“Queridos lectores, con el fin de poder tratar a ciertas enfermedades del cannabis muy destructoras en los cultivos españoles que se presentarán en los próximos meses y poder realizar labores preventivos con tiempo, hemos reorganizado los artículos de esta sección. Creemos que este es el momento más adecuado para estudiar los hongos responsables de las enfermedades conocidas como Oidio y Moho Gris. Este mes trataremos a los dos patógenos responsables del Oidio, dejando para el próximo mes el Moho Gris y su patógeno, el hongo Botrytis cinerea. Posteriormente volveremos con uno o dos artículos generalistas sobre los hongos patógenos del cannabis “.

Texto y fotos por Massimiliano Salami (drgrow)

Síntomas de Oidio en cannabis, especie Sphaerotheca macularis. La masa miceliar en el haz de la hojas nos indica su presencia.

Introducción

Denominados como Oidios o cenicillas, existen sólo dos patógenos conocidos que causan esta enfermedad en los cultivos de cannabis: Sphaerotheca macularis y Leveillula taurica conocidos también como el “Oidio de la Fresa” y “La Mancha Amarilla del Tomate” respectivamente. Notar que la enfermedad conocida como “La Mancha Amarilla” en cannabis es causada por otro hongo patógeno y no es un Oidio. Ver [1] y [2].

Ambos patógenos pertenecen a la subdivisión ASCOMYCOTINA (hongos de saco), dentro de la familia Erysiphales

Es probable que existan más patógenos que causen Odio en cannabis, pero no se ha encontrado información al respecto, quedando así una posible línea de investigación abierta para los más curiosos.

El Oidio

Los Oidios son enfermedades que afectan a las partes aéreas de casi todas las plantas, y también del cannabis, especialmente en las zonas templadas y subtropicales.

Estos patógenos son patógenos obligados, precisan del vegetal con vida para poder sobrevivir y hacer su ciclo biológico. No sedesarrollan en laboratorios, ni en cultivos artificiales sobre sustratos tipo PDA, es decir, necesitan de ciertas sustancias que sintetizan las plantas en vida para proliferar.

La presencia de Oidio en el cultivo desgraciadamente se observa por los síntomas que lo causan; por lo general se caracterizan por la formación de pústulas o manchas formadas por masas hifales polvorientas y órganos fructíferos sobre el haz de las hojas. Ver dibujo-esquema representativo.

El color de las manchas varía desde un tono blanco hasta uno grisáceo; de ahí el nombre de cenicillas. El hongo también puede afectar a otros órganos de la planta cuando la infección es grave y las condiciones climáticas lo permitan.

En esta foto se pueden observar los conidios de Leveillula taurica extraídos de una hoja de cannabis infectada. Vista microscópica x400. Compárese estas “esporas” con las del hongo Sphaerotheca macularis representadas en el dibujo-esquema.Las cenicillas son biotróficas, es decir, se nutren de su huésped vivo. Para eso, el hongo envía unas hifas especializadas en la extracción de alimento hasta las células epidérmicas. En estas células, el hongo comienza a absorber los nutrientes necesarios para su metabolismo. Estos órganos de absorción se denominan haustorios.

Esta forma de absorción que tiene el hongo, no mata la planta inicialmente, simplemente altera, eso sí, de forma irreversible, el metabolismo de las células infectadas, interfiriendo a la respiración y por supuesto a la transpiración.

Cuando las condiciones ambientales son favorables para este patógeno, se producen infecciones secundarias a partir de los órganos infectados, donde se forman multitud de conidióforos con conidios( “esporas”) fácilmente dispersables por la acción del viento (o de un ventilador en el caso de los cultivos de interior) y la lluvia.

Cuando las condiciones se hacen desfavorables para el hongo, por ejemplo la muerte del huésped (muerte de las hojas), éste se reproduce sexualmente formando ascosporas en ascas dentro de unos órganos llamados “cuerpos fructíferos” completamente cerrados. A estos diminutos órganos fructíferos se denominan cleistotecios.

Los cleistotecios pueden formarse dentro de la hoja o en su superficie. Si se generan en la superficie de las hojas, se observarían unos pequeños puntitos negros en las zonas afectadas.

