Volvemos hoy desde la América Precolombina para llegar al siglo XIII a la Europa de Dante, los caballeros templarios, las damas medievales y por supuesto todo ello rociado con un poco de cannabis.

No dejéis de ver las impresionantes ilustraciones de la “Divina Comedia” donde se muestra la visión de Dante de: El Paraiso, El Purgatorio y el Infierno.

Autor: © Iñigo Montoya de Guzmán

Cuando aún no habíamos digerido la noticia de las momias “fumetas” chinas, las agencias de noticias vuelven al traste con otra “deslumbrante” noticia. Según el Corriere Della Sera en su artículo titulado (según el traductor de Internet) “Dante. El Galgo, la profecía, los números. He aquí desvelado el Código Alighieri”. Dante se drogaba para tener inspiración.

La noticia voló hasta Argentina, donde se hizo eco el periódico La Nación (el 30 de enero del 2007) por Elisabetta Piqué, y en La Gaceta de Tucumán (31 de enero), y también tuvo repercusión en Reino Unido, pero en España se ha corrido un tupido velo; ninguna agencia de prensa ni periódico se ha hecho eco.  

La idea de que Dante consumiera cannabis parte dela estudiosa británica Bárbara Reynolds, una de las máximas expertas en la figura de Dante Alighieri. Bárbara, de 94 años, es famosa por haber realizado la mejor traducción de la Divina Comedia al inglés. En el último libro de Reynolds, que se titula “Dante: the Poet, the Political Thinker, the Man”, revela un detalle desconocido de la vida de este insigne autor. Para inspirarse, Dante tomaba sustancias estupefacientes, entre ellas, cannabis y “mescalina”, un “derivado del Aloe vera” (según el Corriere Della Sera y La Nación). Como siempre, estos artículos incurren en errores ¿Cómo puede consumir mescalina Dante si es una droga sintética? ¿Cómo podía consumirla, si la planta de la que se extrae estaba en el continente americano, aún no descubierto por Colón? La mescalina es un alcaloide de origen vegetal con propiedades psicodélicas y alucinógenas que se encuentra en el peyote y en el cacto de San Pedro. Estas plantas fueron consumidas por toltecas y chichimecas desde dos milenios antes de la llegada de los europeos al continente americano. Por lo tanto es imposible que Dante consumiera mescalina. Además, no se sintetizó hasta el siglo XIX. Cuando Dante murió, América aún no se había descubierto. Y la mescalina no es un derivado del Aloe Vera; este no es un alucinógeno, es un laxante.  

Reynolds sugiere que las visiones del Paraíso de la Divina Comedia fueron fruto del consumo de sustancias estupefacientes, psicodélicas.Bárbara explica por qué en el primer canto del Paraíso (la tercera parte de la Divina Comedia, que es un viaje místico que comienza en el Infierno y sigue al Purgatorio), al ascender al cielo Dante se compara con Glauco, que alimentándose con una hierba se había transformado en una divinidad marina. En mitología griega Glauco es una divinidad marina, hijo de Poseidón y de la náyade Nais. A pesar de la divinidad de sus progenitores, Glauco era un humilde pescador que al mascar unas plantas mágicas cerca de Antedón, en la isla de Eubea, se metamorfoseó adquiriendo un extraordinario aspecto: su barba y su melena, que le caía por la espalda, eran de un verde oscuro que simulaba al de las algas marinas, y en lugar de piernas le apareció una cola enroscada como la de un enorme pez. Pero es más interesante el Canto V del Paraíso ¿A qué se está refiriendo? Yo personalmente creo que al cannabis y a la obediencia de mantenerlo en secreto:

Abre tu mente a lo que te revelo

y guárdalo bien dentro; pues no hay ciencia

si lo que has aprendido no retienes.

Dos cosas intervienen en la esencia

de este gran sacrificio: una es la cosa

que se ofrece; y la otra el pacto mismo.

Esta segunda nunca se cancela

si no es cumplida; y con respecto a ella

antes te hablé con toda precisión:

por ello los hebreos precisaron

el seguir ofreciendo, aunque la ofrenda

se pudiera cambiar, como ya sabes.

