Una farmacia virtual pone en contacto a ancianos enfermos y productores de cannabis para uso terapéutico -que ceden gratis parte de su producción- para que los primeros puedan ser tratados

La farmacia de la marihuana ya es una realidad. Diferentes asociaciones han creado, dentro de los clubes de cannabis, un banco gratuito de hierba con fines terapéuticos que pondrá en contacto a través de internet a enfermos y personas que la cultivan, que cederán gratis parte de su producción. Su único objetivo: mejorar la vida de los enfermos y paliar sus dolores.

El último lugar donde se ha presentado esta iniciativa ha sido en plena Milla de Oro, en Marbella. Doce colectivos cannábicos quieren consensuar una iniciativa legislativa popular para regular los clubes de Andalucía. El abogado que capitanea esta tarea, José Cosin, del bufete de Martínez Echevarría, explica a El Confidencial que “está más que demostrado el poder terapéutico de la marihuana y está permitido el consumo de 80 gramos al mes. Desde nuestros clubes se les dona la resina necesaria a ancianos y personas que no saben cómo conseguirla“.

Es el caso de Fuencisla, una anciana de 70 años que explica a este periódico que tiene fibromialgia. “Me tomo mis infusiones y me duelen mucho menos las articulaciones. Ya los medicamentos no me hacían nada y a través de esta gente generosa, ya estoy mejor”. Según Cosin, hay muchos casos como éste: “Es gente mayor para la que el cannabis terapéutico es una solución. Pero no saben cómo conseguirlo. No tienen edad para saber lo que es un camello ni dónde comprarlo. Y nuestros clubes le solucionan este problema. Eso sí, todo controlado médicamente”.

‘Amigos de María’

El banco virtual de marihuana gratuito parte de la asociación ‘Amigos de María’, o la “la banca del milagro”, como la llaman ya algunos. “Se trata de una iniciativa sin fines de lucro, y operará desde internet, vinculando a enfermos con productores. El proyecto tiene como principal función informar a pacientes sobre el THC (cannabis), así como establecer contactos entre ellos y productores”, explica Cosin.

Precisamente por la relevancia que está tomando el tema, se está intentando legislar en algunas autonomías. “Navarra aprobó ya su ley pero el Gobierno la ha recurrido ante el Constitucional. Cataluña también ha presentado las firmas de iniciativa legislativa popular. Ese texto lo tendrá que aprobar el Parlamento. En Andalucía nos reunimos 12 asociaciones recogiendo enmiendas que se discutirán en Antequera, el próximo 5 de septiembre, para presentar una propuesta de ley en el parlamento para regularizar los clubes, los que están ya inscritos en la Junta de Andalucía. La línea entre el autoconsumo y el tráfico es muy delgada. Y eso lo queremos regularizar“.

Este letrado defiende la labor que está haciendo ‘Amigos de María’, que colabora estrechamente con varias asociaciones españolas, que también luchan en favor de la legalización del cannabis. Este proyecto, que se llamará Farmacia del Cannabis, tiene como principal función informar a pacientes, dejando claro que la farmacia es virtual: no dispone de marihuana ni la facilita ni la transporta. 

Ni Lyrica ni Myolastan

Rosario tiene ya 68 años. Su médico reumatólogo fue el que le habló del cannabis. “Me dijo que paraba el dolor y que para relajarme y contra el insomnio me iba a ir muy bien. ‘Búscate la vida’, me dijo”. La anciana padece una fibromialgia y ya ha tomado todo tipo de antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos y medicamentos contra el dolor. “Es el cóctel habitual que nos ponen como enfermos. Pero como tengo nietas, los amigos de ellas me ayudaron al principio a conseguir la marihuana. No supe muy bien lo que consumía, solo sé que me sentía mejor”.

Así lo hizo durante 10 años, hasta que en Coín, el pueblo donde reside, le hablaron de la asociación. ‘Acción Cannábica’. “Me interesó. Fui, les expliqué, les llevé mis informes médicos y comencé con ellos”. Ahora consume medio gramo diario. Para relajarse y poder dormir. Y duerme. “Tengo días buenos y días malos, pero cuando eso pasa sé lo que debo hacer: quedarme en casa, tranquilizarme y hacer mis vaporizaciones o infusiones”.

“Ahora mismo -dice José Cosin- el mejor modo en que una persona enferma se puede abastecer son las asociaciones”. Los médicos voluntarios que valoran los informes hospitalarios dentro de estas asociaciones son de gran valía para determinar qué necesitan y en qué dosis y formato.

Otro de los casos es el de Regina. Tiene 50 años y le diagnosticaron una escoliosis lumbar y cervical a los 14 años. “Tengo una enfermedad degenerativa, crónica y no tiene curación. El dolor ha sido una constante en mi vida”. Cansada de los genéricos como Voltaren, Myolastan o Lyrica, también empezó con el cannabis “Mi cuerpo se acostumbró a esas medicinas, probé un opiáceo y la morfina que era muy fuerte para mí. La marihuana fue lo que me salvó“. “Fumo de noche, para dormir. Yo durante el día siento como si tuviera la espalda enganchada con un clip, y cuando fumo, es como si se me soltara el clip. Al día siguiente sube otra vez el dolor, pero me alcanza para soportarlo hasta la noche”. “La marihuana no te quita el dolor como el Tramadol, pero te lo disipa”.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.