Haciendo las cosas “como Dios manda”

Este reportaje es la crónica de un cultivo cuyo propietario decidió llevar las excelencias del cultivo de interior al exterior para ver cómo respondían sus plantas. Hasta la fecha se apañaba como podía ya que, seamos francos, los fertilizantes específicos de los grows son algo caros. Su calidad es indudable pero su precio no es asequible siempre para todos los bolsillos. Por lo tanto, estudió a conciencia aquellos productos que consideró imprescindibles en algunas de sus matas y la verdad es que obtuvo una marihuana excepcional. Veamos los pasos que siguió.

Texto y fotos: Marqués de Esquilache

Para conseguir la mejor hierba es más que aconsejable partir de las mejores genéticas. Son muchos los bancos que se ofertan pero no todos tienen la misma fiabilidad. Nuestro amigo se decidió por Royal Queen Seeds, un clásico holandés de sobra conocido por todos. Igualmente, y dentro de la oferta que el banco tiene, se decidió por híbridos de predominancia índica por aquello de recolectar antes y saber que tienes plantas más fáciles de controlar.

Sin embargo, una vez más se encontró con que la realidad económica de crisis que atravesamos le ponía los primeros límites. En efecto, no podía permitirse comprar la tierra que él deseaba. Tenía que decidirse entre una tierra de primera o unos abonos también de primera. Sus conocimientos en el tema de sustratos le hicieron decidirse por hacerse él mismo una buena tierra y en cambio comprar los abonos de Biobizz, que como todos sabemos ya, es una empresa especializada en fertilizantes absolutamente ecológicos de gran calidad.

Para la tierra se decidió a hacer una mezcla a partes iguales de arena de río (de la utilizada para hacer cemento), una parte de estiércol completamente seco de caballo y una parte de composta casero que él mismo realiza en su jardín todos los años.

Para hacer esto hay que saber bastante de cómo hacer las cosas. Para empezar, el estiércol de caballo no contiene casi nutrientes pero sin embargo, dota a la arena del río de una esponjosidad única que al cannabis le siente muy bien. No olvidó de utilizar la mierda equina completamente seca. Y una vez deshidratada al sol, la pasó por un cedazo para desmenuzarla en partículas lo más pequeñas posibles. De no haberlo hecho así, grandes cantidades de mierda seca hubieran sido todo un obstáculo para las finas raíces de las plantas, entorpeciendo más que mejorando, el desarrollo radicular.

2El compost casero, bien hecho, consta de 1 parte de verde y cuatro de marrón. La materia verde (hojas recién cortadas, hierba, malas hierbas recién cogidas, estiércol fresco, etc) aportan el nitrógeno. La materia marrón (hojas secas, paja seca, etc) aporta el carbono. Una mezcla entre nitrógeno y carbono de 1/4 o 1/3 da como resultado el compost perfecto. Mezclándolo en la compostera y manteniéndolo húmedo (no empapado) en menos de 4 meses se habrá descompuesto proporcionando un rico humus de olor maravilloso y color negro. Estará repleto de nutrientes y será el tercer elemento de esta heterodoxa mezcla que nuestro invitado de este reportaje ha realizado con éxito. Resumiendo: una parte de compost, otra de estiércol equino y otra de arena de río.

Tras dejar las semillas en un vaso de agua durante 24 horas, procedió a enterrarlas en macetas de algo más de un litro para poder vigilar mejor las primeras semanas antes de pasarlas a su lugar definitivo. Era primeros de junio y a casi finales del mismo mes las plántulas fueron pasadas a su sitio permanente: un agujero de unos 40 litros de volumen practicado directamente en tierra madre. Sin embargo, durante este mes, o casi, las niñas fueron tratadas “como Dios manda”. En efecto, nada más mostrar su segundo par de hojas, fueron abonadas a dosis muy bajas (la mitad de lo recomendado por el fabricante, Biobizz) con dos productos que resultaron de una eficacia tremenda: Root JUice y Bio Heaven.

