A la historia de la evolución del consumo de cannabis en Holanda le hemos querido dedicar 3 capítulos pues creemos que es sin duda el máximo precursor de la libertad en el consumo a nivel Mundial.

Muy de cerca actualmente están Canada, y algunos estados de Estados Unidos pero sin el impulso de Holanda dificilmente se hubiera llegado a la situación actual donde más de 30 paises ya estudian la posibilidad de legalizar el consumo de marihuana.

Positronics 1985-2007

Desde 1979 el Green Team intentó introducir el cultivo de Sinsemilla en Holanda bajo la guía de nuestro Guru, el viejo Ed. Empezamos con un par de kilos y en sólo cinco años llegó a un par de cientos de kilos al año que yo vendía a los Coffeshops holandeses. Al mismo tiempo promovimos el autocultivo en holanda con la ayuda de Lowlands Seed Company, banco de semillas que bajo la supervisión del famoso Kees Hoedkert producía y comercializaba los famosos kits de autocultivo. Cada caja contenía instrucciones de cultivo, abono biológico y un paquete de semillas basadas en las genéticas del Viejo Ed. En 1985 el Green Team produjo la primera Skunk de interior que daba unos cogollos rojos que entusiasmaban a los consumidores, ¡siempre volvían por más! Por primera vez en cinco años resultaba sencillo vender maría a los Coffeshops holandeses.

Entonces el Green Team se fue llenando de gente nueva más interesada en hacer dinero y expandir el volumen de operaciones. Soñaban con enormes invernaderos produciendo miles de kilos. Entendí entonces que había llegado la hora de mi retirada. Yo estaba interesado en la introducción del cultivo de yerba en Holanda y en Europa, el plan parecía ya cumplido y no estaba interesado en hacer montones de dinero con una banda de tipos haciendo todo tipo de cosas ilegales. Por esto decidí salir del Green Team e iniciar mi propio negocio. Tenía una casa grande en Ámsterdam y convertí el salón de la planta baja en una tienda.

Mi primera pasión es el cannabis, la segunda jugar al futbolín y mi sueño era construir mis propios súper futbolines. El futbolín es uno de los pocos deportes en los que fumar un canuto mejora el rendimiento competitivo, de ahí vino el nombre para mi nuevo negocio, Positronics.

Hacer tus propios futbolines es caro. Para poder pagar mi hobby importé lámparas para cultivo. Al principio equipos de cultivo de USA que vendía a mis amigos. La importación desde USA era demasiado lenta, por lo que comencé a importar desde Inglaterra. En unos pocos meses tuve que alquiler furgonetas, conducirlas hasta Inglaterra, cargarlas de lámparas y reflectores y conducirlos de vuelta a Ámsterdam. Mis clientes siempre estaban ansiosos esperando. Llegó un momento en que tenía que descargar las lámparas directamente a los coches de los de mis clientes que esperaban en doble fila delante de mi casa. No podía cubrir toda la demanda y los viajes continuos a Inglaterra empezaron a ser un incordio. La idea que tuve fue diseñar y producir mis propios sistemas de iluminación, con sus propios reflectores, y comencé a montarlos en un pequeño taller en la parte trasera de mi jardín.

¡El negocio florecía! Mi formula de éxito estaba basada en un enfoque personal, más bien idealista. La puerta de la tienda no estaba abierta como en una tienda al uso, era necesario llamar al timbre. Sólo recibía a los clientes bajo cita previa telefónica. Cuando los clientes potenciales llegaban lo primero que hacía era darles una introducción de una hora en la que les explicaba las técnicas de cultivo y les daba mucho té y unos buenos porros de calidad, claro está.

Lo más importante era venderle a nuestros clientes la idea de que uno no debe intentar enriquecerse cultivando Sinsemilla, pero que la misma puede enriquecerte interiormente. No intentaba vender lámparas, clones o semillas, sino un estilo de vida. Explicaba a mis clientes que si intentas hacerte rico mediante el cultivo de marihuana necesitas montones de plantas y entrar en toda clase de operaciones ilegales, lo cual te hace una especie de criminal a los ojos de la ley. Te obliga a mentir y a ocultar lo que haces a tus amigos y familia. Esto afecta tu vida social y al final tiene un precio demasiado caro para compensarlo sólo con dinero, aunque sea mucho. El cultivo a gran escala requiere trabajar con mucha gente, lo cual aumenta el riesgo de cometer errores, ser traicionado o robado. Resulta mucho más inteligente cultivar a pequeña escala durante mucho tiempo que intentar hacerse rico en poco tiempo. El cultivo a pequeña escala te proporciona la marihuana para tu uso personal. Incluso te puede dar el dinero suficiente para irte cada año de vacaciones a algún lugar exótico.

