Un estudio de la FAD muestra que la mayoría prefiere que su comercio esté controlado

Más opuestos al consumo de drogas, pero también más permisivos hacia la marihuana. Una encuesta de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD),presentada este jueves en Madrid, revela que, aunque el 70% de la población española considera que “hay que luchar por una sociedad sin drogas”, una mayoría —el 52%—  se muestra partidaria de permitir la venta de cannabis a adultos.

La investigaciónLa percepción social de los problemas de las drogas en España, con encuestas a 1.416 personas de entre 15 y 65 años en todo el país, muestraun aumento “abrumador” de los partidarios del comercioen los últimos 10 años. El 25,5% de los consultados se manifestaba a favor de la venta o el suministro controlado en 2004 frente al 46,2% en 2014. A ellos se suma el 5,9% de personas que creen que no debe haber ningún tipo de restricciones.

Babín ha matizado que la permisividad hacia la marihuana contrasta con los datos de consumo. En España, ha añadido el delegado, en torno al 9% de la población consume cannabis y, en el caso de los adolescentes, los mayores consumidores, se ha reducido un tercio en la última década. El informe de 2013 del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT) señala que más del 25% de los adultos españoles ha consumido cannabis a lo largo de su vida.

La encuesta de la FAD muestra que el 43,8% de la población está a favor de permitir el uso privado del cannabis y el 8,7% lo legalizaría sin restricciones. Pese a ello, la mayoría —el 65,2%— lo considera “muy peligroso”, frente al 56% que lo veía así hace una década.

La Delegación del Plan Nacional sobre Drogas ha pedido a la Abogacía del Estado la impugnación dela ordenanza del Ayuntamiento de San Sebastián (País Vasco)que, desde el 5 de diciembre, regula los clubes de cannabis. “Invade competencias estatales en materia de seguridad ciudadana y de coordinación de la Sanidad”, ha señalado Babín. La ordenanza supone el reconocimiento administrativo de los locales e impone obligaciones, como la obtención de una licencia, el cumplimiento de un horario —de 08.00 a 22.00— y la prohibición de la entrada de menores.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.