Siete son los tipos de licencias que otorgará el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para la producción de cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial en Ecuador, según el reglamento aprobado este 19 de octubre.
La industria del cannabis, que tiene usos farmacéuticos, textiles, alimentarios, entre otros, mueve unos 150 mil millones de dólares en el mundo y el gobierno ve en ésta una alternativa para los productores en el país.
La polémica del cannabis radica en los porcentajes de sus dos componentes principales: el CBD, que tiene propiedades medicinales, y el THC que produce efectos psicoactivos. La legislación ecuatoriana definió que las semillas que se siembren no deben superar el 1 por ciento de THC.
Con este reglamento, Ecuador arranca prácticamente desde cero, pues no hay un mercado de semillas de estas plantas en el país. Por eso, los permisos van desde la importación, cultivo y producción de derivados, investigación y exportación.
De modo que quien quiera acceder a un permiso deberá presentar su propuesta para una de estas alternativas:
1. Importación y venta de semillas
2. Producción y venta de semillas y esquejes
3. Producción de semillas no psicoactivas y cáñamo industrial
4. Producción de cáñamo industrial
5. Para fitomejoramiento y bancos de germoplasma
6. Producción y procesamiento de derivados
7. Para comercialización y exportación
Para quienes deseen generar toda la cadena, desde importación hasta procesamiento de derivados y exportación, el subsecretario de Producción Agrícola, Andrés Luque, indicó que pueden acceder a la tercera licencia que permite toda la participación, sin necesidad de un permiso adicional, siempre y cuando se cumplan con todos los requisitos.
Luque estima que por cada 10 mil hectáreas de cáñamo industrial que se produzcan en el país se puede obtener 300 millones de dólares, superando la rentabilidad del banano.
Hay muchos sectores interesados en invertir o traer grandes capitales, sobre todo para la producción de CBD que iría a los mercados europeos para usos farmacéuticos.
Pero también hay también agrupaciones y colectivos cannábicos que impulsaron la despenalización de esta planta para usos medicinales y ahora se sienten excluidos del reglamento, puesto que uno de los requisitos del MAG dice que las licencias se otorgarán para cultivos de no menos de dos hectáreas, imposible de lograr para pequeños productores. Aducen que el reglamento está direccionado a las grandes empresas.
Además, entre la documentación que deberán presentar los solicitantes constará: certificado de antecedentes penales, tanto del representante legal, como de los directores, socios accionistas o miembros con una participación mayor al 6 por ciento del capital de la compañía.
El MAG estima que el trámite de licencias no demore más de dos meses a partir de la solicitud.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.