Agricultores de pequeña escala de cannabis, coca y opio de 14 países discutieron en un encuentro internacional sus aportaciones a la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS). En la UNGASS se debatirán todos los aspectos de las políticas globales de control de drogas, como la prohibición que pesa sobre el cultivo de coca, adormidera y cannabis en todo el mundo, una cuestión sobre la que desea hacerse oír el Foro Global de Agricultores.

21 de enero de 2016, Heemskerk

El día de hoy, en una reunión en los Países Bajos, pequeños agricultores de cannabis, coca y amapola provenientes de 14 países* discutieron sus contribuciones a la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) que tendrá lugar en Nueva York entre el 19 y el 21 de abril de 2016. En la UNGASS se discutirán todos los aspectos de las políticas mundiales de control de drogas, incluyendo la prohibición mundial sobre el cultivo de coca, amapola y cannabis, tema en que demandamos, como Foro Mundial de Agricultores, que nuestra voz sea escuchada y tomada en cuenta. 

Considerando:

  1. Al presente los y las representantes de los pequeños agricultores de plantas prohibidas y las comunidades afectadas no han sido tomados en cuenta adecuadamente en los debates internacionales sobre políticas de drogas.
  2. Existen contradicciones e inconsistencias inherentes en la aplicación del control internacional de drogas, incluidos programas de desarrollo alternativo y los tratados de derechos humanos, que precedan sobre los tratados en materia de drogas. Las agencias de la ONU y los Estados miembros de la ONU están ligados a cumplir sus obligaciones bajo la Carta de Derechos Humanos para promover “el respeto universal, y la observancia de, los derechos humanos y las libertades fundamentales.”
  3. El anterior Foro de Agricultores aportó a la evaluación de las Naciones Unidas respecto al objetivo perdido de alcanzar un mundo libre de drogas hasta el 2009. La Declaración Política de la ONU adoptada en aquel entonces estableció 2019 como la nueva fecha meta para “eliminar o reducir significativamente y medible” los cultivos ilícitos de amapola, coca y cannabis.
  4. Tomando en consideración los problemas enfrentados por las comunidades donde dichas plantas son cultivadas, el Foro de Agricultores discutió los siguientes puntos
    • políticas de control de cultivos y erradicación forzosa;
    • usos tradicionales, medicinales y modernos de las plantas controladas;
    • desarrollo rural sostenible;
    • drogas y conflicto

Conclusiones

1. La erradicación forzosa – incluida la química, biológica, manual o cualquier otra forma – de los cultivos producidos por pequeños agricultores es contraria a los derechos humanos, causa diversos conflictos, expande la frontera agrícola, permite la degradación ambiental, causa inseguridad alimentaria y destruye las estrategias de sobrevivencia de la economía rural. Agrava los problemas sociales –así mismo los problemas relativos a salud, seguridad interna — incremento de la pobreza, permite el desplazamiento de poblaciones afectadas, deslegitimiza a las instituciones del estado, militariza a las comunidades locales y es una forma de intervención no democrática, fuerza a quienes han sido impactados a buscar estrategias de sobrevivencia en otras actividades económicas informales e ilícitas y en algunos casos empuja a la gente a tomar decisiones radicales. Finalmente, la erradicación forzosa es contra productiva con respecto al desarrollo sostenible. 

2. La inclusión de las tres plantas en los tratados internacionales en materia de drogas impide el reconocimiento de los usos tradicionales , y modernos* y la habilidad para obtenerlos legalmente. No todas las personas tienen acceso a los usos médicos y el mercado está controlado por la industria farmacéutica.. En algunos países, las leyes reconocen los usos tradicionales y usos médicos. Los usos nutricionales y otras formas de industrialización de estas plantas no han sido ampliamente promovidos, a pesar del hecho de existir muchos ejemplos de iniciativas comunales e institucionales que demuestran los beneficios de tales usos. Los usos recreativos de estas plantas están completamente prohibidos a pesar de que un creciente número de países está viendo como regular dichos mercados. Los productores, sus dirigentes, usuarios y sus organizaciones, continúan siendo estigmatizados, criminalizados y encarcelados.

