Son numerosas las ocasiones en las que tras un largo periodo de trabajo manteniendo y mimando a nuestras queridas plantas, tanto en interior como en exterior, nos tropezamos con un problema de grandes dimensiones…. los malditos “Hongos”. Vamos a repasar la lista de hongos más comunes, cómo prevenirlos y cómo erradicarlos. Veréis a lo largo del artículo, que todo tiene solución.

Oídio

             El Oídio es una enfermedad causada por un hongo con el mismo nombre, que aparecerá en nuestros cultivos en forma de polvo blanquecino sobre las hojas de nuestras plantas. Este “polvo” también puede adquirir colores más grisáceos, dependiendo de su evolución. En su fase inicial tiene el aspecto de pequeños filamentos blancos agrupados, como pequeños “pelitos” que nacen en la parte visible de las hojas.

            No debemos confundirlo con el Mildiu, ya que son parecidos. El Mildiu crea por la parte superior de las hojas una especie de marca que puede parecer una gota de aceite y es por el envés donde se hace fuerte, mientras que el Oídio trabaja principalmente por la parte superior de las hojas, también tallos, flores y troncos en su etapa más avanzada.

            El Oídio se propaga mediante esporas y tarda entre 7 y 10 días en desarrollarse hasta que se puede apreciar a simple vista, por lo que si detectamos Oídio en nuestro cultivo, es más que probable que sus esporas estuvieran instaladas allí con anterioridad.

            Es un hongo que por lo general suele aparecer en primavera, aunque si cultivamos en interior podemos padecerlo en cualquier estación del año. Su clima idóneo para propiciarse se da con una humedad relativa alta (superior al 50%) y una temperatura media, entre 10º y 20º, aunque no son pocas las veces que lo hemos visto aparecer con temperaturas cercanas a los 30º. La humedad alta es determinante para su aparición y desarrollo.

            Si detectamos Oídio en nuestras plantas debemos actuar rápidamente ya que se propaga a una velocidad vertiginosa y en pocos días podría abarcar todo nuestro cultivo. Lo primero que debemos hacer es revisar todas nuestras plantas detalladamente, eliminando las partes infectadas con cuidado de no dispersar las esporas que en ellas se encuentran.

            Una vez eliminadas las hojas infectadas debemos aplicar algún producto fungicida en forma de pulverización sobre toda la planta para evitar que las posibles esporas restantes puedan desarrollarse. No penséis ni por un momento que el problema ha terminado con el corte de las hojas infectadas, miles de esporas invisibles a la vista estarán ya instaladas en el resto del cultivo esperando desarrollarse.

            Aunque existen muchos productos BIO tales como la cola de caballo que pueden ayudarnos con nuestro problema, éstos se usan más para prevenir que para curar, por lo que sin duda os recomiendo algún producto químico que contenga un principio activo tal como el Ciproconazol o el Tetraconazol, muy efectivos contra el Oídio. La casa Probelte comercializa un producto cuyo nombre y principio activo es el Triadimenol y que funciona de maravilla a la hora de combatir este hongo. Sin duda es el que a nivel personal os recomiendo.

            Tened presente que cualquier aplicación de productos químicos a nuestras plantas conlleva un plazo mínimo de seguridad. Por lo que si estáis muy próximos a la cosecha, quizás no merezca la pena aplicar absolutamente nada. Quitad las partes infectadas y cosechad las flores (cogollos) no infectados.

            Recordad protegeros con guantes y mascarilla para su aplicación. El sobrante debéis llevarlo a un punto limpio y nunca tirarlo por el desagüe, ya que es altamente contaminante.

            Suponiendo que aún queda tiempo para la cosecha o que simplemente estamos en vegetativo y que cultivamos en interior, el siguiente paso será reducir la humedad relativa. Para ello podemos valernos de un deshumificador o instalar más ventiladores en nuestro cultivo, de forma que la humedad se mantenga o baje del 50%. Aunque parezca contraproducente ya que el aire puede mover los posibles restos de esporas, es necesario para rebajar el nivel de humedad relativa.

