Otros de los animalitos que nos encontraremos sin falta en nuestra terraza y también muy conocidos para los cultivadores de interior son la mosca blanca y los trips. Si bien la primera es un insecto que no matará a nuestras plantas de manera fulminante, si que puede llegar a ser muy molesto y además de ralentizar el desarrollo de las niñas también las “ensuciarán”, si la plaga llega a niveles altos al final de la floración, con miles de puntitos blancos creando una nube cada vez que movemos las plantas.

Texto: AutoMan

Una de las plagas más importantes en cultivos hortícolas y en concreto en el cannabis es la mosca blanca en sus diferentes variedades Aunque su incidencia en el cultivo casero de cannabis es relativamente baja y fácil de controlar en interior, no sucede así en exterior y cultivos medios o explotaciones en invernadero. Su capacidad de transmitir virus vegetales es la pesadilla de los productores de semillas y, por supuesto, de todos los cannabicultores en general.

Por otro lado, los Trips en sus diversas especies producen un efecto diferente y aún más devastador si cabe, minando en pequeños puntos las hojas, lugares por los que chupan la savia, desclorofilando la hoja y produciendo su muerte prematura. Además, son más resistentes que la mosca blanca, pues la mayoría de sus variedades están provistas de un exoesqueleto de queratina que les protege ante el ataque de agentes externos.

Antes de entrar de lleno en los químicos que utilizaremos contra estas plagas, es conveniente conocer, al menos por encima, su morfología y comportamiento, así como de los daños que produce, con el fin de poder realizar una identificación correcta por un lado, y por otro conocer los momentos clave de su ciclo reproductivo en los que es más vulnerable a la acción de los insecticidas.

Mosca Blanca

la plaga de la mosca blanca

La mosca blanca es un artrópodo que adquiere forma de pequeña escama de pez aplastada al adherirse a la hoja y que tras pasar por diferentes estados larvarios se metamorfosea en una minúscula mosca o mariposa blanca al alcanzar el estado adulto. Existen varios tipos, desde la mosca de la col hasta la llamada “mosca de los cítricos” que es la que en principio más ataca al cannabis.

Es una plaga que no tiene predilecciones a la hora de alimentarse, pues no se siente atraído por ningún vegetal en concreto y ataca a todas las especies vegetales cultivadas tanto en la península como en las islas Baleares y las Canarias, aunque según las estadísticas parece preferir los cítricos, lo que nos lleva a la conclusión de que seguramente se vea atraída por el terpeno Limoneno, pudiendo ser esta la causa de su aparición en los cultivos de cannabis narcótico ya que este terpeno se encuentra entre los contenidos en la marihuana.

En condiciones óptimas como podría ser un cultivo de interior o invernadero, las hembras adultas tienen capacidad para generar huevos fecundados durante todo el año, lo que provoca que a partir de un determinado momento lleguen a coexistir todos los estados evolutivos, momento a partir del cual los daños pueden ser irreparables. En exterior, los meses de más calor, Julio y Agosto, promueven la reproducción indiscriminada mientras que en cultivos de interior todos estos ciclos se aceleran al estar siempre en condiciones óptimas paro todos sus estados evolutivos, superando con creces las cifras de exterior y comenzando a continuación el desarrollo de las larvas que se transforman en ninfas a lo largo de cuatro o cinco semanas, tiempo durante el cual se van cubriendo de una secreción cerosa hasta cubrirse totalmente. Al mismo tiempo van produciendo una sustancia viscosa y pegajosa como melaza, lo que da ese aspecto como blanquecino o lechoso al envés de las hojas.

Precisamente en ese lugar es donde al final acaban habitando los ejemplares adultos. Debido a su minúsculo tamaño, no soportan muy bien el peso de toda la sustancia cerosa que los recubre, por lo que vuelan poco y en recorridos muy cortos siendo muy vulnerables a los más ligeros vientos que las transportan con suma facilidad permitiéndoles así invadir nuevas zonas, en algunos casos muy alejadas del origen de la plaga.

Los daños son claros: por un lado las sustancias producidas a lo largo de su desarrollo acaban cubriendo todo el envés de la hoja con la consiguiente reducción o eliminación del sistema respiratorio, pues al estar taponados los estomas no se produce intercambio de gases y se dificulta la fotosíntesis. Por otro lado, al ser chupadores, tanto las larvas como los adultos pueden llegar a producir la destrucción masiva de las hojas viéndose afectada por tanto la capacidad de producción de flores como la calidad de las resinas. A esto le debemos sumar el hecho de que la cera y la suciedad son un ambiente idóneo para el desarrollo de otras plagas, como la araña roja.

Otro peligro menos conocido por los cannabicultores es su capacidad para promover el desarrollo de hongos saprófitos como el Capnodium citri también conocido como negrilla, que llega a cubrir las hojas reduciendo la actividad fotosintética y atacando a los cálices si la planta está en floración.