En un par de años tenía tantos clientes que tuve que pedir a algunos amigos que me ayudaran. Luca, por supuesto, y otros amigos a los que conocía de los días de Mellow Yellow, mi antiguo coffeshop. Peter, mi viejo amigo, apareció por allí y para poder darle trabajo me sugirió que mezclásemos tierra y abonos. Nuestro secreto era mezclar un surtido de abonos biológicos que contenían hongos y bacterias buenas. La mezcla se ponía a fermentar durante dos semanas. En este período de tiempo las bolsas en las que estaba depositada se calentaban y olían realmente mal. Cuando el proceso concluía los fertilizantes estaban ya parcialmente descompuestos y listos para ser absorbidos por las raíces de las plantas. La ventaja era que los cultivadores sólo tenían que añadir el 5% de e este Pre-Mix a cualquier sustrato para obtener un sustrato biológico. En poco tiempo el negocio de la preparación de la tierra y los fertilizantes adquirió cierta dimensión y el olor era demasiado insoportable para una ciudad tan densamente poblada como Ámsterdam. Así que le pedí a mi amigo Jetse que se encargara del negocio, ya que vivía en el campo en el norte de Holanda, en la ciudad de Groningen. Jetse fundó una empresa llamada Bio-Bizz. Hoy en día es una de las compañías más importantes de abonos orgánicos de Holanda, con operaciones en todo el mundo. Si realmente quieres cultivar una María biológica y psicoactiva usa los abonos de Bio-Bizz y especialmente su Pre-Mix.

En 1990 tuve que abandonar mi vieja casa en Ámsterdam, la cual fue reemplazada por un edificio de viviendas. Busqué desesperadamente un lugar alternativo, pero no pude encontrarlo. No tenía ni idea dónde abrir la nueva tienda. Todos los locales en alquiler eran demasiado caros y me tenía que mover rápido. Una noche tuve un extraño sueño alucinógeno en el que una voz me decía que tenía que buscar un local con una puerta grande de acero.

Esa misma mañana volví a leer un anuncio en el periódico que había visto con anterioridad pero que no había tomado en consideración porque el alquiler era demasiado alto. Organicé una cita para echar un vistazo. Era una antigua oficina de correos, bastante chic, decorada con paneles de madera en las paredes y en el techo. Me parecía demasiado cara para mí, hasta que el chico que me enseñaba el local abrió una gran puerta de acero que daba entrada a una pequeña habitación y dijo: “Al ser una antigua oficina de correos tiene una caja fuerte para guardar las cosas de valor, si quieres la podemos quitar”. Me quedé pasmado y le dije entre dientes: “No te preocupes voy a alquilar el local y podré usar la sala como caja fuerte para guardar el banco de clones”.

El nuevo local estaba muy bien, nos daba un toque de distinción que repercutía en el negocio de cultivo. Tenía una recepción, lo cual me permitía mantener mi política de puertas cerradas. El local tenía una oficina, salas de cultivo para las plantas madre y para los clones, y un taller para montar los sistemas de iluminación. También creamos una sala-escuela. Consistía en una habitación alicatada hasta el techo con una pared de cristal en uno de sus lados donde pusimos una sala de cultivo. Con el fin de promover la cultura cannábica pusimos también un restaurante vegetariano, al que llamamos La Cantina. En La Cantina la gente se podía reunir, comer, fumar e intercambiar experiencias. También vendía yerba a buen precio como un servicio a nuestros clientes, empleados y amigos. En poco tiempo llegamos a vender de 100 a 200 bolsas al día. La información es poder, esto me dio la idea para fundar un periódico al que llamamos Soft Secrets. El periódico contenía recortes de prensa sobre el sector del cannabis y nuestros propios artículos promoviendo la cultura cannábica. Como redactor jefe tuve la suerte de contratar una joven brillante e inteligente de nombre Yolanda que con el tiempo llegaría a ser mi mujer.