El poema anterior se refiere bien claramente a la absoluta necesidad de guardar los tesoros espirituales para quiénes sean realmente dignos de ellos. Una nueva y sabia indicación de que jamás debe iniciarse a profanos que no posean altas condiciones y virtudes (alejando al “vulgo ingrato” del que hablaba Dante).

 

Impacto en los medios

Es curioso que Bárbara Reynolds en su obra “Dante: the Poet, the Political Thinker, the Man” dé tan sólo unas líneas a hablar de sus consumos alucinógenos cuando el libro tiene unas 500 páginas.La información ha dado la vuelta al mundo; como pasó con la noticia de la momia “fumadora” de China. El Times Literary Supplement, el más prestigioso suplemento literario británico, tituló en su portada “Dante drogado”. En Italia la noticia fue aún mayor ya que es un personaje ilustrísimo, comparable a Cervantes en nuestro país. El profesor Guglielmo Gorni, presidente de la Società Dantesca Italiana, reaccionó de forma negativa ante la noticia-bomba: “Es una hipótesis poco creíble”, afirmó para la agencia de noticias ANSA. “Hay una fastidiosa y difusa tendencia a proyectar sobre Dante todos nuestros vicios, hasta los más inconfesables”, afirmó este experto, que dijo no haber leído ni el libro de Bárbara Reynolds ni el artículo del Corriere della Sera.

Vittorio Sermonti, otro conocido experto en la obra de Dante, lo ha considerado “una total estupidez” que la parte del Paraíso de la Divina Comedia fuera escrita por Dante bajo los efectos del cannabis y de la mescalina. “Son hipótesis que nunca escuché, y espero que ella [Barbara Reynolds] no las haya escrito. Sé que es una estudiosa muy seria, hasta un poco aburrida, y me sorprendería que hubiera escrito un libro-escándalo”, afirmó. Parece ser que a los eruditos de Dante no les ha hecho ni pizca de gracia que su autor se vea ligado a las drogas. 

Giulio Leoni, profesor de literatura italiana y autor de tres novelas policiales sobre Dante, es el único que lo ve como positivo; afirmó que “no sólo es posible, sino probable” que Dante haya utilizado sustancias estupefacientes. “La dantística oficial dejó bajo la sombra muchos aspectos de la vida de Dante. Este fue reprimido por la crítica académica, casi toda de raíz católica, que lo quiso embalsamar dejándolo como el gran poeta de la cristiandad”, apuntó. Leoni afirma que Dante conocía bien la farmacopea de su época, por lo que sabía muy bien qué plantas utilizar. “En mis novelas, más de una vez imaginé a Dante preparándose sus remedios para curar sus achaques… ¿Quién puede excluir que no haya utilizado esas mismas plantas para otros fines?”. Y es cierto, él era doctor y farmacéutico; pero se propuso no ejercer estas profesiones, pero una ley emitida en 1295 requirió que la nobleza que pretendía ocupar cargos públicos debía alistarse en uno de los gremios de Corporazioni di Arti e Mestieri, entonces Dante obtuvo la una rápida admisión en el gremio de los boticarios. Dante, al ser boticario, conocía el “Tractatus de Herbis” en el que aparece el cannabis.

 

Vida de Dante

Dante nació en 1265. Su familia era una gran familia florentina cuyo verdadero nombre es Alaghieri. La madre de Dante era Bella degli Abat y murió cuando Dante tenía sólo 5 o 6 años. Al poco su padre Alighiero se volvió a casar con Lapa di Chiarissimo Cialuffise, y tuvo con ella dos niños, el hermano de Dante, Francesco, y su hermana Tana (Gaetana). Cuando Dante tuvo 12 años, se comprometió con Gemma, hija de Messer Manetto Donati con la que se casó luego, en 1291. Los matrimonios negociados a edades tan precoces eran por aquella época algo normal y constituían una ceremonia importante, que exigía actos oficiales firmados delante de notario. Dante tuvo varios hijos con Gemma.

