Durante décadas se ha vendido la idea de que la marihuana mata las células cerebrales; que los consumidores pierden la motivación, se convierten en gente estúpida, olvidadiza, y perezosa.

La verdad, después de tantos años, finalmente está saliendo a la luz.

No sólo el cannabis no es horrible, sino que es bueno para nuestros cuerpos, y sobre todo nuestro cerebro, en el cual el cannabis puede ayudar de manera importante.

Además, la marihuana contiene otra sustancia llamada canabidiol o CBD, que cuando llega al cerebro hace aumentar los niveles de otro neurotransmisor endógeno llamado 2-AG, que se ocupa de la regulación del apetito (de ahí el hambre que dan los porros), y mucho más importante, el sistema inmunitario y la regulación del dolor.

El THC es psicotrópico, y es la parte del cannabis que te proporciona los efectos “recreativos”.

El CBD no produce estos efectos, pero sí afecta a las funciones del cerebro y a la salud en general, en muchos casos de forma beneficiosa.

Así que nos encontramos con una planta que contiene principios activos que encienden y apagan interruptores químicos en el cerebro imitando a nuestros propios neurotransmisores.

La mala noticia es que esta planta es ilegal. La buena noticia es que cada vez está más cerca el momento en el que su uso se normalice para el tratamiento de muchas enfermedades.

Promueve la neurogénesis

 

Investigaciones han probado que el cannabis causa el crecimiento de nuevas células cerebrales, algo conocido como neurogénesis.

El proceso del crecimiento de nuevas células en el cerebro, especialmente en el hipocampo, explica porque el cannabis es bueno contra los trastornos del estado de ánimo, como ansiedad o depresión, ya que su principal causa es una pobre neurogénesis.

Lucha contra el alzhéimer

El THC se ha confirmado como un potente antioxidante con propiedades neuroprotectoras, afectando directamente al Alzheimer mediante la limpieza de los beta-amiloide, moléculas surgidas por la unión de varios aminoácidos mediante enlaces pépticos, que son el principal componente de las “placas cerebrales”, cuya acumulación es la causa primaria de la enfermedad.

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El tratamiento con cannabis también es eficaz para otras enfermedades neurodegenerativas, así, como la ELA, la esclerosis múltiple y el Parkinson.

Previene el daño cerebral

Las tasas de estadística de daños por conmoción cerebral, comparando jugadores profesionales que consumen cannabis frente a los que no, confirma a los científicos que el cannabis protege del daño cerebral causado por traumas.

También se ha demostrado en estudios de laboratorio que protege la función cognitiva y los procesos vitales frente a una lesión, intoxicación por monóxido de carbono, o accidentes cerebrovasculares.

El cannabis combate el cáncer de cerebro

 

La industria farmacéutica ya ha admitido que el cannabis ayuda a combatir el cáncer.

De hecho, se patentó Marinol y Cesamet, versiones sintéticas de los cannabinoides para uso en combinación con quimioterapia, para tratar las náuseas y pérdida de apetito.

Se ha demostrado su eficacia en el ataque a los procesos de las células tumorales y cancerosas, haciendo caso omiso a las células sanas.

Esta terapia de combinación tiene efectos dramáticamente devastadores en los cánceres de cerebro, así como otros tipos de cáncer.

El cannabis combate el daño cerebral causado por el alcohol

El cannabis posee capacidades neuroprotectoras, a partir de las cuales se ha demostrado incluso que reduce la muerte celular inducida por el etanol en el cerebro hasta en un 60%.

El cannabis y las funciones mentales

A pesar de que el uso excesivo de cualquier sustancia puede alterar las funciones motoras complejas, se ha demostrado que los consumidores de cannabis son más seguros al volante que los que han consumido alcohol.

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Las resonancias magnéticas no muestras diferencias significativas sobre la función cerebral y sus efectos, entre los grupos de control que fumaban cannabis y los que no. Incluso en los grandes consumidores a largo plazo, los efectos son sólo temporales.

El cannabis ha sido durante mucho tiempo la musa para el pensamiento creativo de artistas, músicos, escritores, poetas y otros.

La ciencia ha mostrado como los sujetos que consumían cannabis obtenían más del doble de puntuación que los no consumidores en juegos de relacionar palabras y pruebas de razonamiento creativo, lo que indica un sistema de asociación mental más rápido y amplio.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.