Especialistas le realizaron una resonancia magnética a Ukok, una antigua princesa siberiana momificada, que dio resultados impensados. Al parecer, padecía de cáncer de mama y, por eso, habría consumido cannabis.

 

Los expertos Novosibirsk Andréi Letiagin y Andréi Saviólov realizaron un gran descubrimiento sobre los restos momificados de “Ukok”, una princesa siberiana de hace aproximadamente 2.500 años.

Después de practicarle una resonancia magnética, los científicos dieron con que la princesa -que murió a los 25 años de edad- padecía de un cáncer de mamas.

Esa es la explicación de que se haya encontrado en su tumba un recipiente con cannabis, que ayudaba a su terapia, como también lo hacían el hachís, el opio, el beleño, el extracto de la mandrágora, el acónito y el cáñamo indio, que funcionaban como analgésicos.

Los especialistas afirman estar “muy seguros” del diagnóstico, aunque no pueden asegurar que haya sido la verdadera causa de su muerte, ya que se encontraron con fracturas en el cráneo y luxaciones en sus articulaciones.

La momia, bautizada como ‘Ukok’ fue hallada en 1993, y se descubrió que se trataba de una princesa que practicaba la brujería.

Su sarcófago había sido rellenado con hielo, y el agua que entraba a la tumba y que se heló después, garantizó que algunas partes del cuerpo permanezcan en excelentes condiciones.

 

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.