Cuando tenía nueve años encontró a Beatriz Portinari, hija de Folco Portinari, de quien se enamoró “a primera vista”, y al parecer sin aún haberle hablado. Él la vio con frecuencia después de los 18 años, a menudo intercambiaban saludos en la calle, pero él nunca llego a conocerla bien. Es difícil entender lo que este amor comprendía en realidad, pero algo sumamente importante para la cultura italiana pasaba. Era en nombre de este amor que Dante dio su impresión al Dolce stil nuevo, que influenciaría a escritores y poetas a descubrir el tema del Amor, que nunca antes había sido tan acentuado. El amor por Beatriz era la razón de la poesía y de la vida, juntos con sus pasiones políticas. Cuando Beatriz murió en 1290, Dante trató de encontrar un refugio en la literatura latina. Esta pasión “excesiva” por la filosofía más tarde sería criticada por el carácter Beatriz, en el Purgatorio, el segundo libro de la Divina Comedia.

Bárbara Reynolds también duda de la existencia de Beatriz, la musa inspiradora del poeta y su amor imposible. Si bien la opinión generalizada es que la “mujer-ángel” era la hija de Folco Portinari, que se casó con Simone Bardi y murió a los 24 años, la historiadora juzga probable que sólo fuera el fruto de la imaginación de Dante. Además, asegura que Dante en su juventud tenía amistades “vulgares”, y que intercambiaba sonetos eróticos con Forese Donati, el primo de su mujer. Beatriz, tanto aquí como en la “Divina Comedia” es un símbolo de la Sophia, la Sabiduría Divina de naturaleza trascendente y ubicada mucho más allá de todos los dogmatismos sectarios e idólatras. En España durante el siglo XVII fueron quemados numerosos ejemplares por la Inquisición.

La Divina Comedia

La Divina Comedia es el poema épico más grande de la literatura italiana, y uno de los más grandes de la literatura mundial. Dante la escribió en el dialecto toscano, matriz del italiano actual. Se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Dante vuelca lo más elevado de la sabiduría de los templarios en forma recóndita, cifrada en símbolos y velada por alegorías. Es una comedia ya que al final tiene un final feliz. El libro es complicado de leer ya que contiene múltiples alegorías o significados místicos, otras personas prefieren leer La Divina Comedia como un relato literal.

Cada una de sus partes está dividida en cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres: tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre, Beatriz, que personifica a la fe, y Virgilio, que personifica a la razón; la estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes cuenta con treinta y tres cantos.

“El conjunto de la Divina Comedia puede ser interpretado según varios sentidos. Acerca de esta afirmación no cabe duda alguna como tampoco ella admite objeción puesto que allí está el testimonio mismo del autor, seguramente mejor calificado que ningún otro para informarnos sobre sus intenciones más íntimas. Y sin embargo, una primera dificultad se presenta cuando se trata de determinar la significación de esos diferentes sentidos; en particular, en aquellos de más elevada trascendencia o de mayor profundidad, y allí surgen también las divergencias interpretativas de los numerosos comentaristas. Con todo, estos mismos comentaristas suelen coincidir en el reconocimiento cabal, según el sentido literal del relato poético, de un sentido filosófico o más bien filosófico-teológico, como así también de un sentido político y social; pero, con el sentido literal mismo, aún no superamos el número tres, y Dante nos ha advertido la existencia de cuatro sentidos, ¿Cuál es entonces esa cuarta dimensión? Según nuestra opinión, este sentido no puede ser otro que el de iniciación, metafísico en su esencia, y con el cual se relacionan múltiples datos que, sin ser todos de un orden de pura metafísica, presentan un carácter parejamente esotérico. Sin duda, es precisamente por esas características que ese sentido profundo fue desconocido por gran parte de los comentaristas de la obra de Dante; y sin embargo, si se lo ignora o se lo desconoce, los demás sentidos no pueden ser captados sino parcialmente, porque es una suerte de principio ordenador sobre el cual se coordina y unifica la multiplicidad de todos ellos.” (R. Guénon, L’Esotérisme de Dante).