El hongo no mata a su huésped, lo desgasta lentamente hasta que los órganos afectados finalmente necrosan. Esta necrosis suele ser causada por dos factores abióticos que actúan en conjunto: la intensidad de las radiaciones solares y un ambiente cálido y seco que deshidratan las hojas afectadas hasta muerte.

Las hojas necrosadas llevan inóculos infecciosos como los cleistotecios, conidios, y/o micelio hasta el suelo. Los patógenos responsables del Oidio permanecen activos en estos restos vegetales depositados, suelen invernar en forma de micelio invernante o dentro de los cleistotecios en forma de ascospora.

Cuando las condiciones ambientales son favorables, los inóculos germinan y dan lugar a infecciones primarias, y las primarias a las secundarias. Esto sucede normalmente en el siguiente año durante la estación primavera-verano.

La infecciones primarias suelen ser engendradas por los cleistotecios que germinan liberando ascas con las ascosporas. Las infecciones secundarias son generadas por el trozo de micelio y por los conidios

Dentro de las especies de Oidios que atacan al cannabis está la Sphaerotheca macularis o moho gris de la fresa y la Leveillula taurica también conocida como la mancha amarilla del tomate.

El patógenos que causa la enfermedad conocida como “La mancha Amarilla del Tomate” como sabemos también puede infectar al cannabis. En la foto, micelio blanco de Leveillula taurica en el envés de una hoja.

Sphaerotheca macularis produce un micelio blanco que se desarrolla principalmente sobre el haz de las hojas penetrando directamente la cutícula y extendiéndose subcuticularmente; mientras que Leveillula taurica tiene un hábito endoparásito, es decir, el patógeno (inóculo infeccioso) penetra en el huésped a través de los estomas y no de la cutícula.

En general, los primeros síntomas visibles de esta enfermedad son unas manchas cloróticas en el haz de las hojas, mientras que en el envés de las zonas afectadas se desarrolla una masa polvorienta blanca, siendo ésta el micelio y los conidióforos.

Diferenciar las sintomatologías de estas dos enfermedades es relativamente fácil, simplemente por la ubicación y coloración de los micelios, y por la formación de cleistotecios, la cual no es tan frecuente en la especie S. macularis. Otras diferencias importante que determinan cual de las dos enfermedades está actuando, son las condiciones climáticas que precisan estos patógenos. En el caso de la L. taurica su supervivencia esta ligada a condiciones secas y temperaturas agradables, mientras las especie S. macularis precisa de una mayor humedad ambiental y temperaturas más bajas para producir una infección importante. Aunque podamos suponer cual de los dos patógenos está infectando al cultivo simplemente observando los síntomas, sólo un estudio microscópico de esporas (los conidios) generado por estas especies, determinará con seguridad la especie infectiva.

Métodos de control

La realización de tratamientos preventivos con azufre frenará notablemente el desarrollo de estos patógenos. Como siempre la eliminación de restos vegetales depositados en el suelo de las parcelas e instalaciones reducirán la densidad del inóculo infeccioso.

Estos hongos fitopatógenos del cannabis causan graves epidemias en los cultivos de exterior. Las infecciones secundarias generadas por estas epidemias viajan hasta los cuartos de cultivo de interior. Cuando las cantidades de inóculos infecciosos son muy elevados (como es el caso de una epidemia) pueden introducirse por la ventilación y depositarse sobre las plantas en floración. Durante este estado fenológico del vegetal, sus defensas son bajas, y las condiciones ambientales de los interiores son ideales para el desarrollo de algunos de estos patógenos. La filtración del aire de entrada puede ser una solución muy eficaz para reducir las entrada de inóculos infecciosos y por tanto de la infección.

En la foto se observan como son los síntomas causados por el Oidio Leveillula taurica en el haz de la hojas.

Como sabemos el cannabis es una planta susceptible al Oidio, por eso, el éxito de la infección depende directamente de las condiciones ambientales, si son favorables se producirá la infección.

