¡Atención! ¡Material de máximo interés medicinal!

Texto y fotos: Javi – Growland.org

Es prácticamente imposible agradecer en su justa medida la colaboración en este artículo de uno de los pioneros en concentrados cannábicos de la península. Hace años que este artesano superviviente de los ochenta comparte de forma altruista su sabiduría con miles de fans del aceite, iluminando continuamente al público con su curiosidad y su empeño sin límites.

 EL PODER DEL ETANOL ABSOLUTO

El etanol absoluto es un alcohol deshidratado cuya pureza es cercana al 100%, correspondiente a no menos del 99,2 % en peso, y a no menos del 99,5 % en volumen, de fórmula C2H5OH. Su aspecto es el de un líquido transparente e incoloro, altamente inflamable. Compuesto de partida empleado en la industria química en la síntesis de diversos productos, es uno de los mejores disolventes de resinas, grasas y aceites conocido. Este alcohol se obtiene por deshidratación del alcohol de 96% vol., lo cual conlleva un procedimiento costoso que se refleja en el precio del producto. Dicha pureza nos va a permitir obtener una extracción libre de residuos y olores no deseados.

Los cannabinoles, sustancias aceitosas sin polaridad, son insolubles al agua (prototipo de disolvente polarizado). Requieren por tanto de disolventes sin polaridad, como el etanol absoluto (al no tener agua, es por tanto el alcohol más apolar que existe), que es además de especial interés por su bajo punto de ebullición y su fácil evaporación, vital todo ello para disolver y limpiar posteriormente el concentrado.

Una humedad relativa en el ambiente superior a 30% obligará a trabajar con envases herméticos para mantener el alcohol deshidratado y no perder su pureza.

El etanol absoluto se emplea principalmente para eliminar restos de disolventes e impurezas de concentrados procedentes de extracciones con gas. Esta simple operación consiste en redisolver el aceite con etanol hasta que se vuelva a evaporar y se vuelva a secar el aceite, método que se puede repetir las veces que uno considere oportunas. Los restos de alcohol se van solos en cuarenta y ocho horas si se deja reposar el aceite en un envase aireado. Es conveniente trabajar en una temperatura no superior a 25 grados centígrados para que la evaporación del etanol sea lenta y efectiva.

MATERIA PRIMA

Como cualquier otro disolvente físico empleado en extracciones, el etanol arrastra componentes indeseados, como la clorofila (un 4% del peso en seco), junto a los preciados cannabinoles. Conocer los márgenes de concentración de cannabinoides de la materia de la cual pretendemos hacer la extracción es importante. Se considera una marihuana fumable a partir de un 4% en cannabinoles, mientras que la concentración de una marihuana de alta calidad se sitúa en torno a un 18%. Por cada cien gramos de la marihuana “fumable” se conseguirían ocho gramos de aceite, de los cuales sólo 4 gramos serían cannabinoles. La concentración en THC se aproximaría por tanto al 50%, mientras que de una materia de partida de un 18% resultaría un nivel de THC del 82%.

No es difícil obtener, mediante cedazos o mallas, cremas que ronden del 50% a 72% de pureza en THC. La materia de partida ideal sería un hachís de calidad, extraído en seco o con hielo.

PASADA RÁPIDA AL ETANOL ABSOLUTO: EXTRACCIÓN POR PASOS.

Si para cualquier extracción la idea es aprovechar y sacar el máximo provecho de recortes o hierba de poca calidad, en este caso nuestro objetivo es el contrario: extraer un material a partir de una hierba de la máxima calidad mediante una rápida pasada por el disolvente. De este modo no se necesitará más que un filtrado, ya que, al igual que con los demás disolventes, cuanto menor sea el tiempo de exposición de la hierba con el etanol, mayor será la concentración de cannabinoides y menor la de otros residuos.

Una primera pasada rápida de etanol disuelto medio minuto con doce gramos de cogollos duros como rocas de Black Domina (marihuana índica 90%), cultivada en coco con abonos orgánicos (20% de cannabinoles), dará lugar a un cristal ámbar de la más extrema pureza y concentración, y libre de impurezas.

En este proceso utilizaremos cogollos sin triturar, pues, aparte de los de mejor calidad, la mayor concentración de cannabinoles se encuentra en la parte externa de las flores. Se aconseja no escurrir los cogollos una vez drenado el etanol, pues sería mayor la cantidad disuelta de materia orgánica procedente del interior de las flores que el aceite extraído de este modo.

