El desconocido cártel marroquí del Majzén, Mohamed VI, es el más rico de Marruecos y el quinto en el continente africano. Su secreto: dejar que los narcotráficos sudamericanos y europeos y demás competidores se masacren por controlar las rutas a Estados Unidos y Europa mientras el se dedica, lento pero sin pausa, a conquistar los mercados de la droga de Europa oriental, Asia y África.

Considerando que España es líder europeo en consumo de cocaína y cannabis, entonces se podría afirmar que el país europeo es un mercado de enorme valor para este cártel. Según el último informe del Departamento de Estado de EE.UU, Marruecos, uno de los principales países productores del cannabis y hachís del mundo, exporta principalmente al mercado europeo. Pero los traficantes marroquíes podrían expandir sus rutas internas enviando hachís al sur y luego a la costa marroquí, para el envío no comercial a Europa o a los mercados africanos.

La familia real marroquí es el dueño casi absoluto del mercado europeo, parte del asiático y el africano de las drogas, confirmaron investigadores estadounidenses. “Mohamed VI y sus hermanos son los narcotraficantes más ricos porque son quienes venden más cocaína y hachís en Europa y Asia, y las autoridades europeas siguen con la vista gorda a pesar de los múltiples informes de espionaje y estudios de investigadores. Sus ganancias se podría decir que son cercanas al 100%”.

El único golpe que sufre el Palacio Real ocurrió en el propio Marruecos 2017, cuando la policía marroquí confiscó más de dos toneladas de cocaína (2,5), el alijo más grande jamás interceptado en África del Norte.

Por otra parte el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) recogidos en el World Drug Report 2018, afirma que los traficantes de estupefacientes pagan a los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico para proteger los envíos que cruzan el Sahel y luego a África subsahariana.

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La importantísima producción de droga en Marruecos unida a las evidencias crecientes de la relación entre el mundo de los traficantes de drogas y el terrorismo, hacen necesario detenerse en el estudio de interés en gran medida prospectivo, de una relación fructífera entre delincuentes y de una progresiva convergencia entre ambos.

Marruecos produce cerca de 40 mil toneladas de cannabis al año en una superficie de cultivo de 52.000 hectáreas, cifras que mantienen al país como principal productor y abastecedor de esta planta alucinógena, según el Informe de la UNDOC.

Mohamed VI es un narcotraficante inteligente. Sus súbditos y gestores se concentraron en asociarse con narcotraficantes y narcoinsurgentes de América Latina y otros países de Sudamérica para vender cocaína y otras drogas en Europa y África occidental, sin involucrarse en otros mercados. Eso marcó una gran diferencia en términos de las ganancias que ha obtenido.

El Majzén es dueño de un sinfín de negocios creados exclusivamente para lavar dinero y mantener el control sobre el pueblo marroquí. Sus principales inversiones se concentran en el sector inmobiliario tanto en Marruecos como fuera del Reino, de ahí sus propiedades en París, en el sur de España y probablemente en países europeos.


 Este clan supera en mucho a los cárteles de América Latina y Europa en ganancias netas por el trasiego internacional de narcóticos, amasando cada año cientos de millones de dólares. 

El Majzén continúa siendo la agencia de Estado más poderosa en términos de capacidad militar, influencia política y control sobre los principales corredores de la droga.

Con la droga, Marruecos dominó los grupos terroristas de Malí.

Hoy es evidente para todos que los combatientes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) – actualmente El MUYAO y otras facciones -, se benefician del tráfico de droga a gran escala desde Marruecos, y que cada vez con más frecuencia incorporan a sus células y grupos a delincuentes de todo tipo aprovechando de paso sus redes clandestinas. El pasado 13 de marzo de 2019, en Guinea Bissau, la policía localizó a un camión de pescado en el que se encontraron cerca 800 kilos de droga. Entre los detenidos se haya Mohamed Sidi Ahmed, un asesor del presidente del Parlamento de Níger, según informa Reuters.

Tras esta operación, existen claros indicios de que el cargamento interceptado en Guinea Bissau estaba conectado con la financiación de los grupos terroristas de Malí (AQMI y MUYAO). Esto resulta bastante preocupante, sobre todo, cuando se pensaba que las acciones de los cascos azules de la ONU y la intervención militar europea en el Sahel, liderada por Francia, habían puesto fin a esa colaboración.

La creciente penetración del cannabis marroquí en la región del África Occidental en general y del Magreb en particular para desde ahí saltar a Europa y a África subsahariana, está además haciendo temer a fuerzas de seguridad de varios países que dicho tráfico, hasta tiempos recientes ajeno a la zona, penetre las redes que ya traficaban con otras drogas o con seres humanos (inmigrantes) así como las células terroristas.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.