Energy Control, el programa contra las drogas que desde 1997 impulsa la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), ha aclarado hoy que el Captagón no es una droga ligada al yihadismo.

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Ante la publicación de algunas informaciones sobre el posible consumo de Captagón entre los terroristas que causaron una masacre en París el pasado 13 de noviembre, Energy Control ha asegurado en un comunicado que “este producto no va ligado imperativamente al yihadismo”.

Según los expertos de esta asociación, el Captagón fue un fármaco creado en los años 60, utilizado para el tratamiento de la hiperactividad y la narcolepsia, y consumido en comprimidos.

La fenetilina, de acción estimulante, era el compuesto activo de este medicamento hasta que su producción fue prohibida en los años 80.

Desde esta prohibición, los análisis realizados a decomisos de comprimidos de Captagón producidos ilegalmente han mostrado que están compuestos por combinaciones de anfetamina, metanfetamina y cafeína, por lo que, actualmente, “Captagón es el nombre popular por el que se conocen los comprimidos de anfetamina con cafeína y nada tiene que ver con su origen”, que era el nombre comercial de un fármaco.

Según Energy Control, en España no se han detectado este tipo de comprimidos, aunque sí el ‘speed’ (polvo cuya composición también suele ser anfetamina junto a cafeína), que se consume principalmente en contextos recreativos.

De confirmarse las informaciones que apuntan que los terroristas de París habrían consumido Captagón, lo más lógico, según la asociación, “es pensar que se trataría de un consumo meramente instrumental, principalmente para reducir el cansancio, el sueño, el hambre o generar una mayor actividad.

“Por el contrario, algunos efectos atribuidos a esta sustancia, como sería la perdida de empatía, estarían más ligados a las características personales de quien la consume que a la droga en sí misma”, han asegurado los expertos de ABD.

Según la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en ingles), Siria ha sido durante mucho tiempo un punto de tránsito para las drogas procedentes de Europa, Turquía y Líbano hacía los países ricos del Golfo.

Con el colapso de la infraestructura estatal, el debilitamiento de las fronteras y la proliferación de grupos armados, el país ha pasado a convertirse en un importante centro de producción de drogas, en especial de anfetaminas, que han sido vendidas con el nombre de Captagón.

En este sentido, aunque no existen datos fiables en cuanto a su prevalencia de consumo, UNODC reportó un incremento notable en las cantidades de anfetamina decomisadas en Oriente Medio.

“Por tanto, el hecho de que los terroristas pudieran haber consumido Captagón se debe, principalmente, a que se trata de una sustancia consumida en sus países de origen y no a que provoque un efecto particular que los convierta en lo que no son”, ha aclarado Energy Control.

La asociación ha puntualizado que Captagón es el nombre con el que en Oriente Medio se conoce a un producto compuesto principalmente por cafeína y anfetamina y que no es distinto del ‘speed’ europeo.

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