La compañía eléctrica abrió el año pasado 9.026 expedientes por enganches ilegales a la luz en Málaga, un 22% más que en 2015

La proliferación de invernaderos ilegales para el cultivo de marihuana se ha disparado en los últimos años en la provincia de Málaga y la compañía eléctrica Endesa se ha convertido en el principal aliado de la Guardia Civil para detectarlos. Buena parte de los 9.026 expedientes por fraude iniciados el año pasado por la empresa fueron por ese motivo debido al mayor control que se ejerce sobre los consumos desmesurados. Fruto de esa colaboración es el aumento de expedientes abiertos por enganches ilegales con respecto al año anterior, por ejemplo, puesto que en 2015 fueron 7.369 o, lo que es lo mismo, un 22% menos que el año pasado. Aunque la propia eléctrica reconoce que hay más casos, fuentes de la misma explicaron que ese incremento se debe fundamentalmente a que “se han activado los controles de la mano de la Guardia Civil”.

Tanto es así, que la compañía es la encargada de alertar de un posible invernadero ilegal cuando detecta un consumo de luz desproporcionada en una zona, ya que en estos casos fuentes de Endesa señalaron que en esos casos “el consumo es brutal en torno a tres y hasta cuatro veces más de lo normal”. Cuando se comprueba que efectivamente se trata de un cultivo de marihuana con un enganche fraudulento a la red eléctrica, los técnicos de Endesa participan en algunas de las redadas que lleva a cabo la Guardia Civil pero “siempre con la cara tapada” para evitar cualquier tipo de represalias posteriores.

La mayoría de los viveros se nutren de enganches fraudulentos a la luz

Las operaciones policiales documentadas en 2016 ponen de relieve que en gran parte de los casos los invernaderos estaban conectados fraudulentamente al sistema eléctrico. Significativamente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima que el fraude eléctrico creció en 2015 un 25%, hasta alcanzar los 150 millones de euros. Endesa también entonces que de esa cantidad sólo el 1% corresponde a familias de bajos recursos. El gran trozo del pastel (80%) son empresas y en segundo lugar grandes consumidores particulares que se conectan ilegalmente a la luz.

Frente al tradicional cultivo doméstico destinado fundamentalmente al uso particular, han proliferado instalaciones industrializadas, dotadas de potentes sistemas de iluminación, secado y riego que producen al por mayor. Durante 2016 las fuerzas de seguridad del Estado llevaron a cabo en Málaga al menos 35 actuaciones contra el cultivo de marihuana , en las que se intervinieron cerca de 30.000 plantas.

Estos cultivos han aumentado al calor de las buenas perspectivas económicas que proporcionan, la relativa benevolencia con la que el Código Penal trata este delito y las dificultades para detectar las plantaciones.

Las actuaciones contra el cultivo ilegal de marihuana desarrolladas el año pasado Málaga dibujan un escenario marcado por la heterogeneidad: se hallaron invernaderos en viviendas de lujo de la Costa del Sol, en casas aisladas del interior de la provincia, en chalés familiares del ámbito metropolitano, en pisos de la capital y hasta seis viveros en el remoto municipio de Arriate. En la mayor parte de las ocasiones, además, los agentes dieron con estos enclaves por casualidad.

 

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.