Muchos sabemos lo que nos gusta, y cómo se llama, y dónde encontrarlo…pero nunca está de más investigar un poco en la historia del cannabis, rica en anécdotas y llena de curiosidades, porque a veces da la impresión de que sólo se habla de las polémicas leyes y la necesidad de legalizar o no las sustancias… pero ¿y estas sustancias? ¿Qué sabemos por ejemplo de la northern lights?

Casi todos hemos oído hablar de esta legendaria cepa, una de las Indicas más puras que existen. Y como en todas las buenas historias, tenemos un creador con nombre de ficción, “el indio”, que creó esta cepa en una isla de Seattle. Esta cepa, en forma de once clones femeninos, llegó a manos de Neville Schoenmaker, el propietario de “The Seed Bank” (el banco de semillas) en 1985. La cepa número cinco era el mejor espécimen del lote. Estas plantas, de color violáceo en su floración y sabor terroso y a pino, tienen un nivel de THC del 15% o más. Se piensa que Neville usó las cepas de El Indio para crear nuevos especímenes, mezclándolas con plantas Afghani macho. Y es que en este mundo, como en el de los vinos, la investigación y el trabajo también tienen como resultado grandes ejemplares que pueden cambiar el curso de su propia historia, y convertirse en referentes. Así, la Northern Light feminizada de Sensi Seeds ha sido un hito de la cría de cannabis y procede del espécimen más sano y más potente de las tres variedades originales. Con sus brotes repletos de resina, y un aroma a almizcle y miel, esta planta hará las delicias de todos los gourmets.

Está bien que con información como esta podamos alejarnos de los estereotipos más generalizadores, en los que los fumetas no parecen distinguir la albahaca de la marihuana. Mucha gente se sorprendería de ver cuánta cultura, innovación e investigación hay detrás de cada semilla y de cada calada.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.