El Root Juice es un estimulador de raíces que hace precisamente lo que promete: estimular al máximo es sistema radicular. Al igual que es imposible crear una buena casa sin sólidos cimientos, es imposible obtener buena marihuana son un cepellón de primera; repleto de blancas raíces filiares que devorarán con ansia toda la comida que les proporcionemos. Siendo sus componentes esenciales los ácidos húmicos, fúlvicos y algas marinas, lo que se consigue es dotar a las plantas de una energía extra muy importante. Pero el motivo esencial por el que nuestro cultivador lo utilizó fue por la calidad de su agua. En efecto, riega con agua del río que tiene una EC (conductividad eléctrica) demasiado alta. Este producto lidia muy bien con este problema, por desgracia demasiado frecuente en casi todo el territorio nacional.

El Bio Heaven bien podría llamarse “la viagra de las plantas” ya que está compuesto, entre otras cosas, de aminoácidos que potencian la energía de las plantas además de su crecimiento y calidad. No es cuestión de dar aquí una charla biológica sobre la función de los aminoácidos en los seres vivos. Pero como ya he explicado, cuando llegas a cierta edad (que ojalá no fuera cierta) y tu potencia sexual disminuye considerablemente, tienes dos opciones: la química y la natural. La química es la viagra. Y la natural los aminoácidos. Tomad buena nota los que paséis de los 50 años…

Tan pronto las plantas fueron puestas en sus agujeros de 40 litros de volumen repletos del sustrato ya mencionado, se pusieron a crecer de forma exponencial. Era casi como si las vieras desarrollarse por minutos. Antes de finalizar el mes de julio habían sobrepasado con creces los 2,5 metros de altura con lo que tuvieron que ser podadas en altura hasta en tres ocasiones para que pasaran de la altura de 2,25 metros, que es la medida de seguridad que tiene nuestro cultivador por motivos de discreción. Las niñas estaban pletóricas y en gran parte se debía al protocolo de abonado llevado a cabo en esta fase tan crucial.

Para empezar, decidió usar Fish Mix en vez del Biogrow. ¿Por qué esta decisión? Porque este producto contiene dos sustancias que a nuestro amigo, un veterano cultivador, le parecen de la mayor importancia. Por una parte, está confeccionado con melaza de remolacha azucarera. Esta melaza contiene tantos microorganismos que en pocos días comienzan a reproducirse hasta alcanzar cifras por trillones y cuatrillones de bacterias y hongos beneficiosos para el suelo. El buen agricultor ecológico sabe la máxima koreana que reza así: “Alimenta tu suelo, no tus plantas…”. En efecto, un suelo rico en vida microorgánica está vivo y repleto de todos los nutrientes que las plantas precisan. El Fish Mix lleva además una gran cantidad de algas marinas y, como todos sabemos, la vida en la Tierra comenzó en los océanos, que son la principal fuente de recursos existentes.

Tanto el Bio Heaven como el Fish Mix fueron dos abonos que estuvieron presentes a lo largo de toda la vida de las plantas, hasta casi su cosecha. Porque, efectivamente, diez días antes de la cosecha las plantas fueron regadas sólo y exclusivamente con agua. A partir del día 10 de agosto, el protocolo cambió. A pesar de seguir aplicando los dos productos ya mencionados, otros 3 más fueron incorporados a la tabla de abonado. De esta manera, el Bio Bloom, el Top Max y el Alg-a.mic pasaron a formar parte de la mesa de comida de las niñas.

Sin embargo, había que tener cuidado con los niveles de EC obtenidos mezclando estos tres productos, lo cual era complicado. Por lo tanto, nuestro jardinero optó por una fórmula a nuestro juicio muy eficaz. Abonar bien no es abonar mucho de una vez, sino muy poco en muchas ocasiones. Por lo tanto, dado que el calor del verano era sofocante, se decidió a abonar-regar con dos productos cada vez pero nunca sobrepasando una EC de 1,00 milisiemens al principio, y 1,8 hacia el final. Y, por si fuera poco, cada 10 días, hacía un riego en profundidad con el objeto de lixiviar a fondo las raíces. De esta manera, el lunes usaba Bio Heaven con Biogrow, el miércoles Bio Heaven con Top Max y el viernes Bio Heaven Alg-a-mic. El domingo regaba abundantemente con simple agua y así cada vez. No era exactamente de esta manera ya que dependía mucho cada riego del calor imperante. Pero como éste era excesivo, las plantas requerían mucha cantidad de agua dado su enorme tamaño.

