algunos años, Andrea continuaba en su búsqueda de soluciones para la enfermedad de su hijo, sin ningún resultado. “Probé todos los medicamentos, todas las alternativas, de lo humano y lo divino”, recordó. Pero no veía ningún cambio positivo, a pesar de que Vicente, en algún punto, llegó a tomar cinco medicamentos tres veces al día.

Hasta que un día, hace casi cuatro años, una amiga le comentó que estaban tratando niños con la misma enfermedad de Vicente con marihuana. Y comenzó a investigar.

Así conoció el caso de Charlotte Figi, una niña estadounidense de seis años cuyo caso se hizo conocido en 2013 por tener una espectacular mejora al comenzar un tratamiento en base a cannabis.

De la misma forma encontró al doctor Sergio Sánchez, que este viernes abrió una consulta cannábica en la capital y quien en ese tiempo asistía usualmente al Senado para presentar proyectos de legalización de la marihuana. Andrea lo contactó.

“Él fue la primera persona que me avaló todo el tema, porque en ese minuto yo era súper ignorante”, señaló Andrea. Fue el doctor Sánchez quien, además, le dio los datos para conseguir algún aceite de cannabis en Santiago para comenzar a tratar a Vicente.

Las primeras incursiones con cannabis

“Cuando partí con el aceite me conseguí uno que aquí era ilegal y yo le tenía mucho susto porque no sabía el tema de las dosis, no sabía los efectos colaterales, tenía bastante aprehensión a darle aceite a Vicente”, recordó Andrea. Pero los efectos se notaron en seguida.

“Vicente estaba muy mal cuando le di la primera dosis y al día siguiente en la mañana estaba sentado en la cama esperando el desayuno”, contó la madre. Explicó que, al ser la primera vez que probaba algo así con su hijo, se lo dio por periodos intermitentes. “No me atrevía”, dijo.

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Por lo mismo, ese tratamiento experimental no ayudó a Vicente con sus crisis y “en algún momento dejé de darle porque yo no sabía hasta qué punto yo lo podía estar drogando, por ejemplo”.

Siguiendo a Charlotte: viaje a Colorado

“El pediatra de Vicente me mencionó la opción de importar un medicamento en base a marihuana y de hecho me conseguí la autorización con Mañalich (ex ministro de Salud) para poder obtener el medicamento”, declaró Andrea.

En ese tiempo, el programa Contacto consultó al ex secretario de stado sobre este tipo de casos y él les presentó a Vicente y su madre. Ellos aceptaron ser parte del reportaje, pero para eso Andrea tenía que informar a su empresa, la consultora Deloitte.

A raíz del reportaje, la empresa se enteró del problema de Vicente y le ofreció a Andrea trasladarse a las oficinas de Deloitte en Colorado, donde Charlotte Figi se trataba y las resinas de marihuana están disponibles en las farmacias. “Me apoyaron mucho”, afirmó Andrea.

A la semana de llegar a Denver fue a la clínica donde estaba la doctora Margaret Gedde, quien veía a Charlotte, y “con ella trabajaba el doctor Anderson. Fue él quien me empezó a guiar con el tema de Vicente”, contó la madre.

Aceite de marihuana

El acceso a la resina de cannabis para tratar enfermedades es mayor en norteamérica que en Chile. “Hay ciertos aceites, por ejemplo, el Charlotte’s Web hoy día ya no es ilegal en Estados Unidos”, afirmó Andrea.

Pero Charlotte’s Web, llamada así por la misma niña por la que Andrea inició el viaje a Colorado, no le funcionó a Vicente.

Andrea comenzó a probar otros aceites e incluso aprendió a producirlo, y así llegó a una resina similar al Charlotte’s Web, pero con un poco más de THC -el componente alucinógeno de la marihuana-, llamado Haleigh’s Hope. Con ese, Vicente estuvo cerca de ocho meses y en diciembre de este año, Andrea decidió agregar THC por sí solo. “Y ahí se pegó el salto el Vicente”, sostuvo.

La espectacular mejora

Durante años anteriores, Vicente pasó de doctor en doctor, de examen en examen, sin diagnóstico claro ni solución. De hecho, en 2009 tuvo un “status epiléptico”, una crisis tan grande que “estuvo en la UCI y lo tuvieron que tener casi con un coma inducido con fenobarbital para parar la actividad epiléptica”.

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“Antes, Vicente no caminaba, estaba en silla de ruedas, era una plantita, pero además muy rígido. Y hoy día, Vicente sube los peldaños de uno en uno. Con ayuda sí”, comentó la madre. Esto, sumado a que ahora sólo toma un medicamento diario.

Vicente no ha presentado ningún efecto secundario por el uso de la cannabis, confirmó su mamá. “Podría ser el aumento del apetito, que en el caso de Vicente es súper bueno porque estaba bajo peso. Vicente tuvo por muchos años problemas para tragar. Estaba bajo peso y ahora come un montón”, sostuvo.

La mejora fue espectacular, dijo Andrea. Antes de probar el tratamiento con cannabis, Vicente tenía entre siete y doce grandes crisis al día e incontables crisis menores. Después de llegar a Estados Unidos, éstas bajaron a cinco diarias. Y hasta el 5 de este mes, Vicente había pasado un mes completo sin presentar ninguna crisis.

“Lo recomiendo absolutamente”, puntualizó Andrea este viernes, tras asistir a la inauguración de una consulta cannábica en Santiago, presidida por la fundación Latinoamérica Reforma y a cargo del doctor Sergio Sánchez, el mismo que le presentó hace cuatro años los beneficios de un tratamiento en base a marihuana.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.