Herido por la belleza de Beatriz (la dama que, en la Divina Comedia, desde el Cielo hará que le sea enviado Virgilio para que le guíe hasta la entrada del Paraíso terrestre) Dante describe un proceso alquímico y un mensaje para los “Fedeli d’ Amore”. Su obra tiene un sentido oculto que debe ser buscado por aquellos capaces de conseguirlo. Las escrituras pueden comprenderse y deben explicarse. La Divina Comedia presenta un carácter esotérico. ¿Fue Dante católico o albigense? ¿Cristiano o pagano? Dante perteneció a la asociación Fede Santa que presenta ciertas analogías con lo que más tarde ha sido llamada “Fraternidad de la Rosa-Cruz”. El Infierno representa el mundo profano, el Purgatorio comprende las pruebas iniciáticas, y el cielo es la morada de los perfectos. Dante hace mención a un “elixir de la larga vida” (relacionado con el cannabis) de los alquimistas, el grado del caballero de la Serpiente de Bronce, que era presentado como uno de los misterios egipcios, donde brota el origen de la medicina y el gran arte de componer medicamentos. Dante recorre en su obra los nueve ciclos con Beatriz. El Lunes Santo es cuando comienza el relato de Dante, indica que ha ido a buscar la “rama misteriosa” (¿Cannabis?) cuando se ha extraviado en el bosque oscuro donde va a encontrarse a Virgilio y su viaje a través de los mundos durará hasta el Domingo de Pascua (hasta el día de la Resurrección). Su viaje iniciático es muerte, descenso a los infiernos, resurrección y ascensión a los cielos. Los tres mundos son la Tierra, la Atmósfera (o región intermedia) y el Cielo. Los cielos son los estados superiores del Ser; los infiernos son los estados inferiores. La iniciación verdadera es una toma de posesión consciente de los estados superiores, es fácil comprender que sea descrita simbólicamente como una ascensión o un “viaje celeste”. Es también interesante o una casualidad que los números que más se repiten en la obra de la Divina Comedia son el 3, el 7 y el 9, justo los mismos segmentos que tiene una hoja  de cannabis. El 9 es el número de Beatriz, como se ve en la Vita Nuova.

Ilustraciones de la Divina Comedia

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Los Templarios y Dante

Dante está a favor de los Templarios, incluso después de su disolución, cuando no es muy aconsejable hablar bien de ellos. Incluso fue a París a comienzos de 1310, tan pronto comenzó el juicio a los templarios y permaneció allí hasta 1312. Cabe suponer que si acudió a París fue simplemente para hacer cuanto estuviera en su mano para salvar a los templarios de la Inquisición.

Una cuestión de especial interés relacionada con los templarios son sus Órdenes derivadas de carácter laico o seglar. Se poseen evidencias de que al menos una de estas órdenes existía ya bastante antes de la desaparición de los templarios en 1312. Esta filiación a la que aludimos es la Orden de los Fedeli d’Amore (Fieles de amor).

El nombre de Fedeli d’Amore provenía directamente del famoso grito de guerra de los caballeros templarios cuando estos  se lanzaban al combate. Ese grito era: ¡Viva Dios, Santo Amor!

Dante Alighieri pertencecía a esta secta, donde llegó a ser Gran Maestre. Pero otros personajes ilustres de la época también pertenecían, como el pintor Pedro de Pisa, Bocaccio, Petrarca, Andreas Cappelanus, el cardenal Francesco da Barberino, Cavalcanti, Dino Compagni como también Brunetto Latini.

Los Fedeli d’Amore además del contacto directo con los templarios, tenían una relación indirecta con la Orden de los Haschischin, consumidores de cannabis. Esta doctrina no tenía ninguna relación con el cristianismo, por lo tanto resultaba hereje. 

El temor a la Inquisición hacía que ese ropaje religioso, con todos sus absurdos y limitaciones, fuera adoptado de forma clara. Y así nació incluso un lenguaje secreto de los Fedeli d’Amore. Todas estas medidas de prudencia  y secretismo eran impuestas por el fanatismo e intolerancia de los católicos.

 

Concluyendo: lo más probable es que Dante, al igual que sus compañeros de la Orden de los Fedeli d’Amore, utilizara cannabis tanto de forma ritual como lúdica.

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.