A día de hoy en la ciudad se calcula que hay un total de 120 asociaciones cannábicas en funcionamiento que distribuyen marihuana y otros productos derivados de la misma entre sus socios.

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado hoy una propuesta de plan especial urbanístico para regular el fenómeno de los “clubes cannábicos” -en los que se vende y consume marihuana- y que plantea fijar una “distancia mínima” de entre 100 y 150 metros entre éstos y espacios como las escuelas.

El documento del Plan especial urbanístico para la ordenación territorial de los clubes y asociaciones de cannabis se discutirá en la próxima comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad, y, posteriormente, se votará en el pleno.

Tal y como apunta el consistorio en un comunicado remitido hoy a los medios, el plan pretende ser “una herramienta más al servicio de las políticas de salud pública que permita abordar éste fenómeno y regularlo, también desde la perspectiva urbanística”.

Entre las medidas que contempla dicho plan está determinar una “distancia mínima” ente los clubes y escuelas, centros de atención a la drogodependencia u otros espacios calificados como equipamientos.

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El consistorio también quiere limitar el tamaño de las asociaciones cannábicas fijándolo en 200 metros cuadrados y obligando a estos centros a disponer de un acceso independiente desde la vía pública, una puerta doble y una chimenea.

Según el Ayuntamiento, el objetivo del plan es “compatibilizar el derecho de asociación de los consumidores de cannabis con el ejercicio de otros derechos fundamentales como son la protección de la salud, la convivencia y el disfrute de un medio ambiente adecuado”.

A día de hoy en la ciudad de Barcelona se calcula que hay un total de 120 asociaciones cannábicas en funcionamiento que distribuyen marihuana y otros productos derivados de la misma entre sus socios.

El 6 de mayo de 2015, la comisión de gobierno aprobó inicialmente este plan especial urbanístico, así como la prórroga de la suspensión del “otorgamiento de comunicaciones previas de inicio de actividades” para la instalación o ampliación de este tipo de clubes sociales privados, que finaliza de aquí a un mes.

Posteriormente, se inició un proceso participativo con los representantes de algunas federaciones y asociaciones de clubes de consumidores de cannabis.

Tal y como apunta el consistorio, “fruto de este proceso, y del cambio de gobierno” se han introducido algunas modificaciones al documento respecto del texto aprobado inicialmente.

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