            Otra alternativa menos conocida pero igualmente eficaz, es aplicar rayos UV-C a nuestro cultivo con un proyector especial. Estos rayos dañan las esporas haciéndolas inservibles y erradicarán el problema en unas pocas semanas, ya que es necesario realizar varias aplicaciones dejando tres o cuatro días entre sesiones. Esta opción no está al alcance de todos ya que el equipo necesario no es económico y ha de aplicarse siguiendo unas estrictas normas de seguridad.

            El Azufre micronizado es también una buena y eficaz solución contra cualquier hongo, aunque a nivel personal tengo mis reservas con este sistema por lo que no entraremos en detalles, aunque podéis indagar por la red (internet) y obtener información más completa sobre su aplicación y plazos de seguridad.

            Como veis, erradicar el Oídio es posible siempre que no esté muy desarrollado y próximo a la cosecha. No recomiendo fumar ni usar para nada (extracciones, tinturas, repostería, etc…) ningún cogollo ni parte de la planta infectada con Oídio.

            Un conocido cultivador indicaba en sus apuntes que los cogollos infectados con Oídio pueden fumarse previo baño de agua con agua oxigenada y un correcto secado antes de la cosecha. No dudo que sea así, pero discrepo firmemente y a nivel personal jamás fumaría un cogollo infectado por Oídio aunque lo hayamos duchado con esta receta.

            Ahora que hemos visto cómo eliminar el Oídio, debéis saber que la mejor medicina es la prevención y nada es más sencillo que aplicar pulverizaciones regulares con cola de caballo a nuestros cultivos para evitar este mal.

Botrytis

            El hongo de la botrytis también conocido como moho gris o podredumbre, puede aparecer en nuestras plantas a lo largo de cualquier etapa del cultivo, aunque lo más común es que haga acto de presencia durante la floración avanzada, donde puede aparecer discretamente entre la formación de cogollos.

            Se propaga por esporas que no dudarán en desarrollarse si el entorno es propicio. Para ello precisan de ciertos parámetros tales como una humedad relativa alta y escasa aireación. Este hongo ataca principalmente a las plantas con exceso de Nitrógeno o plantas débiles. Las variedades Índicas son más propensas también al realizar cogollos mucho más compactos que las variedades sativas.

            Los cultivos de exterior son los más afectados por este mal, principalmente hacia el final de la floración cuando las lluvias del final del verano / otoño hacen presencia, aunque los cultivos de interior tampoco están a salvo si no se toman ciertas medidas para prevenirlo.

            La Botrytis puede atacar a hojas, tallos y cogollos, dejando la zona afectada de color marrón / gris, con aspecto de podrido (de ahí el sobrenombre). La zona afectada pierde consistencia y es fácilmente reconocible, si la tocamos con la mano podremos ver cómo se desprenden las esporas que quedarán flotando por el aire.

            Es más complicado de detectar cuando aparece en los cogollos, sobre todo en las variedades índicas las cuales producen cogollos más densos, ya que hasta que no comience a invadir gran parte del cogollo apenas será visible…. y cuando lo detectemos, muy probablemente sea demasiado tarde para salvar la zona.

            Si hemos tenido la mala suerte de padecer este hongo, lo mejor es cortar y retirar inmediatamente las zonas afectadas, haciéndolo con mucho cuidado para no expandir las esporas por todo nuestro cultivo. Dado que por lo general aparece en floración avanzada…. no podremos usar ningún químico para erradicarlo o detenerlo.

            Existe un producto orgánico llamado Botrybel que podemos usar como preventivo si intuimos que vamos a padecer este hongo, bien por niveles altos de humedad o porque ya lo hemos padecido anteriormente en similares circunstancias. Como preventivo, debe usarse antes de que aparezca el problema y aunque sea orgánico, siempre deberemos respetar ciertos plazos de seguridad que el fabricante nos indicará en el propio producto.

            Al igual que con el Oídio, nunca fuméis ni uséis para extracciones o similares ninguna parte afectada por este hongo, ya que es muy perjudicial para nuestra salud.

        

Pithyum

            Este hongo parásito ataca principalmente a las raíces y semillas. Se reproduce a una velocidad asombrosa expandiéndose mediante diminutas esporas. Ataca principalmente a plántulas y semillas en germinación, dado que son más vulnerables por sus bajas defensas.