Material preparado para la extracción.

Cogollos de Black Domina recubiertos de escarcha y desmenuzados en canicas. Un perfecto material de base.

Filtro de papel cualitativo, de velocidad rápida, de 25 micras, adherido con un poco de etanol al embudo de Buchner. El filtro se adhiere al cristal empleando una pequeña cantidad de etanol.

Verter 2 medidas de etanol por medida de material base para la pasada rápida de etanol. Unos 150 ml en este caso.

Ni 60 segundos es lo que dura la primera pasada.

Erlenmeyer con el primer resultado. ¡Prometedor color ámbar!

Pasamos la disolución a un vaso de precipitado de 250 ml.

Usado industrialmente para blanquear, quitar sabores y olores, emplearemos carbón activo en polvo para el siguiente filtrado de impurezas.

Mezclamos la disolución con 1 cucharada pequeña de carbón activo en polvo.

Agitamos 2 minutos.

Erlenmeyer con embudo y filtro de velocidad rápida de 25 micras.

Adherimos el filtro al embudo mediante una pequeña cantidad de etanol.

Recomendación: Es mejor plegar uno mismo los filtros que usar filtros plegados para embudos. Cuanto menor número de pliegues en el papel que se adapte al embudo, menor será la acumulación de ceras en los pliegues, y mayor será la superficie y efectividad del filtrado.

Vertemos la disolución.

El filtrado dura de 10 a 12 minutos.

Podemos aprovechar para guardar los cogollos de la primera pasada en un bote hermético para una maceración más larga.

Resultado de la decoloración.

“¡En mi vida había visto disolución más cristalina!”, especialista en extracciones dixit.

No siendo necesario en el presente caso, se pueden repetir las pasadas por carbón activo para aclarar el aceite las veces que se quiera, si bien con cada filtrado se pierde un 10% de resinas.

El uso de una jeringa con filtro de 0,20 micras permitirá la total eliminación de partículas de carbón activo, que, si bien no son visibles sin microscopio, todavía permanecen en la disolución después del filtrado.

Evaporación del etanol en bandeja de pyrex sobre cama de agua caliente con temperatura no superior a 50º C. La última fase de purgado y eliminación de disolvente requiere de temperaturas suaves.

A partir de 55º C la evaporación se acelera demasiado. El etanol puede de este modo quedar adherido al producto final. Una evaporación más larga, con una temperatura ambiente de unos 15º C asegura la total desaparición del etanol.

Una vez evaporado tras una espera aproximada de 15 minutos y antes de que se enfríe, recolectamos el aceite con ayuda de cuchillas.

El resultado: 1,5 gramos secos de cristal ámbar, duro como el cristal, con el sabor inconfundible de la Black Domina.

Los efectos psicotrópicos se dejan notar: le damos a probar a nuestro asiduo y fan de las extracciones un cigarro untado con 0,3 gramos de ámbar: tres caladas y AMARILLO.¡INCREÍBLE!

CONSERVACIÓN

Al igual que para el hachís, la perfecta conservación de un aceite producto de una extracción requiere de un lugar fresco, oscuro, seco y sin aire, siendo el mejor sitio el congelador en envases al vacío o herméticos. Se evitará de este modo la oxidación por aire, la infección por hongos propios del aceite, resultantes de una humedad y temperatura elevada, así como el blanqueamiento procedente de la exposición a la luz.

Los cannabinoles disueltos se degradan más rápidamente que en estado puro. Una perfecta conservación requiere de un secado completo del alcohol, pues con éste la degradación del aire, luz y temperatura es superior. El contacto prolongado de cualquier resto de alcohol puede anular la psicoactividad de un buen concentrado en cuestión de semanas.

Medidas de protección:

El etanol es altamente inflamable y tóxico. No encender fuegos, ni fumar, ni provocar chispas.

Mantener el envase de etanol bien cerrado, alejado de fuentes de ignición y calor.

Asegurar una buena ventilación y renovación de aire del local o trabajar al aire libre, lejos de materiales, telas combustibles.

En caso de formarse vapores, usar equipo respiratorio adecuado.

Si el contacto con las manos va a ser prolongado usar guantes apropiados de neopreno, nitrilo, PVC.

No está de más usar gafas apropiadas para proteger los ojos.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.