Trip

El trip es aún más minúsculo que la mosca blanca, siendo los insectos con alas más pequeños conocidos hasta el día de hoy. Existen diversas familias más o menos activas, siendo la Thirpidae la más peligrosa por su alta capacidad de reproducción. En concreto es la especie Frankliniella occidentalis o Trip de las flores la que usualmente ataca al cannabis.

Hemos de hacer notar que este insecto no es autóctono, sino que fue introducido en 1986 en Almería desde California y a través de las importaciones de vegetales desde Holanda. Al poco tiempo los daños producidos sobre todo en los campos de algodón fueron notables, pues aún no existían plaguicidas ni químicos para tratar esta plaga, por lo que se estableció rápidamente en los primeros años arrasando plantaciones enteras al secar las plantas completamente. Posteriormente, a partir de los plaguicidas para la mosca blanca, se comenzaron a desarrollar principios activos eficaces contra el trip.

Ataca a prácticamente todos los cultivos de frutas y hortalizas en invernadero. Además también se decanta por el algodonero y algunas plantas ornamentales como el rosal, la gerbera, el clavel, y por supuesto, nuestra amada planta, la Cannabis Sativa L.

Los adultos tienen una forma alargada y estrecha, de unos 1,2 milímetros las hembras y algo más pequeños los machos, con dos pares de alas plumosas que se cierran sobre el dorso cuando están en estado de reposo. Las hembras muestran un color amarillento-ocre pasando al amarillo con la subida de temperaturas con pequeñas manchas oscuras sobre la parte superior del abdomen, mientras los machos presentan un tono más claro. Se alimentan mediante un sistema bucal que combina el chupar con el rascador, por lo que causa daños en toda la superficie de la hoja, dejando como pequeños “caminos” de agujeros alrededor de los cuales muere la materia vegetal.

Los huevos son de color blanco y de un tamaño alrededor de las doscientas micras de longitud, haciéndose prácticamente indetectables, pues se encuentran insertados dentro de los tejidos vegetales, dañándolos al nacer las larvas. Estas pasan por dos fases, con un tamaño muy pequeño en la primera para llegar casi al tamaño de los adultos en la segunda. A continuación pasan por otras dos etapas de ninfa en las que se encuentran inmóviles, aunque ya comienzan a presentar un principio de las alas de que dispondrá como adulto.

Una curiosidad es el hecho de que el trip se puede reproducir de forma sexual como asexual, de manera que la descendencia masculina proviene de las hembras no fecundadas mientras que las que si lo están producen un tercio de machos y dos tercios de hembras. En el cannabis, a 25º C las hembras, fecundadas o no, producen unos 3 huevos diarios. Si los trips tienen polen a su disposición, o sea, algún macho cerca, el número puede ser muy superior. A 25º C una población puede duplicarse en cuatro días en condiciones óptimas. Si a esto unimos la larga esperanza de vida de los adultos que puede oscilar entre los 32 y los 57 días y cada hembra es capaz de poner de 33 a 135 aproximadamente, nos encontramos ante una de las plagas más peligrosas.

Las larvas y los adultos provocan daños en las hojas al picar y succionar el contenido celular de los tejidos provocando lesiones superficiales de color blanquecino que más tarde se pudren llegando a afectar a la mayoría de las hojas, causando la muerte de la planta. Además la saliva que producen para alimentarse es tóxica produciendo malformaciones en los nuevos brotes que al desarrollarse producen hojas manchadas y arrugadas. En floración, estos daños reducen notablemente la calidad sobre todo del sabor y del aroma. Los brotes florales pueden quedarse cerrados o dar lugar a flores deformadas, como es el caso del rosal, lo que disminuye su valor comercial considerablemente. En el cannabis, produce cogollos huecos, sin densidad ni peso. Por supuesto, el nacimiento de las larvas también produce daños al estar los huevos en el interior de las hojas.

Por último, el Trip tiene la capacidad de transmitir ciertos virus, pues al inyectar saliva y absorber los contenidos celulares es susceptible de incorporar los virus que pudieran estar contaminando esas células. Este insecto transmite fundamentalmente el virus del bronceado del tomate, que afecta sobre todo al tomate, al pimiento y a plantas ornamentales. En el cannabis, este virus afecta sobre todo a la producción de semillas, produciendo malformaciones en la base de la corúncula que las hacen inviables.

En el próximo capítulo, veremos las técnicas preventivas a aplicar así como un conjunto de agentes químicos que darán cuenta de estas dos molestas y a veces mortales (para las plantas) plagas, con su completa descripción, formas de uso y niveles de toxicidad. Hasta entonces, un saludo de Automan.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.