3. Las estrategias de desarrollo rural debe de promover la agricultura de pequeña escala. La mayoría de los y las participantes al Foro de Agricultores no fueron beneficiarios del Desarrollo Alternativo u otras formas de asistencia. Aquellos que si han tenido experiencias con programas de Desarrollo Alternativo, afirman que los mismos han ampliamente fracasados en mejorar las condiciones de vida de las comunidades afectadas. Los principales problemas han sido la falta de involución de las comunidades en el diseño, la planificación y ejecución de las intervenciones; marcos de corto plazo; asistencia técnica inadecuada; foments corruption and funding does not reach the intended beneficiaries; fallas en tomar en cuenta perspectivas de género; the use of alternative crops negatively impact the environment and do not promote food sovereignty but focuses on mono-cropping, fostering land grabbing for big companies, y la falta de acceso sostenible a la tierra, mercados y tecnologías. El condicionamiento de la asistencia al desarrollo previa erradicación, deja a las gentes sin fuentes de ingresos, empujándolos nuevamente hacia la agricultura de cultivos ilícitos. Los actuales programas de Desarrollo Alternativo no incluyen su cultivo para fines lícitos.

4. La prohibición de la coca, el cannabis y la amapola genera conflictos, así mismo las personas y comunidades que cultivan son criminalizadas, their human and cultural rights are violated, discriminadas y procesados penalmente. Los diferentes niveles de conflicto que existen tienen sus orígenes en ambas las políticas de control de drogas y en el mismo mercado de drogas. Los conflictos y la violencia son causados por el enfoque de seguridad que prima en intervenciones de las autoridades del Estado (fuerzas armadas y policiales), a través de los actos de erradicación u otras intervenciones; la presencia de grupos armados y de guerras internas; divisiones étnicas y disputas territoriales y fronterizas; al acceso y control de la tierra; acceso al agua y a otros bienes comunes; corrupción; migración y desplazamiento; sobrecarga del sistema judicial; tráfico de armas, precursores, bienes naturales renovables y no renovables; desempleo, y Derechos Humanos entre otros.

Recomendaciones

1. Rechazamos la guerra contra las drogas y la prohibición.

2. Exigimos que se quite la coca, la cannabis y la amapola de las listas y artículos de la Convención de 1961 y de la Convención de 1988 Convention. Ninguna planta deberia de ser controlada bajo las Convenciones de las NNUU ni por las legislaciones nacionales. Demandamos el derecho al cultivo para el uso tradicional y moderna** de estas plantas.

3. Pedimos la eliminación de todas las formas de erradicación no voluntaria.

4. Demandamos que todas las comunidades afectadas estén involucradas en todas las etapas de las políticas de drogas y desarrollo, desde el diseño a su implementación, monitoreo y evaluación.

5. En el caso de que la reducción de cultivos sea deseable y factible, necesita ser consensuada vía diálogo y acuerdo con las comunidades afectadas, basado en la confianza y el respeto mutuo.

6. El condicionamiento de erradicación previa a la asistencia al desarrollo no es aceptable. Las secuencias apropiadas en las intervenciones son fundamentales para su éxito.

7. Desarrollo rural integrado y sostenible debe ser la principal intervención para las comunidades que producen dichos cultivos. El desarrollo debe de promocionar y proteger la vida de los pequeños agricultores y trabajadores rurales, y garantizar el acceso a y el control sobre la tierra y los bienes communes naturales.

8. El Estado y sus instituciones deben de asumir responsabilidades para identificar las necesidades de las comunidades involucradas en cultivo de coca, cannabis y amapola.

9. Exigimos el cese del procesamiento penal de los agricultores y sus familias involucrados en el cultivo de coca, cannabis y amapola, y su discriminación.

10. La coca, el cannabis y la amapola y su uso en formas naturales no deben ser criminalizado.

11. La expansión de mercados lícitos de coca, cannabis y amapola deben llegar a ser parte de estrategias de desarrollo.

12. Apoyamos los procesos de paz en Colombia y Myanmar, which should be inclusive.

*Albania, Bolivia, Colombia, España, Guatemala, Indonesia, Jamaica, Marruecos, México, Myanmar, Paraguay, Perú, St. Vincent y la Grenadinas, África del Sur.

**Uso tradicional se entiende como usos ceremoniales, religiosos, y medicinal tradicional. Uso moderno se refiere a usos recreativos, alimenticias, y auto-medicinales.

Descargar: 
Declaración de Heemskerk (Espanól)(pdf, 190.39 KB)

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.