            Cuando ataca a las raíces, hace que éstas no puedan absorber los nutrientes necesarios por lo que la planta o plántula termina muriendo. Si la infección se produce en plantas adultas, es posible tratarla siempre que la detectemos a tiempo, aunque la producción final de ésta se verá seriamente afectada. Cuando la infección se produce en semillas germinando, poco podremos hacer.

            Como la mayoría de hongos, precisa de unos parámetros idóneos para su completo desarrollo. Éstos son una humedad relativa alta y una temperatura media de entre 20º y 30º. Vive y se reproduce tanto en el aire como en el agua, por lo que los sistemas hidropónicos son también muy propensos a padecerlo si la oxigenación del sistema nutritivo es pobre.

            Detectar la infección de Pithyum es relativamente sencillo. Si estamos germinando semillas y éstas son infectadas, se pondrán mohosas, grisáceas y blandas, muriendo sin posibilidad de ser tratadas. En plántulas (plantas jóvenes, con pocos días de vida) veremos cómo los tallos comienzan a debilitarse, podrirse o colapsar la planta, haciéndonos creer muchas veces que puede ser un problema nutricional debido a una carencia o exceso de nutrientes, cuando el verdadero problema se encuentra ya atacando las raíces de nuestras pequeñas.

            En plantas adultas lo detectaremos seguramente tarde, ya que al comenzar su infección bajo tierra es muy complicado detectarlo. Las plantas se pondrán como “tristes”, decaídas y mostrando síntomas de carencias nutricionales. En algunas ocasiones las hojas se enroscan hacia dentro.

            Existen en el mercado ciertos fungicidas que actúan sobre este hongo, usándolos mediante pulverización y en el agua de riego para que pueda acceder al sistema radicular, aunque el mejor antídoto es una correcta prevención.

            Prevenirlo es sencillo, hemos de mantener nuestro espacio de cultivo limpio y bien aireado, utilizar sustratos de calidad y sobre todo agua de riego que no provenga de ríos, riachuelos o nacederos, en resumen, usar agua que haya sido tratada para el consumo humano.

Roya

         Es otro hongo común que no dudará en instalarse en nuestros cultivos si las condiciones medioambientales son favorables. Aparece en condiciones de poca ventilación y elevada humedad.

         Ataca a las hojas y tallos, dejando en la superficie manchas o bultitos redondeados de color marrón – amarillento que se hacen cada vez más grandes. En su primera fase de infección podemos detectarla observando el envés de las hojas, donde aparecen manchas de color blanco.

         Dentro de la enorme cantidad de infecciones por hongos que podemos padecer en nuestras plantas, éste es de los más destructivos. Raramente podremos sanar las hojas infectadas, pero tomando las medidas oportunas podremos detener su propagación.

         La planta necesitará de un tiempo extra para crear nuevas hojas que hagan la función de las ya infectadas, por lo que tanto su crecimiento como su floración o producción se verán seriamente afectados.

         Existen químicos y productos naturales para tratar la infección por roya, aunque no servirán de nada si no controlamos la humedad de nuestro cultivo. Es un hongo muy puñetero dentro del círculo de hongos que podemos padecer en nuestras plantas de cannabis. En muchas ocasiones, es mejor desechar la planta afectada e intentar salvar el resto con la ayuda de productos específicos y controlando la humedad relativa.

         Si nuestro cultivo es de exterior y estamos próximos a la primavera o el otoño, donde las lluvias son más frecuentes y la humedad relativa es alta, lo mejor que podemos hacer son tareas de prevención, con fungicidas de amplio espectro capaces de ayudarnos a prevenir simultáneamente los hongos más comunes y mencionados en este artículo. Recordando siempre que debemos respetar los plazos de seguridad que este nos indique para poder disfrutar de nuestros cogollos sin peligro.

         Son muchos los hongos e infecciones similares que podemos padecer en nuestro cultivo, pero como ya habréis deducido, la mayoría de éstos se dan cuando la humedad relativa es alta o las condiciones de higiene son pobres. En próximos números seguiremos tratando estos problemas en profundidad, mientras tanto…. sed felices, Nvidia.

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.