Desde el primer momento, el propietario tuvo muy claro que deseaba obtener menos cogollos de tamaño pequeño a costa de cogollos enormes y muy prietos. Por lo tanto, casi desde el principio de dedicó a la poda selectiva de las ramas inferiores. Estas ramas, al ser menos fuertes, suelen quebrarse fácilmente con las primeras lluvias del otoño. Podándolas antes de mediados de agosto, obtenemos menos ramas pero más robustas, que no darán cogollos mucho más grandes y de mejor presencia aunque no mayor calidad. Los que creen que los cogollitos pequeños de las partes inferiores de las plantas son peores están muy equivocados. Pero sí es cierto que tienen un peor aspecto de cara al público. Y, además, son más pesados de manicurar, aunque nuestro protagonista jamás hace manicura alguna antes de la cosecha. Según él, y es una opinión muy extendida, el secado de los cogollos rodeados de hojas es más lento pero más homogéneo. Por otra parte, es cierto que es muy engorroso manicura bien una planta antes de cosecharla. Y, sin embargo, si la dejas secar tal cual, con casi todas sus hojas, una vez seca tardas segundos en manicurarla. Entre otras cosas, es una mera cuestión de pereza y comodidad.

Pero las sorpresas desagradables llegaron en forma de crisis económica. En efecto, era principios de septiembre cuando se dio cuenta de que los abonos que había comprado no le iban a durar para todas sus plantas. O bien proporcionaba menos a todas o bien lo hacía “de manual” con algunas y se buscaba la vida con las demás. Optó por esta última y creo que fue un acierto.

Por lo tanto, se decidió por el abonado más tradicional de la agricultura biológica popular: el té de compost. Este té consiste en meter dentro de una media panty de mujer una considerable cantidad de compost o estiércol seco de gallinas. A continuación ató un extremo de los pantis a un asa que había puesto encima de un barril de plástico de 50 litros repleto de agua. En otras palabras, se las ingenió para que el panti lleno de composta y estiércol permaneciera suspendido en el agua llegando casi hasta el fondo. A continuación puso un aireador oxigenador de acuario de peces abajo y lo conectó. Estos aireadores de acuario emiten continuamente burbujitas de oxígeno. Al estar situado justo debajo del panti, las burbujas chocan contra éste, atravesando todo el contenido y liberando así sus nutrientes de forma más rápida y eficaz.

Como hemos dicho, algunas plantas llegaron hasta el final de sus vidas siguiendo el protocolo recomendado por Biobizz mientras que otras no. A estas últimas se le administró también quilato de hierro y otros micronutrientes con el objeto de superar posibles carencias en comparación con las abonadas “de libro”. El hierro quilatado es una forma muy eficaz de proporcionar a las plantas un verdor precioso y unas defensas excepcionales.

De la misma manera, nuestro jardinero realizó un mejunje a base de melaza de caña de azúcar y agua para seguir proporcionando a las plantas comida para la fauna y flora microorgánica del cepellón. Estos animalillos y hongos se encargarían de deglutir y defecar la materia orgánica del sustrato. Una vez defecada, ésta se transforma en un formato de mucha más fácil asimilación por parte de las raíces del cannabis, o de cualquier planta, de manera que aprovechan mucho más la comida.

Si os fijáis, lo que este avezado cultivador estaba haciendo, era reproducir de forma casera y artesanal lo que Biobizz le había proporcionado ya envasado y con gran calidad. Pero… ¡la imaginación al poder!

Cuando quedaba algo más de una semana para la cosecha dejó de abonar y regó casi a diario para lixiviar bien las raíces y mejorar de esta manera las propiedades organolépticas. Cortó, secó y curó, “como Dios manda”, y tres meses más tarde me invitó a probar su hierba. Tengo que reconocer que pocas veces he visto cogollos tan prietos y resinosos. En realidad era la marihuana llevada a cabo en un interior pero hecha en exterior, con nuestro solazo español poniendo las matas…”como Dios manda”. Juzgad vosotros mismos por las fotografías.

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.