El jugador estadounidense, número 14 en el ranking mundial, firmó contrato con una compañía de bebidas para deportistas basada en la molécula CBD de la planta de la marihuana

John Isner, número 14 en el ranking mundial de la ATP, será la primera estrella de este deporte en recibir el patrocinio de una compañía de la industria del cannabis para uso terapéutico.

Defy, la primera marca de bebidas de recuperación física preparada con el cannabinoide CBD -no psicoactivo-, acompañará al mejor tenista de Estados Unidos del momento.

El logo de esta empresa, fundada en 2017 por el ex jugador de fútbol americano Terrell Davis, de los Broncos de Denver, aperce desde los últimos días estampado en los gorros que usa Isner, quien además ya consume la bebida en los partidos del circuito mundial.

Isner, que fue a la misma universidad que Davis, la de Georgia, celebró el acuerdo con un mensaje en su cuenta de Twitter: “Emocionado a asociarme y ser alimentado por Defy! Un factor clave en mi proceso de recuperación, que me ayudó a volver a la cancha más rápido de lo planeado”.

El objetivo de la bebida es ayudar a los atletas a revitalizar sus cuerpos, y la firma de John Isner, nacido en Greensboro hace 34 años, es el último impulso de la compañía para convertirse en la empresa líder en llevar el CDB a los deportes profesionales.

Isner, con el logo de la empresa cannábica en su gorro (@johnisner)

“Juego un deporte donde quitar un solo punto puede ser la diferencia entre ganar y perder un partido y Defy es un producto específicamente destinado a ponerme en una buena posición jugar cada punto”, dijo Isner, quien agregó: “Ha sido genial conocer a Defy como compañía y espero trabajar con ellos para ayudar a las personas a lograr un mejor desempeño a través del CDB“.

El CBD, también llamado cannabidiol, es uno de las muchas moléculas contenidas en la planta de cannabis, cuyo uso es trascendental para tratamientos con pacientes que sufren diversas enfermedades: desde epilepsia a fibromialgia, de cáncer a atrosis, entre muchas otras. Y no produce efectos psicoactivos, o de embriaguez, como el otro componente químico “estrella” de la planta, el THC, que también tiene aplicaciones medicinales.

Defy se comercializa en tres sabores, contiene una variedad de diferentes electrolitos y vitaminas además de los 20 miligramos de CDB. Isner es otro deportista que se sumó al creciente negocio del cannabis. En mayo pasado el golfista del PGA Tour Bubba Watson firmó un acuerdo de varios años con la empresa cbdMD.

Si bien los términos del acuerdo no fueron revelados, el respaldo de Isner a una empresa de la industria del cannabis deja ver cómo el mundo del deporte se acerca, a partir del crecimiento del y el prestigio de la molécula CBD.

John Isner tiene 34 años (Reuters)

El Big3, una liga de baloncesto de “3 contra 3”, se convirtió el año pasado en la primera liga deportiva profesional en permitir a los jugadores usar el CDB. Por ahora otras ligas de Estados Unidos, como la NFL y la NBA, son estrictas con sus limitaciones, pero se espera que haya cambios más temprano que tarde.

Son muchos los jugadores de básquet y fútbol americano profesional que han hablado de los beneficios que les produce consumir marihuana para calmar dolores posteriores a los partidos y bajar el nivel de estrés.

Matt Barnes (38), ganador de un anillo de la NBA con los Golden State Warriors, confesó el año pasado a la BBC Sport, que el uso de la marihuana, una sustancia prohibida por las leyes federales de Estados Unidos, pero legalizada en 10 estados para todo tipo de consumo, es “generalizado” a pesar de haber estar prohibida en los reglamentos de la NBA.

Barnes contó que usa cannabis desde los 14 años y negó que sufriera una adicción a la sustancia. Durante sus 14 temporadas en la NBA con siete equipos diferentes, usó los beneficios de esta planta milenaria para controlar el dolor, para relajarse y para dormir mejor. “Me dio paz mental”, reflexionó.

Matt Barnes contó su relación con la marihuana como terapia para combatir dolores (AP)

Lo mismo que a Barnes le sucede a muchos de sus colegas, en una competición que obliga a los atletas a jugar varios partidos de alta intensidad en ciudades distantes en el lapso de unos pocos días.

Kenyon Martin, otro ex NBA, estimó en una entrevista con Bleacher Report en abril pasado, que el 85% de los jugadores de la NBA fuman la planta. Y uno de los ex compañeros de los Warriors de Barnes, Al Harrington, fundó recientemente una empresa de marihuana para uso medicinal, algo legalizado en 29 de los 50 estados que conforman EE.UU.

Harrington, quien jugó 16 temporadas en la NBA antes de renunciar en 2014, dijo que fumó cannabis por primera vez después de un juego de los Warriors en 2007. Luego lo fumó durante la temporada baja durante siete años y usó cápsulas de gel y cremas que contenían cannabis entre partidos para calmar el dolor.

“Incluso los entrenadores y los propietarios lo están utilizando”, comentó a la BBC Sport el ex basquetbolista de los Denver Nuggets. “Cada equipo en el que jugué tenía al menos cinco fumadores y ni una sola vez llegaron a un juego bajo la influencia de la marihuana”, resaltó.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.