Positronics fue el primer growshop de Europa. Vendíamos clones, semillas, abonos, iluminación, ventiladores, nuestro conocimiento sobre cultivo, pero sobre todo un estilo de vida. El negocio iba viento en popa, nuestros clientes venían de toda Europa y con ellos la prensa. Siempre he tratado a la prensa con cariño y gran respeto, nos servía como forma fácil de promoción del autocultivo. En esa época teníamos casi una visita de medios de comunicación con sus cámaras cada semana. Tomaban imágenes de La Cantina, la sala-escuela de cultivo y la producción de semillas y esquejes. Esto nos ayudaba a difundir nuestro mensaje a millones de personas: “El cannabis no cuesta si lo cultivas por ti mismo”.

Este éxito nos dio la oportunidad de contratar a más y más gente. Cuando trabajas con 10 o 15 personas estas acaban por ser tus amigos. Cuando trabajas con un número mayor de personas es más difícil que esto ocurra. En aquellos tiempos no tenía ni idea sobre como llevar a cabo negocios a esa escala. Ahora sé que por cada 4 personas necesitas poner una quinta como jefe para que coordine su trabajo. Los trabajadores no coordinados rinden a menos del 50% de su potencial. Esto me hacia que contratará a más y más gente cada vez. Al final tenía a unas 60 personas contratadas de las que el 10% estaban constantemente enfermos, pero debían ser remunerados. De hecho los enfermos eran los primeros en aparecer por la tienda a final de mes demandando sus salarios. La falta de organización contribuyó a la creación de una atmósfera caótica. La gente se sentía insegura e inquieta y algunos vieron su oportunidad. Había un grupo de cinco a diez personas que robaban semillas, clones, equipo de cultivo y dinero. A modo de ejemplo, el 50% de la producción de lámparas desapareció y nunca se vendió. De esto me pude enterar al cabo del tiempo, en el momento en que ocurría no tenía ni idea.

Poco a poco era cada vez más difícil para mi pagar las facturas y los salarios. Me empezaba a sentir cada vez más inseguro, ¿estaba haciendo algo mal? ¿Estaban los dioses diciéndome que me encaminaba en la dirección equivocada? Todos esos problemas me volvían loco. Un día estaba hablando con un cliente en la tienda cuando vi agua goteando sobre el suelo. Miré al techo a ver si había alguna gotera, pero descubrí que el agua estaba cayendo de mis manos. Estaba sobresaturado de trabajo y me dio un ataque de nervios. En ese momento un compañero se hizo cargo del negocio de Positronics y me enviaron a casa. Al final entre en bancarrota, con una deuda de 1,5 millones de florines.

Hoy en día me siento mal por toda la buena gente que perdió su trabajo, la verdad es que fui un pésimo gerente. Por otra parte estoy agradecido a toda la gente que me robó porque me libraron de la obligación de alimentar a 60 personas y de trabajar todo el día. Habíamos extendido por toda Europa el mensaje “el cannabis no cuesta si lo cultivas por tu mismo”. La venta y la producción de abonos y sistemas de iluminación es un negocio fructífero realizado por gente que dirige sus negocios de una manera mucho más eficiente que yo en su día. La avalancha verde del cannabis inunda ahora Europa. Mucha gente tiene su hobby o su forma de ganarse la vida en la industria cannábica hoy en día.

Poco a poco me las arreglé para continuar mi carrera en el negocio cannábico promocionando los mejores coffeshops, growshops y compañías de productos de cultivo, lo cual se adecua muy bien a mí forma de ser. He viajado por Europa y Holanda visitando cientos de locales cada año, y he jugado al futbolín cuanto he podido. Visita mi página web www.wernard.nl y compruébalo por ti mismo. Para terminar sólo te pido una cosa: ¡No fumes a no ser que estés de acuerdo con que ello cambiará tu vida, y si decides fumar, que sea puro!. Si queréis poneros en contacto conmigo estaré encantado de recibir vuestra cartas en la dirección de correo electrónico [email protected]. Saludos a todos los lectores de Spannabis Magazine y felicidades por vuestro esfuerzo en la promoción de la cultura del cáñamo.

Texto: Wernard Bruining

Traducido por: Máximo García-Bernardo

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.