El cannabis es sensible al Oidio pero existen otras plantas mucho más sensibles, e inclusive huéspedes de “primera calidad” para éstos patógenos. En exterior el empleo de plantas más sensible al Oidio (fresa y tomate) como indicadores, o la simple observación de la vegetación circundante es esencial para prevenir los ataques. Usar dichas plantas para el monitoreo de Oidio es conveniente, pero una vez infectadas deben ser retiradas cuidadosamente y destruidas, de los contrario “el beneficio”, se convertiría en un foco de infección.

El problema real que se nos presenta con esta enfermedad es que, sí tiene remedios posibles, pero sus ataques suelen presentarse durante un estado fenológico (la floración) complicado para ser tratada, por ejemplo con azufre.

Un ataque durante el periodo vegetativo tiene muy fácil solución: si hay infección establecida se debe realizar un saneamiento de las partes infectadas y un posterior tratamiento preventivo con azufre micronizado. Si no hay infección en el cultivo pero si en plantas colindantes trataríamos todo con azufre.

La nutrición es otro factor clave en el avance de la enfermedad, una alimentación equilibrada, rica en PK, aumenta la respuesta de defensa del vegetal al desarrollo de la infección. Una buena dieta hace que la planta sea más resistente y que reaccione más rápido ante una infección.

Micelio blanco del Oidio Sphaerotheca macularis creciendo sobre una hoja. Vista microscópica x40.Actualmente con la reducción impuesta por el gobierno en lo que respecta a las sustancias fungicidas, numerosas empresas se han volcado en la investigación y búsqueda de fórmulas naturales en contra de estas enfermedades. La aplicación de estimuladores de defensas y de formulados bacterianos están jugando un papel muy significativo en las producciones ecológicas comerciales de todo el mundo.

Durante años llevamos ensayando en varias regiones de España distintos preparados bacterianos a base de Bacillus subtilis, una bacteria antagonista para el Oidio y otros patógenos del cannabis. Inoculaciones periódicas, foliares y por riego con esta bacteria ayudan a disminuir las incidencias del Oidio y otros patógenos.

El mercado desgraciadamente no ofrece aún muchos preparados a base de esta bacteria, el formulado más empleado y disponible en España es el “B-Subtilis” distribuido por Dr. Grow’s Productions. Otra empresa que ofrece un preparado a base de Bacillus subtilis (“Serenade”) es Agraquest, desgraciadamente tiene su base en Perú y por lo que sabemos todavía no envía a España.

Existen otros métodos como la pulverización con bicarbonato potásico o bicarbonato sódico sobre las zonas infectadas. Otra vez, esta técnica es viable durante el periodo vegetativo, pero dudosa en la fase de floración.

Finalmente podemos decir que como toda infección patógena en cannabis, es necesario un cierto grado de estrés en la planta para que el patógeno comience su infección. En general podemos afirmar que las épocas de sequías favorecen al estrés hídrico y al mismo tiempo que aumentan la susceptibilidad de la planta al Oidio. Nunca hay que subestimar a estos patógenos, ya que, en condiciones secas son incluso más virulentos y devastadores. ¡Mucha suerte a todos!.

Agradecimientos: Claudia Santarosa y Fede (Dr. Grow´s Productions) y Jose Olivera “El Maestro” por los dibujos.

Referencias

[1]    McPartland J.M., Clarke R.C. & Watson D.P. 2000. Hemp diseases and pests. Management and biological control. CABI Publishing.

[2]    Salami M. 2008. Cannabis sativa L., Dr.Grow´s Productions.

[3]    Salami M. 2010. Enfermedades infecciosas. Cannabis magazine nº70.

[4]    Salami M. 2010. Efecto del ambiente sobre las enfermedades del cannabis. Cannabis magazine nº73.

[5]    S.E.F. 2000. Patología Vegetal, Mundi-Prensa y Phytoma.


Acerca del autor

Massimiliano Salami
Massimiliano Salami es escritor, autor del libro Cannabis sativa L., colaborador de Cannabis Magazine e investigador en el cultivo del cannabis. Licenciado en matemáticas, es técnico en gestión de empresas agropecuarias con amplia experiencia como breeder.