“Mamá Cultiva” es una organización que desafía las leyes vigentes. La organización administra resina de cannabis que atenúa el impacto de las convulsiones de los niños y niñas que padecen epilepsis refractaria.

Ellas son un grupo de madres con un compromiso: plantar marihuana para salvar la vida de su tesoro más preciado, sus hijos.

 Paulina Bobadilla sabe que la legislación chilena autoriza  el consumo de marihuana pero es un delito cultivarla.
La estricta ley antidroga chilena permite el uso medicinal previa  aprobación  de varios ministerios, un trámite burocrático que  casi nadie  encara.
A pesar de ello, los resultados  obtenidos en el tratamiento de la epilepsia refractaria que padece su hija Javiera de siete años  la animan a seguir adelante.

 Desde que Javiera ingiere un par de gotas de resina de marihuana diarias, se acabaron las convulsiones y todos los efectos negativos de los anticonvulsivos tradicionales, publica Clarín.

El ejemplo a seguir es el de Charlotte Figi que también padece de epilepsia refractaria desde los tres meses. Sus padres, naturales de Colorado, EEUU, la trataron con cannabis y hoy camina y habla con normalidad.
 
Así, Paulina y un centenar de padres fundaron “Mamá Cultiva” una organización social que, más allá de insistir ante el Congreso chileno la necesidad de legalizar el cultivo de marihuana, se ha constituido como un grupo de apoyo y asistencia psicológica para superar diversos tipos de cáncer, epilepsia, etcétera.
Actualmente “Mamá Cultiva” defiende los derechos de unos 15.000 niños chilenos.
Aunque recibieron notificaciones judiciales advirtiendo sobre el cultivo ilegal de marihuana, nadie en “Mamá Cultiva” se echa atrás. Al contrario.  

“Cuidado paliativo del dolor”

Si bien en Chile no hay estudios clínicos sobre el efecto medicinal de la marihuana, la doctora Lidia Amarales, directora del estatal Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, dijo que “existe evidencia científica internacional que avala efectivamente el uso de esta droga en algunas patologías muy específicas como epilepsia refractaria, cuidado paliativo del dolor”, cita Clarín.
Amarales destacó, no obstante, que el uso de cualquier droga legal o ilegal, en niños o jóvenes siempre puede generar reacciones negativas para la salud.

A todo esto, la Sociedad de Neurología, Pediatría, Anestesiología, facultades de medicina y el Colegio Médico emitieron un comunicado público para decir que la evidencia disponible sobre el uso terapéutico “es insuficiente, lo que contrasta con la vasta evidencia científica sobre sus efectos perjudiciales”.

En la mayor parte del mundo está prohibida la marihuana, sin embargo, existe  una fuerte corriente a favor de su legalización. En diciembre de 2013  Uruguay legalizó y reguló su uso, y Colombia y Argentina despenalizaron el consumo personal.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.